Los hospitales del norte del enclave palestino están en el corazón de las zonas de combate, y 20 de los 36 que hay en Gaza están fuera de servicio, según la ONU. RFI habló con el Dr. Mustapha Barghouti sobre la situación humanitaria en Gaza y el futuro del territorio y de la lucha nacional palestina.
Por Guilheim Delteil
Francia, 14 de noviembre (RFI).- El director del hospital al-Shifa anunció el sábado que no tenían agua, electricidad ni alimentos. El viernes por la noche, la Media Luna Roja Palestina dijo que sólo tenía reservas de combustible para unas pocas horas para hacer funcionar uno de sus hospitales en Gaza, al-Quds. ¿Está colapsando el sistema sanitario?
Mustapha Barghouti: El sistema sanitario de Gaza ya ha colapsado debido a dos factores. El primero es el bombardeo israelí de las zonas hospitalarias. Pero, además, está el castigo colectivo de privar a estos hospitales de todos los alimentos, medicinas, oxígeno, electricidad y combustible. Debido a la falta de combustible, ya hemos perdido a un niño, un bebé en una incubadora del hospital al-Shifa. Otros 39 están a punto de morir. El hospital al-Quds también se ha quedado sin electricidad. El hospital indonesio tuvo que operar el viernes sin electricidad, por lo que tuvieron que utilizar lámparas para ver el campo de operaciones. Y siguen recibiendo heridos. Es un verdadero desastre sanitario en Gaza.
Uno de los problemas a los que también nos enfrentamos es que muchos de los heridos tienen heridas infectadas y no pueden ser tratados por falta de medicamentos. Es más, los médicos me han contado que han tenido que hacer cosas horribles para salvar vidas, como amputar la pierna a un hombre sin anestesia. Es insoportable, y a los israelíes no les importa.
El ejército israelí dice que ha ordenado la evacuación del hospital al-Shifa. ¿Cómo se puede evacuar un hospital con casi cinco mil pacientes dentro en las condiciones de Gaza?
No sólo hay heridos que no pueden caminar, sino también personas con respiradores. Y no hay ambulancias para transportarlos, porque no hay carreteras para ambulancias. Los bebés en incubadoras, en cuanto los sacas de la incubadora, mueren. Los pacientes de las unidades de cuidados intensivos y coronarios que están conectados a respiradores mueren inmediatamente. Israel dice a los médicos que deben marcharse y los médicos responden: «No dejaremos a nuestros pacientes. Eso sería un crimen».
Khalil Al-Hayya, un funcionario de Hamás, declaró al New York Times que era necesario cambiar «toda la ecuación» y no limitarse a un enfrentamiento. ¿Ha cambiado toda la ecuación con los atentados del 7 de octubre?
Sí, la ecuación cambió en nuestra contra. Contra los palestinos. Y el establishment israelí se atreve ahora a cometer genocidios y atentados contra los palestinos, incluidas estas terribles atrocidades. Con el mundo entero mirando, mientras el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el Primer Ministro británico, Rishi Sunak, se negaban a acordar un alto el fuego.
Usted dice que «la ecuación ha cambiado en nuestra contra». ¿Cree que fueron los atentados de Hamás del 7 de octubre los que provocaron que el mundo se volviera contra ustedes?
No. El mundo es injusto con nosotros en todos los sentidos posibles, independientemente de lo que ocurrió el 7 de octubre. Miren: llevamos sometidos a la limpieza étnica israelí desde 1948. 75 años de limpieza étnica. Las Naciones Unidas han aprobado mil resoluciones exigiendo que Israel permita el regreso de los refugiados, ponga fin a la ocupación, deje de construir asentamientos, etc. Nada de esto se ha hecho. Nada de esto se ha aplicado.
Intentamos la acción militar -yo no, estoy a favor de la resistencia no violenta-. Pero, en general, los palestinos han intentado la lucha militar. Han intentado conversaciones de paz. Han intentado llegar a acuerdos con Israel. Han intentado la resistencia no violenta. Nosotros lo hemos intentado todo. Y el resultado es que el establishment israelí comete cada vez más crímenes contra nosotros. Y muchos gobiernos occidentales no respetan el derecho internacional al seguir apoyando a Israel. Y luego culpan a la víctima. Siempre culpan a la víctima. Esto es inaceptable.
En los últimos días, hemos oído a Hussein al-Sheikh, Secretario General de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), y al Presidente palestino Mahmud Abbas, así como a otros altos cargos de la OLP, hablar de un posible regreso de la Autoridad Palestina a Gaza, siempre y cuando, dicen, haya una solución global para los palestinos. ¿Le parece factible hoy este escenario de retorno de la Autoridad Palestina a la Franja de Gaza?
No pueden tomar el control de Gaza. Netanyahu quiere ocupar Gaza. ¿Cómo podrían tomar el control? Quiere que trabajen para él como sus sirvientes, de modo que no sea responsable de las necesidades humanitarias de la población que ocupa. Quiere que repitan lo que hacen aquí en Cisjordania. Aquí, en Cisjordania, no tienen ninguna autoridad. El ejército israelí invade todas las ciudades que se supone que están bajo control palestino en virtud de los Acuerdos de Oslo. Gastamos el 40 por ciento de nuestro presupuesto en un aparato de seguridad que no puede proteger a un solo niño palestino de la agresión israelí. Así que no, Netanyahu no quiere una autoridad en Gaza. Quiere una autoridad sumisa en Gaza.
Y la popularidad de la Autoridad Palestina está ahora en su punto más bajo, debido a su pasividad, especialmente durante el ataque a Gaza. La Autoridad Palestina necesita legitimidad y no puede tenerla sin elecciones democráticas y libres. Si se hubieran celebrado elecciones en 2021, a las que Israel se opuso, hoy no estaríamos en esta situación. Porque si se hubieran celebrado elecciones, ni Hamás ni Fatah habrían tenido mayoría. Ninguno de los dos partidos habría podido gobernar en solitario, ni en Gaza ni en Cisjordania. Hoy la situación sería diferente. Y los israelíes no podrían decir que no pueden negociar con los dirigentes palestinos porque no representan a todos. Lo que necesitamos son elecciones democráticas y libres para legitimar cualquier gobierno palestino. Antes de aceptar someterse a la ocupación israelí en Gaza.