Del 6 al 9 de diciembre nos reunimos en la Ciudad de México casi 500 periodistas e integrantes de la sociedad civil de la región en el marco de la Conferencia Latinoamericana de Periodismo de Investigación (COLPIN). Como ya es tradición desde 2019, el primer día se llevó a cabo una reflexión sobre las condiciones para el ejercicio de la libertad de expresión. En esta ocasión abordamos las principales amenazas contra la prensa y las democracias en la región para generar estrategias que hagan frente a las tendencias autoritarias. 

En este espacio de reflexión concluimos que nos encontramos ante el arraigo cada vez mayor de autoritarismos y populismos de diverso cuño e intensidad. A pesar de que se utiliza un discurso que enaltece (algunos) valores democráticos, en los hechos la verdadera intención es debilitarla. Preocupante contexto en Nicaragua, Venezuela y Cuba, donde prevalecen grupos de poder derivados de las dictaduras y una completa indefensión de la ciudadanía frente a sus embates.  Igualmente preocupante es el contexto de El Salvador, de hipeconcretación y posible perpetuación del poder de Nayib Bukele; a la par de Guatemala que enfrenta un verdadero intento de golpe de Estado. 

Sin embargo, en las condiciones más adversas como el hostigamiento, las amenazas, la muerte, el exilio o las detenciones, se mantiene un periodismo resiliente que busca informar a la sociedad. Hemos detectado que las amenazas que enfrenta la región son: las dinámicas estructurales de corrupción e impunidad; la precariedad económica y la sostenibilidad financiera de los medios, en especial de los independientes; la desinformación y la violencia en línea, en especial contra las mujeres periodistas. 

A continuación algunas conclusiones adicionales.

• En la región prevalecen los grupos de poder que se alimentan de la corrupción y la impunidad. En Guatemala se han referido como “pacto de corruptos” a aquellas relaciones entre políticos, y grupos de poder económico y criminal que buscan acallar las voces del periodismo que cuestiona e informa lo que está sucediendo. 
• Si bien es cierto que nos encontramos frente a un periodismo más expansivo, con nuevas oportunidades para los medios independientes, la polarización y la pauta publicitaria siguen condicionando a los medios independientes bajo la lógica de “no te pago para que me pegues”. 
• La crisis financiera se combina con una crisis de credibilidad, los hábitos de consumo de las audiencias están cambiando y se exige del periodismo más profesionalismo, más transparencia y más ética. En ese mismo camino es necesario que los medios se reconozcan como empresas sociales integrando grupos de trabajo más especializados para mejorar la generación de recursos y construir relaciones de interacción con las audiencias. 
• Por otro lado, el fenómeno de la desinformación se ha hecho sistemático y recurrente en la región, contribuyendo a la existencia del autoritarismo mientras  debilita la democracia. Es ahí donde la polarización también encuentra su alimento porque la desinformación permite que se reproduzcan las mentiras sin cuestionamiento alguno. Además, este fenómeno ha llegado a ser parte del entramado institucional en algunos países de la región. 
• Las redes sociales juegan un doble papel, por un lado, nos informan y comunican, pero por otro han sido instrumento de desinformación, manipulación, vigilancia y violencia digital. Es preocupante el incremento sostenido de la violencia digital, en especial contra las mujeres. Tanto el Gobierno como las plataformas juegan un papel importante en la regulación de discursos de odio que se reproducen en las redes, así como para en la labor para identificar de dónde provienen los patrones de violencia. Sin embargo, pocas veces responden en clave de derechos humanos, sino de los intereses políticos y económicos que prevalecen entre estos actores de poder.

Ante este panorama tan adverso hay una luz. A pesar del contexto, sigue existiendo el periodismo independiente que hace investigación de alta calidad y que en conjunto con las organizaciones de la sociedad civil generan contrapesos a los autoritarismos y salvaguardan la democracia. Resulta inspirador que al menos 280 trabajos de investigación se postularon para ser presentados en esta COLPIN. En este contexto, la frase que engloba el COLPIN 2023 es que el  verdadero periodismo “habla con la sociedad, no a los oídos del poder”.

Leopoldo Maldonado

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Es Director Regional de ARTICLE 19 Oficina para México y Centroamérica. Maestro en Derechos Humanos y abogado por la Universidad Iberoamericana. Es integrante del Comité Consultivo del Repositorio de Documentación sobre Desapariciones en México. Durante 15 años ha trabajado como activista y defensor de derechos humanos defendiendo migrantes, personas indígenas, periodistas y víctimas de violaciones graves a derechos humanos.

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