“No hay ninguna posibilidad de un alunizaje suave”, explicó la empresa Astrobotic; ahora utilizará el vehículo espacial para recabar la mayor cantidad de datos posible en relación a la próxima misión del módulo de aterrizaje lunar.
Ciudad de México, 9 de enero (SinEmbargo).- El módulo lunar estadounidense Peregrine ha operado durante 34 horas desde su despegue; sin embargo, no podrá alunizar debido a una falta de combustible. En su interior viaja la misión Colmena de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La empresa Astrobotic explicó a través de un comunicado que en la madrugada de este martes, el equipo de Peregrine enfrentó un problema en la nave, pero que sigue perseverando.
Durante esas horas, el módulo lunar comenzó a inclinarse para alejarse del Sol y redujo su generación de energía solar. Sin embargo, pudo actualizar el algoritmo de control y solucionar el problema, por lo que las baterías están cargadas a su máxima potencia.
No obstante, debido a una fuga de combustible “no hay ninguna posibilidad de un alunizaje suave”, detalló la empresa que utilizará el vehículo espacial para recabar la mayor cantidad de datos posible.
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— Astrobotic (@astrobotic) January 9, 2024
“Dada la fuga de propulsante, desgraciadamente no hay ninguna posibilidad de un alunizaje suave. Sin embargo, aún tenemos suficiente combustible para hacer funcionar el vehículo como una nave espacial”, explicó Astrobotic a través de su cuenta en X.
De acuerdo con estimaciones del equipo de Peregrine, la nave espacial se quedará sin combustible dentro de unas 40 horas, lo que supone una mejora con respecto a la estimación hecha anteriormente.
“El equipo sigue trabajando para encontrar formas de prolongar la vida operativa de Peregrine. Nos encontramos en un modo operativo estable y estamos trabajando en las pruebas y comprobaciones de la carga útil y las naves espaciales”, precisó.
Asimismo, a pesar de que no podrá llegar a la Luna, Peregrine recibe datos valiosos para la empresa y ha puesto a prueba las operaciones espaciales de los componentes y el software en relación a la próxima misión del módulo de aterrizaje lunar.
¡Inició COLMENA de la #UNAM viaje a la Luna!
Es la primera de varias incursiones con las que se busca que México desarrolle tecnología micro robótica, destacó Gustavo Medina Tanco, del @icnunam. #Goyahttps://t.co/IXN6QcIJK6 pic.twitter.com/xyfXwX2h8O
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A bordo de la nave impulsada por el cohete Vulcan Centauro, que despegó de Cabo Cañaveral en Florida, Estados Unidos, viaja la primera misión desde Latinoamérica a la Luna “Colmena”, diseñada y construida en el Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM.
Gustavo Medina Tanco, responsable de la Misión COLMENA y del Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX), detalló que se trata de un hito tecnológico en sí mismo, ya que ir a la Luna es una de las actividades más complejas que puede realizar la civilización humana hoy en día.
“Toda la carga útil fue desarrollada en LINX y validada en una serie de pruebas largas y exhaustivas en México, primero, y en Estados Unidos después, cuando se integró a la nave Peregrine y, finalmente, fueron montadas en el cohete Vulcan Centauro”, manifestó el investigador.
El desarrollo de este proyecto permitió la formación de aproximadamente 250 jóvenes universitarios de la UNAM, y también del Instituto Politécnico Nacional, de Chiapas, Guerrero, Puebla, Baja California, y otros lugares del país.
Técnicamente la misión mexicana enfrentó con éxito el reto de miniaturizar los sistemas robóticos, ya que nunca se habían creado equipos tan pequeños para operar en el espacio, lo que posiciona a México en el sector espacial a nivel internacional.