El subcomandante Moisés explicó que el territorio será libre de comisariados, agentes, empresas y autoridades locales.
Ciudad de México, 1 de enero (SinEmbargo).- Durante la conmemoración del 30 aniversario del levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en contra del Estado mexicano, las y los milicianos sentaron las bases de una nueva etapa en el movimiento armado.
Desde el Caracol Dolores Hidalgo en Ocosingo, en la selva de Chiapas, el subcomandante Moisés explicó que la base de la nueva etapa del zapatismo es la “Tierra común, tierra de nadie”, es decir, el territorio libre de comisariados, agentes, empresas, así como autoridades ejidales y estatales.
“La propiedad debe de ser del pueblo y común; y el pueblo tiene que gobernarse a sí mismo. No necesitamos [a] esos que están ahí, ellos creen que saben todo [...] Que tenemos que hacer en los hechos, no discurso, ni poesía nada más, ni obras de teatro nada más, ni pintura nada más. Lo tenemos que hacer en la práctica”, dijo el ahora vocero del EZLN, jefe militar de origen tsetal y organizador de los pueblos.
En su mensaje político, Moisés, habló sobre las y los desaparecidos en el país, así como de las y los presos políticos, quienes fueron representados en la conmemoración con una serie de sillas vacías colocadas en la parte frontal del templete y señaladas con un cartel que decía “Los Ausentes”.
“No están las desaparecidas y los desaparecidos. No están las presas políticas ni los presos políticos. No están las asesinadas y asesinados. No están los jóvenes y jóvenas asesinadas. No están las niñas y los niños asesinados. No están nuestros tatarabuelos, los que lucharon hace más de 500 años, pero tampoco están nuestros compañeros caídos, que ya cumplieron con su deber”, continuó Moisés.
Las y los zapatistas rindieron tributo a las y los milicianos que han fallecido durante tres décadas de lucha y resistencia con una ofrenda en donde colgaron fotografías y otros elementos para rendir homenaje, entre ellos a la Comandanta Ramona, quien falleció el 6 de enero de 2006 debido a complicaciones de salud.
Asimismo, el subcomandante y jefe Moisés afirmó que no se puede humanizar el capitalismo y se pronunció en contra del olvido, la muerte y la destrucción.
“No va a decir el capitalismo ‘me rindo de explotar’, lo que se necesita es pensar en cómo cambiar esto y nadie nos va a decir, somos nosotros, mujeres y hombres, y por eso nosotros vamos a seguir ese camino y nos vamos a defender, vamos a seguir, vamos a demostrar”, agregó.
Al Caracol Dolores Hidalgo acudió la organización “Pueblos Unidos", la cual trabaja en defensa del agua de la región de Los Volcanes en Puebla, y representantes mayas que se pronunciaron en contra de los megaproyectos de la administración obradorista, entre ellos, el Tren Maya.
También asistieron pobladores purépechas de Cherán, otomíes del Estado de México y otros pueblos que forman parte del Congreso Nacional Indígena, así como activistas franceses, estadounidenses, españoles y de distintas partes de América Latina.
Tras su discurso, se desarrollaron distintas escenificaciones de la historia de la autonomía zapatista montada por la niñez y juventud de la comunidad rebelde, en la cual en todo momento se hizo énfasis en la iniciativa “Tierra común. Tierra de nadie”.
“Compañeros y compañeras bases de apoyo, estamos comprometidos ahora. Estamos solos, como hace 30 años. Porque solos hasta ahorita hemos descubierto ese nuevo camino que vamos a seguir: el común. Aquí hace falta todavía que nos demuestren si están de acuerdo nuestros compañeros y compañeras del Congreso Nacional Indígena y el pueblo de México”, expresó el vocero zapatista.