El dato aumentaba las expectativas de que el BCE mantuviera las tasas por segunda ocasión seguida en su próxima reunión, el 14 de diciembre.
Por Courtney Bonnell
LONDRES (AP).— Los europeos tuvieron un nuevo alivio con un descenso de la inflación al 2.4 por ciento en noviembre, la cifra más baja en más de dos años, después de que la caída de los precios de la energía suavizara la crisis de coste de la vida, aunque las tasas de interés más altas limitaban la capacidad de crecimiento de la economía.
La inflación en los 20 países que utilizan el euro cayó desde el 2.9 por ciento interanual de octubre, según las cifras publicadas el jueves por Eurostat, la agencia de estadística de la Unión Europea. Está lejos del máximo de 10.6 por ciento alcanzado en octubre de 2022, cuando una crisis energética hizo que hogares y negocios europeos tuvieran problemas para llegar a fin de mes.
La nueva cifra está cerca del objetivo de inflación del dos por ciento marcado por el Banco Central Europeo (BCE), tras una serie de subidas de las tasas de interés iniciada en el verano de 2022 que ha frenado el crecimiento económico.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, reiteró esta semana que el banco tomaría decisiones en función de los datos más recientes y mantendría las tasas altas todo lo necesario para mantener su objetivo de inflación. La tasa de referencia del BCE ha alcanzado un tope récord del cuatro por ciento.
“Este no es el momento de empezar a declarar la victoria”, dijo en una comparecencia ante el Parlamento Europeo.
Eso era patente en Alemania, la economía más grande europea y que registró una tasa interanual de inflación del 2.3 por ciento este mes, en comparación con el tres por ciento de octubre. Pero ahora sufre una crisis presupuestaria, además de tener los peores datos de crecimiento entre las grandes economías del mundo.
La crisis energética fue especialmente dura para Alemania, que dependía del gas natural asequible ruso para mantener sus fábricas en marcha. Moscú prácticamente cortó el suministro a Europa tras las sanciones occidentales por su invasión en Ucrania, y las compañías aún sufren las consecuencias. El alivio en las facturas de los alemanes estaba en peligro después de que un fallo judicial rechazara el presupuesto nacional y dejara al gobierno con un agujero de 60 mil millones de euros (65 mil millones de dólares).
La Eurozona en su conjunto apenas ha crecido este año, y arañó un crecimiento del 0.1 por ciento en el trimestre entre julio y septiembre. La OCDE estimó este miércoles que el tibio crecimiento del 0.6 por ciento de este año apenas subiría el año que viene a un 0.9 por ciento.
“Con una débil previsión económica y desinflación, las subidas de tasas deberían estar descartadas en la reunión de diciembre”, indicó sobre el BCE Carsten Brzeski, director general de macroeconomía en el banco ING.
“Dado que el impacto total del ajuste hasta ahora aún seguirá desarrollándose en los próximos meses, hay un riesgo aún mayor de que el BCE ya haya ajustado demasiado”, señaló en una nota de investigación.