El estudio menciona que en general, la educación ha sido una fuente importante de reducción de la desigualdad global, impulsando una gran proporción de los aumentos de ganancias en los países de bajos ingresos y entre las personas más pobres en todas las regiones del mundo.
Ciudad de México, 16 de diciembre (SinEmbargo).- De 1980 a 2022, la educación se ha afianzado como el principal impulsor del 50 por ciento del crecimiento económico mundial, además de estar relacionado al aumento de ingresos entre el 20 por ciento de las personas más pobres del mundo y en la reducción del 40 por ciento de la pobreza extrema, señala un ensayo Amory Gethin, Doctor en economía por la Universidad de Berkeley.
El trabajo, realizado a partir de una base de microdatos representativa del 95 por ciento de la población mundial, se basa en encuestas de hogares realizadas en 150 países de todo el mundo en 2019, en las cuales se recopilan datos y fuentes específicas de cada nación.
Cada encuesta proporciona información completa sobre ingresos individuales, educación, edad, género y otras variables socioeconómicas.
El ensayo señala que en las últimas décadas el acceso a los servicios públicos básicos entre los pobres del mundo sufrieron mejoras evidentes gracias, en gran medida, a los avances logrados en indicadores tan diversos como la matrícula escolar, la cobertura de atención médica y el acceso al agua potable.
"Este artículo ofrece una nueva y poderosa narrativa sobre la globalización y la pobreza global desde 1980. En pocas palabras señala: la apertura económica y la integración comercial desempeñaron un papel importante, pero sin una inversión pública masiva en educación, la pobreza global nunca se habría reducido tanto", escribió el reconocido economista francés Thomas Piketty.
La educación, menciona Gethin, ha tenido un desarrollo enorme, pero su contribución a la reducción de la pobreza global no está nada clara. "La calidad de la educación es baja en muchos países en desarrollo, lo que pone en duda la capacidad de la escolarización para aumentar la productividad", señala.
En el caso de México, el aumento de ingresos por escolarización y sin aumentos relativos de eficiencia de 2000 a 2019 fue de un 10 por ciento. En tanto, el aumento de ingresos sin escolarización fue del 8 por ciento.
En cuanto a la proporción del crecimiento explicado por la educación con y sin aumentos relativos de la eficiencia de 2000 a 2019, México registró un incremento mayor al 100 por ciento.
El ensayo menciona que los efectos económicos de la educación dependen de quién se beneficia de la expansión educativa, los retornos asociados a la escolarización y los efectos de equilibrio general. Debido a las dificultades para cuantificar estos canales, menciona el trabajo, se carece de estimaciones de cuán grandes han sido los beneficios de la escolarización para los pobres del mundo.
Amory Gethin detalla que abordar esta brecha es fundamental para las políticas, en un mundo donde la gran mayoría de los niños de hogares de bajos ingresos están matriculados en escuelas públicas.
"Encuentro que la educación explica una fracción considerable del crecimiento económico global, la reducción de la pobreza extrema y la reducción de la desigualdad de género desde 1980, colocando las políticas educativas a la vanguardia del progreso económico".
El estudio menciona que en general, la educación ha sido una fuente importante de reducción de la desigualdad global, impulsando una gran proporción de los aumentos de ganancias en los países de bajos ingresos y entre las personas más pobres en todas las regiones del mundo.
"Esta naturaleza progresiva de la expansión educativa global se ha intensificado con el tiempo y ha sido más pronunciada en estudios recientes".
Un punto que destaca el ensayo es el papel predominante que han jugado los gobiernos en la provisión de educación y otros servicios básicos a los hogares de bajos ingresos, lo que coloca a las políticas públicas en el centro de la caída de la pobreza global.
Otro factor que ha contribuido a un incremento en los niveles de educación, menciona Gethin, es la mejora de la tecnología, la cual desempeña un papel primordial en los últimos años.
"La tecnología ha desempeñado un papel importante a la hora de hacer que la escolarización sea rentable, aunque la educación todavía habría producido grandes aumentos de ingresos incluso en ausencia de progreso tecnológico".