«Estamos en un momento muy severo, muy grave. Este año tan caliente en 2023 no tiene freno en este momento y las decisiones que se tienen que tomar son tan urgentes que vamos a lamentar en muy poco tiempo el no haber actuado», explicó la doctora Norma Patricia Muñoz Sevilla, del IPN.
Ciudad de México, 19 de enero (SinEmbargo).– Los signos están por doquier.
Por ejemplo, la Tierra batió en 2023 los récords de temperatura anual, estuvo cerca del límite del calentamiento acordado y mostró nuevas señales de un planeta cada vez más caliente.
El organismo climático europeo Copernicus indicó que el año pasado la temperatura se situó 1.48 grados centígrados (2.66 °Fahrenheit) por encima de la era preindustrial. Eso está apenas por debajo del límite de los 1.5 °C que el mundo se había propuesto en el Acuerdo Climático de París de 2015 a fin de evitar los efectos más severos del calentamiento mundial.
Y enero de 2024 está encaminado a ser tan caluroso que, por primera vez, un período de 12 meses superará el límite de 1.5 °C, afirmó la subdirectora del Copernicus, Samantha Burgess. Los científicos han dicho repetidamente que el planeta debería tener un calentamiento promedio de 1.5 °C a lo largo de dos o tres décadas para estar técnicamente en violación del límite.
El objetivo de 1.5 °C “tiene que mantenerse porque hay vidas en riesgo y hay decisiones que tendrán que tomarse”, declaró Burgess. “Y esas decisiones no nos afectarán ni a ti ni a mí, pero sí a nuestros hijos y nietos”.
Las altas temperaturas sin precedentes causaron estragos e incluso varias muertes en Europa, Norteamérica, China y muchos otros lugares el año pasado. Pero los científicos advierten también que el calentamiento atmosférico está causando fenómenos climáticos extremos, como la prolongada sequía en el Cuerno de África, los aguaceros torrenciales que destruyeron represas y mataron a miles de personas en Libia y los incendios forestales en Canadá que contaminaron los aires desde Norteamérica hasta Europa.
Por otra parte, en Estados Unidos una gran parte de la población está temblando a causa de un frío brutal mientras la mayor parte del resto del mundo siente un clima inusualmente cálido. Por extraña que parezca, esa contradicción encaja perfectamente en las explicaciones de lo que el cambio climático está provocando en la Tierra, según los científicos.
En un mapa de las temperaturas mundiales de los últimos días, grandes porciones del mundo —el Ártico, Asia, partes de África, Oriente Medio y Sudamérica— aparecen en rojo oscuro, lo que significa alrededor de 7 grados Celsius —o 12 grados Fahrenheit— por encima de la media de finales del siglo XX. Pero Estados Unidos destaca como una mancha de color púrpura azulado, sólo que por lo frío.
La sensación térmica en algunas zonas de Dakota del Norte alcanzó los 56 °C bajo cero (70 °F bajo cero), mientras que en Miami fue de 33 °C (92 °F). El cuarto partido de fútbol americano más frío en la historia de la NFL se disputó en Kansas City, mientras que en el resto del mundo el termómetro marcó el viernes nada menos que 33 °C (92 °F), que son 6,8 °C (12 °F) más que la media durante el Abierto de Australia en Melbourne. Durante la noche se batieron récords de temperaturas cálidas en Aruba, Curazao, algunas zonas de Argentina, Omán e Irán.
Si parece que el mundo se ha vuelto del revés, en cierto modo es así. Porque todo esto se debe a lo que está ocurriendo en el Ártico, que solía calentarse dos veces más rápido que el resto del planeta. Ahora, se está calentando de tres a cuatro veces más rápido.
LA VERDADERA CARA DE LA CRISIS CLIMÁTICA
«Estamos en un momento muy severo, muy grave. Este año tan caliente en el 2023 seguirá como vamos, no hay un freno en este momento y las decisiones que se tienen que tomar son tan urgentes que vamos a lamentar en muy poco tiempo el no haber actuado», explicó la doctora Norma Patricia Muñoz Sevilla este viernes en GALILEO, el programa de ciencia en Estudio B.
Norma Muñoz es investigadora del Centro Interdisciplinario de Investigaciones y Estudios sobre Medio Ambiente y Desarrollo, el CIIEMAD, que forma parte del Instituto Politécnico Nacional. Ha sido coordinadora de la Red Institucional de Medio Ambiente del Politécnico, entre 2008 y 2015, así como miembro del Comité de Política Ambiental de Pronatura. Y se ha desempeñado como asesora externa de organismos internacionales como la UNESCO, la UNEP, la ONU y la UNIDO.
Muñoz Sevilla es por lo tanto una de las voces más autorizadas del país para discutir el tema del cambio climático. «Lejos de pensar que es cíclico, es un problema exacerbado y cuando vemos que no se toman las decisiones es preocupante», explicó en el programa.
Pero, ¿cómo llegamos hasta aquí? «En primer lugar, buena parte de la población, a falta de información permanente, verídica, contundente, sobre la situación del clima y de la contaminación, difícilmente han actuado. Algunas otras no creen que haya un calentamiento global. Y las razones son múltiples. Incluso saber lo que está pasando pero tomado con desdén. Si me cuesta, prefiero irme por lo que cueste menos. Esto es para los individuos pero también para los empresarios, los gobiernos, ¿qué nos va a costar todo esto? El planeta», indicó.
IMPULSAR CAMBIOS REALES
«La voluntad es muy importante, la voluntad política», contestó la experta. «Creer que nosotros podemos hacer algo empezando por las localidades y luego nos vamos a estados, al país, es muy importante, porque tienen que destinarse recursos a ello: si necesitamos buen sistema de agua potable, energías renovables, generar empleos sustentables, es poner y poner: el que tiene conocimiento y el recurso. Y el recurso lo tienen los gobiernos. Y los privados», completó.
Además, la doctora habló de la Conferencia de las Partes , la COP28, celebrada a fines de 2023 en los Emiratos Árabes Unidos, donde se acordó comenzar con la transición energética. En diciembre, los negociadores climáticos de Naciones Unidas indicaron el miércoles al mundo que emprenda la transición para abandonar los combustibles fósiles que calientan el planeta, una decisión que el presidente de la COP28 calificó de histórica a pesar de la preocupación de los críticos sobre sus lagunas.
Minutos después del inicio de la sesión del miércoles, el presidente de la COP28, Sultan al-Jaber, certificó la aprobación del documento — llamando balance mundial, que indica en qué punto se encuentra el planeta en materia climática y cómo retomar el rumbo — sin abrir el turno de palabra. Algunos delegados se pusieron en pie y se abrazaron.
“Por primera vez en la historia, nuestro acuerdo final menciona a los combustibles fósiles”, apuntó Al Jaber, quien también es el director general de la petrolera estatal emiratí.
Sin embargo, Muñoz Sevilla no fue tan optimista. «Cada año regreso muy desilusionada de la COP. Se discute mucho, va mucha gente, grandes instalaciones… pero los resultados: de los 12 puntos importantes, 10 están enfocados en combustibles fósiles, en gradualmente disminuirlos, pero es al infinito, no se dice cuándo. Se habla en la ambigüedad. Es como el ‘ahorita’, no se sabe si es en un mes, en 10 minutos… decir gradualmente, ¿es de aquí al 2050? Entonces qué futuro nos espera», concluyó.