En una encuesta de noviembre, con respecto al índice de reconocimiento público Gálvez tiene apenas el 51 por ciento, pero aún así, entre los que la conocen, tiene la mayoría de opiniones negativas (50 por ciento), por 37 por ciento en contra que tienen Samuel García y Eduardo Verástegui.
Ciudad de México, 24 de noviembre (SinEmbargo).– Xóchitl Gálvez, la precandidata única del Frente Opositor a la Presidencia de la República, pidió esta tarde a los legisladores de su partido, Acción Nacional (PAN), que dejen las redes y salgan a promover su figura y su candidatura, ya que, reconoció, solamente un 50 por ciento de la gente la conoce.
"Mientras ellos tienen millones de pesos, nosotros tenemos millones de corazones. Necesitamos localizar a ese millón de ‘Xochilovers’ que firmó para [la candidatura de] una servidora y que ese millón salga a las calles a hacer campaña. Que dejen la red social: el Twitter, el Facebook, y salgan a caminar las calles", espetó durante su turno al micrófono en la plenaria de diputados locales del PAN, en Guanajuato.
"Recorran los municipios, recorran las calles, ayúdenme a que la gente me conozca. Sólo me conoce el 50 por ciento de los mexicanos, por eso la señora de enfrente [Sheinbaum] sale arriba en las encuestas, pero no crean que por los 50 o 30 puntos que nos han dicho. La verdad es que ella lleva cinco años en campaña desde el Gobierno de la Ciudad [de México], invirtió millones de pesos en espectaculares, bardas, redes sociales", aceptó Gálvez esta tarde ante sus compañeros panistas.
"Mientras Morena tiene 20 mil servidores de la Nación trabajando con dinero público, tocando las puerts todos los días, nosotros tendremos un millón de ciudadanos, de gente que está convencida de cambiar", añadió. En el evento participaron el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, el Diputado Santiago Creel y el expresidente Vicente Fox (2000-2006).
Y es que en la encuesta de noviembre de De las Heras a nivel nacional, Claudia Sheinbaum, la exjefa de Gobierno capitalina, capta el 66 por ciento de las preferencias, con Gálvez con un 14 por ciento, es decir, 52 puntos porcentuales de diferencia. García aparece con un 6 por ciento y Eduardo Verástegui, el aspirante independiente de ultraderecha, con dos por ciento.
En el índice de reconocimiento público, Sheinbaum tiene un 71 por ciento, por un 51 por ciento de Gálvez: esa es quizá su mejor opción para mejorar sus números y reducir la brecha con la morenista, ya que la mitad de la gente no la conoce, según este ejercicio demotécnico. pero aún así, entre los que la conocen, tiene la mayoría de opiniones negativas (50 por ciento), por 37 por ciento en contra que tienen García y Verástegui.
UN CALDERONISTA SE SUMA A LA CAMPAÑA
Gálvez anunció este jueves la integración de Maximiliano Cortázar Lara, panista que formó parte de candidaturas como la de Vicente Fox Quesada, como coordinador general de Comunicación de su campaña y más tarde de la de Felipe Calderón Hinojosa., como Coordinador General de Comunicación de su campaña.
La Senadora con licencia dio a conocer la noticia a través de un boletín, avalado por los integrantes del llamado Frente Amplio por México (PAN, PRI y PRD), donde aseguró que Cortázar cuenta con una “amplia y reconocida trayectoria en el área de comunicación política”, aunada a su experiencia en la dirección de campañas electorales.
Asimismo, anunció que Luisa Alejandra Latapí Renner fue nombrada Coordinadora de Vinculación Institucional, área donde, aseguró, contribuirá “ampliamente al desarrollo” de su campaña.
Posteriormente, subió un video donde, en compañía de Santiago Creel Miranda, presentó a ambas personas que conformarán su campaña presidencial.
El panista Max Cortázar, de 55 años cumplidos el pasado 2 de noviembre, tiene una carrera política que data del inicio de la década de los noventa y siempre cercano al Partido Acción Nacional (PAN), y –durante largos años– al expresidente Felipe Calderón Hinojosa.
Laboró dentro del equipo de la campaña presidencial del entonces candidato de Vicente Fox Quesada y ya, durante el sexenio del guanajuatense, en el área de Coordinación de Comunicación Social de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Pero su historia de ascenso y relación con Calderón llegaría tiempo después.
En un texto publicado en SinEmbargo, el 6 de septiembre de 2011, la periodista Elia Baltazar describió cómo, hasta ese momento y cuando al sexenio de Felipe Calderón le faltaban 14 meses por concluir, la política de Comunicación del entonces Presidente panista –e implementada por Cortázar Lara– era considerada, incluso en el extranjero, un fracaso.
En ese texto, el autor, Malcom Beith, cuestionó la imagen del Gobierno de Calderón Hinojosa y el balance negativo de su comunicación política. También expuso que el hilo de todos los problemas en México “ha sido el fracaso de la administración de Felipe Calderón en su estrategia de comunicación: para explicar exactamente lo que está tratando de lograr con su guerra contra el narco; para describir los logros cuando se producen, y para aceptar los errores, de los que ha habido muchos”.
Max Cortázar, responsable junto con su jefe directo, el propio Calderón, de ese fracaso, renunció el 17 de julio de 2010 a su cargo de coordinador de Comunicación Social de la Presidencia de la República, un cargo que asumió desde que el michoacano juró como Presidente de México el 1 de diciembre de 2006, en una ceremonia en San Lázaro realizada de madrugada, eb la que entró por la puerta de atrás del Congreso y que se envolvió de golpes e insultos en San Lázaro.
Cortázar permaneció fiel a Calderón por siete años y, como relata Baltazar en su texto “FCH: El fracaso en comunicación”, fue Juan Ignacio Zavala Gómez el Campo, cuñado del expresidente, quien los presentó.
Primero, expone la periodista, Zavala lo llevó a su lado desde su paso como Director de Comunicación Social de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), a cargo de Antonio Lozano Gracia. Luego, Max Cortázar se incorporó al círculo cercano de Calderón en 2004, cuando lo puso al frente de su equipo de Comunicación en Banobras (Banco Nacional de Obras) y luego en la Secretaría de Energía (Sener).
Cuando Calderón llegó a Los Pinos, la relación con los medios recayó en Maximiliano Cortázar, quien se encargó de “depurar” la oficina de Comunicación Social de la Presidencia, prescindió de colaboradores que conocían la operación logística de esa área, y colocó a sus cercanos en las oficinas del Gabinete para cumplir la tarea que se habían propuesto: “el control absoluto de la comunicación en todas las áreas de la administración pública”, detalla la autora.
“Durante su cargo como coordinador de Comunicación Social y aún antes, en la campaña presidencial, la relación de Cortázar con la prensa se distinguió por el desdén, el chantaje y las presiones contra periodistas y medios. Por encima de los periodistas, antepuso la relación con ‘los superiores’, con los directivos y dueños de los medios. Bloqueó y aún ‘pidió la cabeza’ de ‘reporteros incómodos’, siempre intentó influir en las decisiones editoriales de los medios que afectaban la imagen del Presidente y cooptó a periodistas para llevarlos a la administración pública, de acuerdo con reporteros de la fuente presidencial”, expone Baltazar en el análisis realizado para SinEmbargo en 2011, cuando Calderón aún era un Presidente poderoso.
Desde el mismo diciembre de 2006, cuando el sexenio calderonista apenas comenzaba, el periodista José Gutiérrez Vivó expuso, en una entrevista para la revista Proceso, que el vocero Felipe Calderón le había mandado una advertencia al Grupo Monitor, propiedad del periodista, asegurando que estaba castigado y hasta que la agrupación se alineara podría ser atendido por el Presidente.
A pesar de las acusaciones, Calderón defendió el trabajo de Max Cortázar que, según un comunicado oficial de esa Presidencia, se caracterizó por ser transparente y de total respeto a la libertad de expresión.
Tras su paso por la Presidencia de México, Cortázar fungió en 2010 como Jefe de Comunicación del PAN y, luego, en 2011, laboró en la campaña de Ernesto Cordero Arroyo, precandidato panista a la Presidencia, una aspiración que este último no logró. Maximiliano hiló otro fracaso cuando, en 2012, se integró como coordinador de Difusión de la campaña presidencial del PAN, con Josefina Vázquez Mota, quien en esos comicios dejó al PAN en el tercer lugar en preferencias electorales.
Después, Max fue Diputado plurinominal desde 2012 y en 2015, el también exbaterista de la banda Timbiriche y del cantante Cristian Castro, y cuyos estudios no superaran el grado de Secundaria, trabajó con el malogrado Rafael Moreno Valle, Gobernador de Puebla, como jefe de Comunicación.
Hoy, luego de un largo camino entre calderonistas y como calderonista, Cortázar llega a la cabeza del equipo de difusión de la aspirante presidencial Xóchitl Gálvez Ruiz, quien, de acuerdo con todas las encuestas reconocidas en México, inicia esta campaña presidencial muy por debajo de la candidata oficialista Claudia Sheinbaum Pardo.