Unos 250 mil israelíes han evacuado poblaciones cerca de Gaza, a las que milicianos palestinos siguen lanzando rondas de cohetes, y en la frontera norte con Líbano, donde Israel y el grupo armado Hezbollah cruzan fuego con frecuencia, lo que plantea el riesgo de un conflicto más amplio. Los ataques de Hezbollah hirieron el domingo a siete soldados israelíes y otras 10 personas, según el servicio israelí de búsqueda y rescate.
Por Wafaa Shurafa y Samy Magdy
DEIR AL-BALAH, Franja de Gaza (AP).— Miles de personas parecían haber huido del mayor hospital de Gaza mientras fuerzas israelíes y milicianos palestinos combatían ante sus puertas, pero cientos de pacientes, incluidos docenas de bebés que corrían peligro de morir por falta de electricidad, seguían dentro, según dijeron el lunes las autoridades de salud.
Las comunicaciones funcionaban de forma intermitente y era difícil aclarar las afirmaciones enfrentadas del ejército israelí, que dijo que estaba ofreciendo un corredor seguro para que la gente fuera al sur, y los funcionarios de salud palestinos dentro del hospital, que reportaron un fuego intenso y constante en torno al recinto.
El ejército también dijo que había colocado 300 litros (79 galones) de combustible cerca del hospital para ayudar a poner en marcha sus generadores, pero que milicianos de Hamás habían impedido que el personal del centro llegara hasta los suministros. El Ministerio de Salud en Gaza, gestionado por Hamás, lo desmintió y dijo que el combustible ofrecido habría proporcionado menos de una hora de electricidad.
El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo en una publicación en redes sociales que Shifa llevaba tres días sin agua y “ya no funciona como hospital”.
Otro hospital en Ciudad de Gaza, Al Quds, se vio obligado a suspender sus operaciones el domingo al quedarse sin combustible. La Media Luna Roja Palestina, que gestiona el centro, dijo que las fuerzas israelíes estaban desplegadas cerca y que había preparativos en marcha para evacuar a unas seis mil personas entre pacientes, médicos y personas desplazadas.
Los dos bandos han esgrimido la situación de los hospitales, en especial el de Shifa, como un símbolo de la guerra en general, que ya está en su sexta semana. Los combates comenzaron con el ataque sorpresa sin precedentes de Hamás del 7 de octubre en Israel, y la respuesta israelí ha llevado niveles de muerte y destrucción sin precedentes a los 2.3 millones de habitantes palestinos de Gaza, casi dos tercios de los cuales han tenido que huir de sus hogares, sin refugios seguros en el asediado territorio.
Para los palestinos, Shifa evoca el sufrimiento de los civiles. Médicos con escasos suministros operan sin anestesia a pacientes heridos por la guerra, incluidos niños. Miles de personas desplazadas por ataques aéreos que han destruido cuadras enteras han buscado cobijo en sus pasillos en penumbra.
Israel dice que el hospital es el mejor ejemplo del supuesto uso de escudos humanos por parte de Hamás, y afirma —sin pruebas— que los milicianos tienen un centro de mando, y otra infraestructura militar dentro y bajo el complejo médico. Hamás y el personal del hospital niegan esas acusaciones.
Mohammed Zaqout, director de los hospitales gazatíes, dijo que hay unos 650 pacientes y heridos graves en Shifa atendidos por unos 500 trabajadores médicos. Estimó que unos dos mil 500 palestinos desplazados se cobijaban en los edificios del hospitales.
El Ministerio de Salud había estimado el sábado que unos tres mil médicos y pacientes, junto con entre 15 mil y 20 mil personas desplazadas, se refugiaban allí.
Un funcionario de salud de Naciones Unidas dijo que muchas familias desplazadas y pacientes con heridas moderadas huyeron de Shifa mientras las fuerzas israelíes cercaban el hospital durante el fin de semana. El funcionario, que no estaba autorizado a informar a la prensa y habló bajo condición de anonimato, dijo que la mayoría de los pacientes que quedaban sólo podrían trasladarse en ambulancias o con otros procedimientos especializados.
No estaba claro a dónde irían, ya que varios hospitales y clínicas de Gaza se han visto obligados a cerrar, mientras que otros trabajan a plena capacidad con escasos suministros.
El Ministerio de Salud dice que 20 pacientes, incluidos tres bebés, han muerto desde que el generador del hospital se quedó sin combustible el sábado. Otros 36 bebés y otros pacientes corren peligro de muerte porque no hay forma de mantener en marcha equipamiento médico vital.
El ejército dijo que las tropas ayudarían el domingo en el traslado de bebés, sin indicar cómo los transportarían o a dónde los llevarían. El lunes no había indicios de que se hubiera movido a ninguno.
Medical Aid for Palestinians, una organización benéfica con sede en Reino Unido que daba apoyo a la unidad neonatal de cuidados intensivos, dijo que trasladar a bebés en estado grave es complejo. “Las ambulancias no pueden llegar al hospital (...) y sin un hospital con capacidad de recibirlos, no hay indicios de cómo puede hacerse esto con seguridad”, dijo la directora general del grupo, Melanie Ward. La única opción, afirmó, es pausar los combates y permitir la entrega de combustible.
Christos Christou, presidente de Médicos Sin Fronteras, un grupo internacional de ayuda, dijo en el programa “Face the Nation” de CBS que evacuar a los pacientes tomaría semanas.
Estados Unidos ha presionado para que se hagan pausas temporales que permitan una distribución más amplia de la necesitada ayuda para los civiles en el territorio, donde las condiciones son cada vez más penosas.
Pero Israel sólo ha aceptado breves periodos diarios en los que los civiles pueden huir de los combates terrestres en el norte de Gaza y dirigirse al sur a pie por dos carreteras principales. Israel sigue bombardeando lo que describe como objetivos milicianos en el sur de Gaza, una campaña que a menudo mata a mujeres y niños.
Más de 11 mil palestinos, dos tercios de ellos mujeres y niños, han muerto desde que comenzó la guerra, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no diferencia entre combatientes y civiles. Se han reportado unas dos mil 700 personas desaparecidas.
Los funcionarios de salud, muchos de los cuales trabajan desde Shifa, no han actualizado esa cifra desde el viernes debido a las dificultades para acceder a zonas más afectadas y reunir la información.
Al menos mil 200 personas han muerto en el lado israelí, la mayoría civiles asesinados en el ataque inicial de Hamás. Los milicianos palestinos tienen casi 240 rehenes capturados en el asalto, entre los que hay hombres, mujeres, niños y ancianos. El ejército dijo que 44 soldados israelíes han muerto en operaciones terrestres en Gaza.