Los insurgentes hutíes han estado atacando en el Mar Rojo desde el 19 de noviembre a embarcaciones supuestamente vinculadas a Israel, con la intención de ejercer presión económica sobre el Estado judío para que detenga los ataques contra Palestina.
Por Lolita C. Baldor y Tara Copp
DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — La ofensiva aérea encabezada por Estados Unidos contra los rebeldes hutíes de Yemen por sus ataques contra la navegación en el Mar Rojo volvió a centrar el viernes la atención internacional en la guerra que desde hace años asola la nación más pobre del mundo árabe, mientras aumentan las tensiones en un Oriente Medio ya dividido por los combates entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza.
Los ataques dejaron al menos cinco muertos y seis heridos, dijeron los hutíes, que no ofrecieron más detalles acerca de lo ocurrido.
Las fuerzas armadas de Estados Unidos y Reino Unido bombardearon el jueves más de una docena de instalaciones utilizadas por los hutíes en Yemen, con misiles Tomahawk lanzados desde embarcaciones y submarinos, y con aviones caza, informaron funcionarios estadounidenses.
Los objetivos militares incluían centros de mando, sistemas antiaéreos, depósitos de armas y plataformas de lanzamiento, añadieron.
El Presidente Joe Biden dijo que los ataques tenían el objetivo de demostrar que Estados Unidos y sus aliados "no tolerarán" los incesantes atentados de los combatientes hutíes en el mar Rojo. Afirmó que tomó la decisión después de una cuidadosa deliberación y múltiples intentos de negociaciones diplomáticas.
"Estos ataques son en respuesta directa a los ataques sin precedentes de los hutíes contra embarcaciones marítimas internacionales en el mar Rojo, incluido el uso de misiles balísticos antibuques por primera vez en la historia", dijo Biden en un comunicado. Destacó que los atentados pusieron en peligro a personal militar estadounidense, marineros civiles y amenazó el comercio.
"No dudaré en ordenar otras medidas para proteger a nuestra gente y el libre tránsito del comercio internacional según sea necesario", añadió.
Periodistas de la AP en Saná, capital de Yemen, escucharon cuatro explosiones a primera hora del viernes. Dos residentes de Al Hudayda, Amin Ali Saleh y Hani Ahmed, dijeron que escucharon cinco fuertes detonaciones en el occidente de la localidad, la cual se ubica en el mar Rojo y es la principal ciudad portuaria bajo control de los hutíes. Habitantes de Taiz, en el suroeste del país, también reportaron explosiones.
La ofensiva representa la primera respuesta militar de Estados Unidos a lo que ha sido una campaña de ataques con drones y misiles contra embarcaciones comerciales desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás. Y la respuesta militar coordinada se produce apenas una semana después de que la Casa Blanca y una serie de naciones aliadas emitieron una última advertencia a los hutíes para que pusieran fin a sus atentados o enfrentarían posibles acciones militares.
La advertencia pareció tener al menos cierto impacto, aunque breve, luego de que los ataques cesaron por varios días. Sin embargo, los combatientes hutíes lanzaron el martes su mayor oleada de drones y misiles contra embarcaciones en el mar Rojo, a la que buques estadounidenses y británicos y aviones de caza de Estados Unidos respondieron derribando 18 drones, dos misiles de crucero y un proyectil antibarcos.
Y este jueves, los hutíes lanzaron un misil balístico antibuques hacia el golfo de Adén, el cual fue visto por un barco comercial que no resultó afectado.
En una conferencia telefónica, altos funcionarios del Gobierno y oficiales militares dijeron que después de los ataques del martes, Biden convocó a su equipo de seguridad nacional, que le presentó opciones militares para una respuesta. Posteriormente instruyó al Secretario de Defensa Lloyd Austin a que llevara a cabo la ofensiva.
En una declaración hecha por separado, el Primer Ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, dijo que la Real Fuerza Aérea efectuó ataques selectivos contra instalaciones militares utilizadas por los hutíes. El Ministerio de Defensa añadió que cuatro aviones de combate partieron desde Chipre para participar en la ofensiva.
Tras señalar que los hutíes han realizado peligrosos ataques contra embarcaciones, afirmó que "esto no puede continuar" y que el Reino Unido efectuó acciones "limitadas, necesarias y proporcionales de autodefensa, junto con Estados Unidos con apoyo no operativo de los Países Bajos, Canadá y Bahrein, contra objetivos ligados a esos ataques, para disminuir las capacidades militares de los hutíes y proteger el comercio marítimo mundial".
Además, los gobiernos de Australia, Bahrein, Canadá, Dinamarca, Alemania, Países Bajos, Nueva Zelanda y Corea del Sur se sumaron a Estados Unidos y Reino Unido en un comunicado en el que indicaron que si bien el objetivo es reducir las tensiones y restaurar la estabilidad en el mar Rojo, los aliados no dudarán en defender vidas y proteger el comercio en esta vía marítima de importancia crucial.
Los hutíes, que han llevado a cabo 27 ataques con decenas de drones y misiles desde el 19 de noviembre, afirmaron esta tarde que cualquier ataque de las fuerzas estadounidenses contra sus instalaciones en Yemen desencadenaría una feroz respuesta militar.
Un alto funcionario hutí, Ali al-Qahoum, prometió que habría represalias. "La batalla será más grande.... y superará la imaginación y las expectativas de estadounidenses y británicos", afirmó en un mensaje publicado en X.
En el mensaje, al-Qahoum advirtió también que las acciones de Estados Unidos y Reino Unido desencadenarían una "guerra abierta, y que ambos países "se arrepentirían de su agresión".
Al Masirah, un canal de noticias por satélite dirigido por los hutíes, describió ataques contra la base aérea de Al Dailami, al norte de Saná, el aeropuerto de la ciudad de Al Hudayda, un campamento al este de Saada, el aeropuerto de la ciudad de Taiz y un aeropuerto cerca de Hajjah. Los hutíes no han brindado información sobre daños o víctimas.
RUSIA CONVOCA A UNA REUNIÓN URGENTE POR LOS ATAQUES A YEMEN
La Misión Permanente de Rusia ante Naciones Unidas ha solicitado la madrugada de este viernes una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en relación a los ataques de Estados Unidos y Reino Unido contra posiciones de los rebeldes yemeníes hutíes, en un intento de reducir su capacidad de seguir amenazando la seguridad de los buques comerciales en el Mar Rojo.
"Rusia ha solicitado una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para el 12 de enero en relación con los ataques de Estados Unidos y Reino Unido a Yemen", informó la Misión a través de un escueto comunicado en su canal de Telegram.
Tanto el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, como el Primer Ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, habían confirmado bombardeos contra objetivos de la insurgencia hutí por sus ataques en "una de las vías fluviales más importantes del mundo". Tras denunciar ataques en numerosas ciudades, los hutíes han prometido una respuesta.
Manifestación en Nueva York en contra de los bombardeos estadounidenses contra Yemen. pic.twitter.com/Rvl8aZvspz
— Palestina Hoy (@HoyPalestina) January 12, 2024
Poco antes, Sunak se había reunido con el Presidente de Egipto, Abdelfatá al Sisi, para hablar sobre el "preocupante aumento" de las agresiones de los rebeldes y su impacto tanto en el Canal de Suez, como en el transporte marítimo mundial. Además, le prometió "seguir actuando" en torno a la defensa de la libertad de navegación.
El miércoles, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución en la que pedía a los rebeldes detener sus acciones, aunque estos ya han confirmado que no acatarían la petición hasta que no se pusiera fin al "genocidio" de los palestinos en Gaza.
Los hutíes, respaldados por Irán, controlan la capital de Yemen, Saná, y otras zonas del norte y el oeste del país desde 2015. A raíz de los bombardeos de Israel sobre la Franja de Gaza por los hechos del 7 de octubre, han respondido atacando embarcaciones que tienen algún tipo de conexión con Israel.