El sistema de identificación forense interpreta los nutrientes en el suelo y se apoya de la botánica y entomología forenses para entrenar a la Inteligencia Artificial para localizar fosas clandestinas.
Ciudad de México, 18 de diciembre (SinEmbargo).– En México, un país con más de 112 mil personas desaparecidas, un grupo de investigadores, funcionarios y personas buscadoras han desarrollado un sistema de localización de fosas clandestinas que, a través del uso de la aplicación de inteligencia artificial (IA) y el machine-learning, identifica anomalías en los nutrientes del suelo.
«Nuestro objetivo es ayudar a que las familias tengan un cierre, y el tema de lo legal y el proceso que sigue corresponderá exclusivamente a las autoridades. Nuestro papel es de capacitación y de colaborar para que este tema de desapariciones en México pueda disminuir», expresó Miguel Moctezuma, coordinador del Global Security Programme de la Universidad de Oxford, de Inglaterra, e integrante del equipo del programa «Interpretar la naturaleza para encontrar a quienes nos faltan» o FOUND, en inglés.
«Sólo queremos encontrarlos», apuntó Moctezuma.
El sistema se encuentra apenas en un periodo de prueba con fosas recreadas en el estado de Jalisco con el apoyo de cerdos para simular las condiciones de un entierro clandestino. Los investigadores confían en que podrán publicar un protocolo para su implementación antes de que concluya el actual Gobierno local en 2024.
El programa se enfoca en identificar parámetros fisicoquímicos del suelo (PH, conductividad eléctrica, temperatura, humedad, concentración de Nitrógeno, Fósforo y Potasio), flora, entomología, categorías geo-morfo-edafológicas y climáticas, así como parámetros geofísicos; para posteriormente ir sumando la información de tal manera que, mediante el uso de la Inteligencia Artificial, se puedan identificar patrones para la proyección de posibles sitios de inhumaciones clandestinas.
Por ejemplo, expuso el investigador, en reiteradas ocasiones se han identificado los sitios donde floreció primero la vegetación debido a una mayor fertilización del suelo, lo cual puede ser indicativo de un sitio con fosas. «Identificar vegetación en momentos específicos del año podría ser algo que se realice», notó.
«Los patrones significan que puedes tener una idea de qué ha estado sucediendo, pero también dónde lo has estado buscando y dónde muy probablemente en el futuro pueden ir a colocar [fosas], aunque el enfoque del proyecto es exclusivamente en encontrar», añadió Moctezuma.
HACIA LA CREACIÓN DE UN PROTOCOLO
Para su desarrollo se juntaron investigadores mexicanos de la Universidad de Oxford, la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas del Estado de Jalisco (Cobupej), CentroGeo, la University College London, Universidad de Guadalajara, Universidad Politécnica de la Zona Metropolitana de Guadalajara, el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), el Insituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), y las empresas Bitelemetric, PROAN y CICLOS GIP.
José Luis Silván, investigador del CentroGeo, explicó que se eligió el estado de Jalisco como sitio de prueba al poderse simular escenarios distintos debido a la existencia de terrenos diferentes como montaña y costa en la entidad.
“Hay diferentes grupos viendo diferentes aspectos de las mismas fosas para aprender, y la idea es que esto se pueda traducir en protocolos más estructurados de búsqueda, de recomendaciones sobre qué técnicas se deben de usar en qué situaciones –que no es nada fácil, porque tienes que considerar todas las variables posibles de inhumación, todas las condiciones climáticas y de suelo–, entonces una de las intenciones del proyecto es justamente tener esa representatividad de un estado», expuso.
De acuerdo con el registro oficial de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), entre 2006 y 2018 se localizaron dos mil 835 fosas clandestinas en el país, siendo el estado con mayor número de inhumaciones ilegales Tamaulipas con 402 hallazgos, seguido por Veracruz con 324, Chihuahua con 269, Guerrero con 260 y Zacatecas con 219.
Sin embargo, una vez adicionadas las fosas que se han encontrado entre el 1 de diciembre de 2018 y el 30 de abril de 2023, Tamaulipas permanece como el primer lugar a nivel nacional en hallazgo de inhumaciones clandestinas, seguido por Guerrero con 498, Sinaloa con 484, Chihuahua con 415 y Colima con 351.
Igualmente, de acuerdo con el reportero Pedro Mellado con información de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana a abril de 2023, Jalisco es el primer lugar en cuerpos exhumados a lo largo del sexenio, con mil 554.
«Tenemos la intención de que, eventualmente, esto pueda llegar a más espacios, incluido el mío [mi estado de origen, Zacatecas]», sumó Moctezuma. Actualmente, la entidad de donde es originario el investigador ha registrado 349 fosas clandestinas desde 2006. «Mi objetivo, a nivel personal, es que eventualmente pueda llegar a nivel nacional, y creo que tiene el potencial de llegar a otros países también».
CONSTRUIR DESDE APRENDIZAJES PREVIOS
El programa FOUND no se desarrolló sin antes hacer una recopilación de todos los conocimientos previos sobre hallar fosas clandestinas, entre ellos los aprendidos empíricamente en el campo por parte de madres buscadoras.
Para ello, la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas de Jalisco se puso en contacto con la organización Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos en Jalisco (Fundej), cuyos integrantes buscadores han aportado aprendizajes sobre el hallazgo de inhumaciones ilegales.
Guadalupe Aguilar, integrante de esta organización, indicó en entrevista que parte del trabajo que han realizado desde Fundej se ha enfocado en búsquedas en Semefos, a través de la cual las buscadoras han aprendido las condiciones de entierro y encuentro en los cuales se encuentran algunos restos humanos.
«Sabemos que estamos en una verdadera crisis forense, y que es ahí donde podríamos encontrar los restos de nuestros hijos. Es otra forma de búsqueda, y al tener esa posibilidad [de aprender desde los Semefos] podemos saber cómo los dejan, dónde los dejas, sabiendo que la delincuencia trabaja por plazas», apuntó Aguilar.
«Nos ponemos a revisar el terreno, el tipo de terreno, si tiene mucha cal, basura, o si tiene escombros, aparte de las capas que debe de tener la tierra. Pasamos un dron, y el dron nos va a decir si hay alteraciones en ese lugar, y si hay alteraciones, nos ponemos a escarbar».
Cuando su hijo José Luis Arana Aguilar desapareció en enero de 2011 en Tonalá, Jalisco, dijo ella, no existía tecnología más allá de los picos y las palas con las que salía a buscar a campo. Ahora, con el uso de drones, varillas y personas capacitadas, se pueden compartir los conocimientos y utilizar las nuevas tecnologías para lograr más hallazgos e identificaciones de personas desaparecidas.
Igualmente, el nuevo programa se ha apoyado en la investigación ya realizada por el CentroGeo, de la mano del Programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana, la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos, Artículo 19 Oficina para México y Centroamérica, Data Cívica y el Human Rights Data Analysis Group, titulado «Plataforma Ciudadana de Fosas».
«Empezamos a trabajar con esto y aprender un poco de cómo funciona [la localización de fosas clandestinas por medio de imágenes aerotransportadas]», señaló sobre el trabajo de CentroGeo, José Luis Silván.
«Una de las cosas que queríamos saber es: ¿a partir de qué momento en que inhumas un cuerpo empiezas a ver los efectos, y que sean detectables con imágenes? ¿De qué tamaño tiene que ser una fosa para que la puedas detectar? Entonces, hicimos un primer experimento, posteriormente otro donde se incorporaron drones y técnicas de termografía».
Parte de lo que se ha hecho desde la unidad de Análisis y Contexto de la Cobupej, dirigida por Tunuari Chávez, es «estudiar otro tipo de situaciones, desde padrones estadísticos calculados por tasa de personas desaparecidas, estudiando regiones y demás», pero de la mano ahora con patrones geológicos, climatológicos y edafológicos que se derivan de inhumaciones.
«Fue así como nos encontramos con grandes estudios que ha realizado, por ejemplo, CentroGeo en el norte y sur del país, con un gran referente del tema en el estudio de la respuesta multiespectral de las plantas, del nitrógeno que aportan los cuerpos, y diferentes formas de experimentación», expuso el funcionario.
En colaboración con la iniciativa privada, estudiantes universitarios y las autoridades de Jalisco, los investigadores han podido realizar la toma de muestras para el análisis fisicoquímico y multiesprectral del suelo, a manera de desarrollar a lo largo del año 2024 un protocolo que permita replicar estas técnicas de investigación en otros estados, así como un libro de acceso público para que familias buscadoras puedan aprender la metodología.