La actualización de nombre de Twitter a X llegó con un sofisticado cambio de imagen cuya motivación principal, de acuerdo con la agencia de noticias estadounidense The Associated Press, fue la ambición de Musk por llevar a la plataforma más allá de sus raíces como una red social de microblogging.
Ciudad de México, de diciembre (SinEmbargo).- El 2023 se despidió de un gigante de las redes sociales: Twitter y todas las características que hacían única a la plataforma. Pese a que la adquisición por parte del magnate Elon Musk se dio durante el segundo semestre del 2022, no fue hasta este año cuando se empezaron a ver los cambios que marcaron el fin de una era.
Entre las primeras actualizaciones que dieron de qué hablar, y que, por supuesto, sufrieron criticas por parte de los mismos usuarios, se encuentran el cambio de nombre por X Corp., el anuncio de cuotas para cuentas verificadas que quisieran conservar la popular «palomita azul», múltiples colores para distinguir el tipo de verificaciones del programa Twitter Blue –empresas, cuentas gubernamentales y usuarios comunes–, y el límite de tuits que un suscriptor puede leer dependiendo el tipo de perfil que posea.
La actualización de nombre de la plataforma llegó con un sofisticado cambio de imagen cuya principal motivación, de acuerdo con la agencia de noticias estadounidense The Associated Press, fue la ambición de Musk por llevar a la plataforma más allá de sus raíces como una red social de microblogging puesto que la compañía estaba buscando abrirse a un abanico de posibilidades centradas en audio, video, mensajería, pagos y banca.
Y sí, al final lo logró.
— Elon Musk (@elonmusk) July 29, 2023
En este sentido, AP señala que la decisión de Musk de abandonar el emblemático pájaro azul para adoptar la X como logotipo está asociada con su fascinación por esta letra, como se ha visto en otros aspectos de su vida como el nombre de la empresa SpaceX, el de su hijo “X Æ A-12 Musk” y su interés en inteligencia artificial con xAI.
Fue en octubre del 2022 cuando el también fundador de SpaceX y director general de Tesla adquirió la red social por 44 mil millones de dólares, tan sólo siete meses después de haber iniciado la transacción y tratar de cancelarla supuestamente porque la plataforma no había proporcionado información suficiente sobre las cuentas falsas dentro de la misma.
A principios de noviembre, un mes después de la adquisición, un recorte masivo de personal marcó la llegada de Elon, quien se justificó al asegurar que Twitter perdía 4 millones de dólares diarios, por lo que, además, subastó parte del mobiliario corporativo de las oficinas de San Francisco para costear las pérdidas.
Según informó ese mismo mes el medio alemán Deutsche Welle, de los 7 mil 500 trabajadores con los que contaba Twitter sólo mil 300 lograron conservar sus empleos.
En una era marcada por “absolutismo de la libertad de expresión” la red social demandó al estado de California, el pasado mes de septiembre, por la norma AB 587, que fue creada para hacerle frente a los discursos de odio así como a la desinformación que suele generarse con regularidad en redes sociales.
La Ley surgió a raíz de la irrupción al Capitolio, en enero del 2021, para impedir que se ratificara la victoria de Joe Biden, actual Presidente de Estados Unidos.
De acuerdo con el Centro para Combatir el Odio Digital (CCDH por sus siglas en inglés), organización contra la que Elon Musk también emprendió acciones legales en junio del año en curso, dio a conocer que X alberga una gran cantidad de publicaciones viles, racistas, antisemitas y neonazis.
En el reporte “Cómo Twitter/X continúa albergando publicaciones que denunciamos por incitación al odio extremo” el CCDH indica que el 86.33 por ciento, correspondiente a 259 de 300, de las publicaciones que fueron reportadas a finales de agosto, siguen estando en la red social; mientras que el 90 por ciento de 100 cuentas identificadas por subir este tipo de contenido, siguen activas.
Según la organización, X hospedó caricaturas racistas sobre personas negras y judías, publicaciones que se mofan de las víctimas del Holocausto, otras tantas en las que se califica a Adolf Hitler como un “héroe”, y tuits donde se alienta a los usuarios a “dejar de mezclar razas”, por lo que advierte que la red social de Musk «está habilitando contenido peligroso que podría conducir a violencia en la vida real».
📢 Our new research shows that Twitter/X is hosting vile racist, antisemitic & neo-Nazi posts.
Online hate & misinformation can have dangerous offline consequences. Congress must act to regulate social media.
Read the report behind the headlines: https://t.co/aAIAdUV45d
— Center for Countering Digital Hate (@CCDHate) September 13, 2023
En busca de combatir la proliferación de bots y el spam, en octubre X empezó a implementar el programa «Not a Bot», en el que se cobra de una tarifa anual de alrededor de un dólar por el uso de algunas de las principales funciones de la plataforma, en algunos países como Nueva Zelanda y Filipinas.
Según informó X Corp., con el programa, que no afectará a los usuarios existentes, se busca reforzar los esfuerzos de la red social para reducir el spam, la manipulación en la plataforma y la actividad de los bots.
Según señalaron expertos a AP, con sus diversas actualizaciones Musk sólo ha alejado a usuarios, anunciantes, y a su principal propuesta de valor en el mundo: ser un centro de noticias.
En este tenor, la red social eliminó los titulares de noticias que permiten enlazar directamente con los contenidos de otros medios de comunicación para mostrar una imagen por cuestiones de estética.
If you’re a journalist who wants more freedom to write and a higher income, then publish directly on this platform!
— Elon Musk (@elonmusk) August 21, 2023
Finalmente, a más de un año de la adquisición de Elon Musk, cada vez son menos los que utilizan X. Según arrojó una investigación de Similarweb, el tráfico web global a Twitter.com disminuyó un 14 por ciento en los últimos años; mientras que el tráfico al portal ads.twitter.com para anunciantes disminuyó un 16.5 por ciento. Asimismo se indica que el rendimiento en dispositivos móviles no fue mejor, con una caída del 17.8 por ciento en los usuarios activos mensuales combinados para iOS y Android de Apple.