Los integrantes del Mecanismo Extraordinario de Identificación Forense (MEIF) señalaron que en México hay una falta de talento humano calificado para la identificación forense, ya que no existen suficientes médicos forenses, criminalistas y demás profesionales para atender la crisis forense del país.
Ciudad de México, 23 de diciembre (SinEmbargo).— El Mecanismo Extraordinario de Identificación Forense (MEIF), organismo creado por el Sistema Nacional de Búsqueda del Gobierno federal para atender la crisis forense en el país, advirtió que hace falta personal capacitado en México para atender los más de 52 mil restos humanos que, según las Naciones Unidas, están sin identificar en los servicios periciales mexicanos, mientras que las personas desaparecidas suman más de 112 mil.
En la presentación de su Segundo Informe de Actividades, el aparato autónomo señaló que hacen falta muchos recursos, tanto tecnológicos y económicos como humanos, para dar resolución a la falta de identificación de cuerpos en los Semefos del país.
«Se necesitan instalaciones físicas, equipos tecnológicos e insumos especializados, pero lo más importante es talento humano calificado. Eso es lo más importante para estos procesos de identificación humana que son tan complejos», apuntó Jairo Hernando Vivas Díaz, integrante del Grupo Coordinador del MEIF.
Apenas en agosto, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicó su informe de Servicios Periciales 2023, en el cual identificó que estas instituciones del país sólo emplean 13 mil 827 trabajadores en los 32 estados, de las cuales una quinta parte es personal administrativo.
«Los forenses existimos y nos hemos dedicado a esto, y en México, aunque vengamos de fuera (…), sí existe talento humano calificado, y cuando digo ‘calificado’ es que tenga la experticia en tema de identificación humana», recalcó. «Pero esto hace falta en México, nosotros hemos sacado convocatorias y han quedado vacantes de médicos forenses que manejen temas de identificación humana, no hay muchos en el país».
El Inegi destacó en su informe que en el país hay 10 mil 951 personas peritas que pertenecer a la Fiscalía General de la República (FGR) o a las unidades estatales de servicios periciales; y de ellas el mayor porcentaje se dedican a la química forense o a la criminalística.
En tanto, los rubros donde hay menos de un 10 por ciento de personal especializado son: fotografía forense, medicina forense, criminalística de campo, psicología forense, balística forense, tránsito terrestre, genética forense, antropología forense, entre otras.
Además, la mayoría de ellos se encuentran en la Ciudad de México, donde se concentran el 18 por ciento de los especialistas, seguidos por el Estado de México, Jalisco, Tamaulipas y Baja California. Dos de ellos —Estado de México y Jalisco— se encuentran entre las entidades con mayor registro de personas desaparecidas en el país.
«Este es un trabajo interinstitucional con las universidades del país, quienes tienen que empezar a producir más forenses. Eso pasa en los países donde somos y tenemos estos fenómenos de violencia, entonces se necesita incentivar a que haya más especialistas», resaltó Vivas Díaz, originario de Colombia.
Tan sólo para los años de 2000 a 2023, el mismo MEIF tuvo conocimiento del ingreso de al menos cinco mil 784 cadáveres no identificados que ingresaron al Servicio Médico Forense (Semefo) de Zacatecas, uno de los estados más azotados por la crisis de desaparición de personas en los últimos años; y de los cuales mil 353 continúan en calidad de no reconocidos.
Sobre el tema, el Inegi en su informe de Servicios Periciales también pudo rescatar que durante 2022, sólo de los restos humanos que habían ingresado a instituciones gubernamentales para su identificación, unos 49 mil 585 estaban en calidad de no identificados o pendientes de identificar.
Apenas en agosto, también, un grupo de investigadores mexicanos publicaron el documento «Personas desaparecidas, búsqueda e identificación. Reflexiones desde la antropología forense en el contexto mexicano» en la Revista Interdisciplina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el cual cuestionaban:
«¿Dónde estamos como país si ni siquiera podemos dar respuesta para los poco más de 90 mil casos de personas desaparecidas acumulados por estas guerras ambiguas, traducidas hoy día en un desastre social que da cuenta del contexto de impunidad e indolencia en que vivimos? ¿Qué estamos haciendo como sociedad y como disciplina ante esta crisis forense, que cualquier día puede dejar afuera de nuestros domicilios un tráiler lleno de personas asesinadas?».
«Mientras encontremos respuesta a las interrogantes previamente enunciadas, habrá un pueblo en vilo, anhelante de una solución cercana al fenómeno de personas desaparecidas, a la cual podrá abonar desde su praxis la antropología forense especializada como parte de un equipo interdisciplinario que contribuya a hacer valer el derecho a la verdad y la justicia para el caso mexicano», sumaron los científicos Abel Rodríguez Carrillo, Rocío Hernández-Flores, Diego Antonio Rangel Estrada y Carlos Serrano Sánchez.
El MEIF, por su parte, resaltó la necesidad de robustecer su equipo operativo, mientras que al momento únicamente cuenta con convenios firmados con las autoridades de Zacatecas, Tamaulipas y San Luis Potosí para su operación, en tanto que otras entidades han sido invitadas a colaborar con el organismo independiente para atender las personas sin identificar en cada región.
