México
EL SUR

Ni tiempo para llorar

Los dueños de yates no dan la cara. Sus cuidadores marineros siguen desaparecidos

16/11/2023 - 5:17 pm

Se oficia una misa en La Marina, donde cientos de embarcaciones estaban ancladas la noche del huracán. Aseguran que les prohíben participar en las búsquedas. Uno de los sobrevivientes advierte a dueños de los barcos que den la cara o los exhibirán.

Por Jacob Morales Antonio

Acapulco, Guerrero, 16 de noviembre (ElSur).- Familiares de tripulantes de las embarcaciones que se hundieron con el impacto del huracán Otis, señalaron que al Gobierno no le interesa buscar a sus desaparecidos y les prohíben participar en las labores de búsqueda, así como saber la información que día a día recopilan.

Uno de los marineros sobrevivientes lanzó una advertencia a los dueños de los barcos, para que den la cara o de lo contrario exhibirán sus datos.

La tarde de este miércoles se ofició una misa en La Marina, lugar donde cientos de embarcaciones estaban ancladas la noche en que impactó el huracán categoría 5, a cargo del párroco de Bajos del Ejido, Mario Palma, quien lloró junto con las esposas y madres de los desaparecidos.

En el jardín de La Marina, ubicado a un costado de Playa Manzanillo, se reunieron unos 80 familiares, amigos y compañeros de los tripulantes desaparecidos. Sus cercanos portaron pancartas donde se leía: “Sabemos que su prioridad no son los desaparecidos. Exigimos búsqueda por parte del Gobierno”, en otras: “Rubén Torres Campos, tus hijos, esposa y familia te estamos esperando”.

Vista aérea del Club de yates en Acapulco, Guerrero. Foto: Twitter @mrxmx2019

La misa transcurrió en un ambiente sereno, cargado de emociones, que era interrumpido por el llanto desconsolado de las madres y esposas de los capitanes y marineros de las embarcaciones hundidas durante el impacto del huracán Otis.

El presbítero dijo que muchos vieron cómo sus familiares murieron, con la impotencia de no poder hacer nada por ellos. Expresó que aún hay que procesar lo que sucedió durante el paso del huracán, “y no hemos tenido tiempo de llorar. Entre limpiar lo que ha quedado en casa, en el hotel, en el lugar donde se labora, en encontrar y comunicarnos y encontrarnos con nuestros parientes, no hemos tenido tiempo de llorar. Pero lo que hemos descubierto es que nos hemos sentido todos hermanos”.

Susana Ramos Villa, de 35 años de edad, busca a su esposo Rubén Torres Campos, de 32 años, quien era capitán del barco Sereno, y tenía cinco años de trabajar en la embarcación y 10 años de trayectoria.

Agradeció al propietario del barco por rentar una embarcación para ir a recorrer la bahía para buscar a los tripulantes, al capitán Demetrio Felipe Morales y el marinero Ricardo, quien apareció vivo.

Vista aérea del puerto de Acapulco devastado por el paso del huracán «Otis». Foto: Félix Márquez, AP

Contó que el joven apareció vivo en los alrededores de la isla Roqueta, cuando la embarcación estaba en la zona de la Base Naval. Según lo que narró a sus conocidos, un yate golpeó la embarcación donde iban y decidieron aventarse al mar. A él el viento lo alzó como un papel por los cielos, desde la Base Naval hasta la isla donde apareció.

Antes de culminar la misa, se levantó de su asiento y expresó: “Tenemos que unirnos. El Gobierno no los está buscando, el Gobierno solamente quiere levantar Acapulco para que en diciembre tengan ganancias, ¿y nosotros? ¿Y nuestros hijos? ¿Nuestros esposos, dónde quedan? Olvidados en el mar. Exigir, hacer un plantón, cerrar calles, algo para que nos escuchen, que sepan que estamos buscando a alguien”.

Reclamó que el Gobierno se está concentrando en la limpieza de la avenida Costera, pero no busca a los desaparecidos de las embarcaciones “a mi compañero de vida no lo están buscando”. La mujer fue secundada por la Maricela Cipriano, quien busca a su hijo, el marinero Marco Antonio Franco Cipriano, de 33 años, y quien estaba en la embarcación Tour Billon, donde también iban el capitán Leonardo Leiro Cabañas, de 61 años, y el marinero David Pérez, de 25 años.

“Eso es cierto, porque yo he estado desde el primer día en que se perdió mi hijo, camine y camine, con mis pies llenos de sangre y ningún pinche marino me hizo caso. Me corrían de la puerta (de la décimo segunda región naval) porque decían que el presidente quería que no hiciéramos a un lado. Eso es cierto, el Gobierno no nos está apoyando”.

La zona de yates permanece totalmente destrozada, decenas de embarcaciones se encuentras encalladas, muchas de ellas inservible, esto a casi una semana del piso del huracán «Otis». Foto: Rogelio Morales, Cuartoscuro.

Agregó: “Nos cerraban la puerta en la Marina. Yo veía a los muertos, les tapaban sus caras a cada muerto que encontraban, porque no nos daban permiso, eso es cierto lo que dice la señora. Este es mi hijo, tiene 22 días desaparecido y no han visto por mi hijo. Ni el patrón ha dado la cara para decir ‘que le hace falta a su hija’. Ni siquiera una llamada nos ha dado el patrón y son tres vidas que se quedaron en ese barco ¿y dónde está el patrón? Que dé la cara, que la dé, para que vea que es cierto”.

El sobreviviente y capitán de 55 años, Rafael Pérez, de la embarcación Ensueño, lanzó una advertencia a los patrones que no han dado la cara con las familias que tienen desaparecidos, “patrón que no dé la cara lo vamos a divulgar por las redes sociales. Los vamos a señalar a donde vive, números telefónicos, sus trabajos. Den la cara patrones, por la gente que está en el mar, perdida. Respondan por sus tripulaciones, que lo único que estábamos haciendo era cuidar su patrimonio, cuidar nuestro trabajo”, y agregó “que les dé pena que la sociedad los señale”, pero acotó que no es el caso de todos los dueños de las embarcaciones, porque otros sí han respondido.

En su intervención, el empresario Ángel Cisneros Flores expresó: “Nuestra solidaridad y apoyo a ustedes. Este impacto del huracán ha sido desgarrador. Mantendremos la esperanza para que aparezcan cada uno de los que estamos esperando. Continuaremos exigiendo que se redoblen las búsquedas, no vamos a permitir que el apoyo, las dádivas, silencien nuestra voces. Exigimos justicia y acciones con firmeza”.

Al terminar la misa, los familiares se acercaron al mar y aventaron unas flores blancas entre los escombros que había a la orilla. Luego, se le compartió a cada asistente un plato de paella.

Buzos en operativos de búsqueda tras la devastación del huracán Otis de categoría 5, en Acapulco, México, el sábado 11 de noviembre de 2023. Foto: Marco Ugarte, AP

MIS HIJOS SABEN QUE SU PAPÁ ESTÁ TRABAJANDO

En medio de un llanto que no podía controlar, Susana Ramos Villa contó que sus hijos, de alrededor de 10 años, en casa corren a la puerta pensando que su padre llegará en cualquier momento, porque ellos saben que está trabajando.

La mujer dijo que la última comunicación con su esposo fue alrededor de las 19:00 horas del martes 24, cuando le mandó un mensaje diciéndole que todo estaba bien, que ellos se resguardaran. Pero a las 12:20 de la madrugada del miércoles 25, le mandó otro audio, que ella escuchó cuarto días después, una vez que hubo señal de celular.

En el audio se oye decir al hombre: “Dentro de lo que cabe estoy bien. Pero está muy feo, muy feo, familia. No me quiero escuchar exagerado, pero recen por nosotros porque sí está muy feo aquí afuera”.

La mujer dijo que no tiene la certeza de que lo están buscando, pese a que en la Marina les dicen que están realizando recorridos “pero ¿con qué familia? ¿Con quién?”. Pidió a las autoridades que integren a todas las familias en las búsquedas.

Los pájaros vuelan sobre los escombros después del paso del huracán "Otis" en Acapulco, México, el sábado 28 de octubre de 2023.
Los pájaros vuelan sobre los escombros después del paso del huracán «Otis» en Acapulco, México, el sábado 28 de octubre de 2023. Foto: Félix Márquez, AP

“Queremos que nos integren, para que así nosotros nos sintamos escuchados y nos sentamos atendidos. Necesito yo estar presente en esas búsquedas, si es que de verdad se están realizando”, dijo.

Indicó que ella fue a interponer una denuncia ante la Fiscalía General del Estado por los hechos, y que sus hijos, así como su suegra han entregado las muestras de ADN para contrastarlas con los cuerpos que lleguen al Servicio Médico Forense, a donde cada que acude le dicen que no está entre los cuerpos localizados.

“¿Qué más me queda? ¿Meterme al mar? No tengo algo con que meterme, es lo unció que pido, y encontrar a mi esposo como sea, que él pueda descansar y yo poder contarle a mis hijos la verdad, y yo también poder descansar, porque mis hijos solamente los tengo con una mentira en la casa, y eso no es justo, porque ¿cuánto tiempo va a durar la mentira para ellos?”, expresó.

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