A una semana de la evacuación del pueblo Grindavik, en Islandia, las autoridades de protección civil anunciaron que es posible que pasen meses antes de que sea seguro que los residentes evacuados regresen a sus hogares.
Reykjavik, Islandia. 18 de noviembre (AP).- La población en el suroeste de Islandia permanecía nerviosa el sábado, esperando ver si un volcán que retumba bajo la península de Reykjanes entra en erupción.
Las autoridades de protección civil señalaron que incluso si no es así, es probable que pasen meses antes que sea seguro para los residentes evacuados de la zona de peligro regresar a sus hogares.
El pueblo pesquero de Grindavik fue evacuado hace una semana mientras el magma —roca semifundida— retumbaba y serpenteaba bajo tierra en medio de miles de temblores. Ha dejado una grieta irregular que atraviesa la comunidad, empujando el suelo hacia arriba un metro o más en algunos puntos.
La Oficina Meteorológica de Islandia indicó que existe una “probabilidad considerable” de que se produzca una erupción en algún lugar a lo largo del túnel de magma de 15 kilómetros", cuya “ubicación principal” es un área al norte de Grindavik, cerca de la montaña Hagafell.
Grindavik, una ciudad de 3 mil 400 habitantes, se encuentra en la península de Reykjanes, a unos 50 kilómetros al suroeste de la capital, Reykjavik, y no lejos del aeropuerto de Keflavik, la principal instalación de Islandia para vuelos internacionales.
El cercano complejo geotérmico Blue Lagoon, una de las principales atracciones turísticas de Islandia, ha estado cerrado al menos hasta finales de noviembre debido al peligro del volcán.
A los residentes de Grindavik se les permite regresar durante cinco minutos cada uno para rescatar posesiones valiosas y mascotas.
Un sistema volcánico en la península de Reykjanes ha entrado en erupción tres veces desde 2021, después de permanecer inactivo durante 800 años. Las erupciones anteriores ocurrieron en valles remotos sin causar daños.