El Alcalde de Guadalajara, Pablo Lemus, se promueve con apoyo empresarial para empoderarse como candidato de Movimiento Ciudadano al gobierno de Jalisco. Sin embargo, el exalcalde de Zapopan da pasos en medio de acusaciones por fraudes, desvío de recursos públicos, presuntas ligas criminales y un banco fantasma –Accendo Banco –una institución que nunca recibió autorización para operar como banco pero sí fue receptora de fondos públicos. En este enjuague están implicados tanto Pablo Lemus como el presidente municipal de Zapopan, Juan José Frangie. Tanto los socios de Accendo Banco como Lemus y Frangie están bajo investigación de la FGR y de la Unidad de Inteligencia Financiera por presuntas prácticas de lavado de dinero, pues invirtieron poco más de 300 millones de pesos en un banco que resultó fantasma, pues a pesar de que surgieron alertas de que quebraría o no sería autorizado para operar estos funcionarios desviaron dinero público para invertirlo en una institución inexistente que jamás abrió sucursales ni otorgó créditos.

Pese a que arrastra denuncias por fraudes, desvíos de recursos públicos y presuntas ligas criminales, Pablo Lemus Navarro, Alcalde de Guadalajara, da pasos hacia el logro de su objetivo central: la gubernatura de Jalisco.

Pero no está nada fácil el camino que sigue Lemus. La ruta, además de sinuosa, es bastante accidentada: presuntamente es impulsado por el gobernador Enrique Alfaro –que convirtió el estado en un fosario y en campo de batalla del crimen organizado –pero otras versiones consultadas apuntan que el mandatario ya habría pactado la entrega del estado al partido Morena. Todo a cambio de “salvar su pellejo” y evitar ir a la cárcel. De ahí su simpatía por Carlos Lomelí Bolaños, la carta más fuerte del presidente Andrés López Obrador en Jalisco y de quien se asegura que arrasó en la encuesta, cuyos resultados se darán a conocer el viernes 10.

Lemus Navarro podría estrellarse contra sus propias acciones ilegales. Hace un año fue acusado de manipular una licitación para adquirir unas trescientas patrullas para el municipio de Guadalajara. El caso devino en escándalo, pues mediante maniobras sucias le asignó el contrato a una empresa que presentó una propuesta con sobreprecio por más de 400 millones de pesos.

Un juez anuló la licitación por fraudulenta, pero días después, mediante las presiones que ejerció Rafael Martínez –excuñado del gobernador Enrique Alfaro y asesor legal de Lemus –un magistrado echó abajo la anulación sin tener en sus manos el expediente y dio como válida la licitación. El caso llegó a la Fiscalía General de la República, pero de nada sirvió: el fraude se consumó y, de acuerdo con la denuncia de los quejosos, Pablo Lemus terminó embolsándose los 400 millones del sobreprecio.

Pero eso no es todo: El regidor de Morena en el Ayuntamiento de Zapopan, Emmanuel Alejandro Puerto, presentó una denuncia en contra de Pablo Lemus y el alcalde de ese municipio, Juan José Frangie, por el desvío de 300 millones de pesos que fueron invertidos en un banco fantasma.

Se trata de Accendo Banco, una institución que está siendo investigada, junto con sus accionistas,  por la Unidad de Inteligencia Financiera por incurrir en presuntas prácticas de lavado de dinero.

Lemus y Frangie –según la denuncia de Emmanuel Alejandro Puerto –desviaron los 300 millones del erario público para invertirlo en el banco inexistente, pues no tenía sucursales, nunca otorgó créditos a los municipios ni a sus empleados y terminó por declararse en quiebra luego de que la Comisión Bancaria y de Valores le negó el registro para operar como institución financiera.

De acuerdo con la denuncia que se interpuso en la FGR, Lemus inició el presunto negocio fraudulento en 2019 cuando era Alcalde de Zapopan. En ese año depositó 300 millones en el supuesto banco cuando ya existían datos y evidencias de que iba a quebrar.

El regidor denunciante explicó que los contratos de los depósitos establecieron que los recursos eran para erogaciones no programadas; no acordó un plazo fijo para disponer de ellos y, lo más grave, dijo, fue que tanto Lemus como Frangie renunciaron a recibir algún tipo de interés bancario por la inversión.

El movimiento de dinero hacia el banco fantasma inició, como ya se dijo, en 2019. Ese año se hizo el primer depósito por la suma de cincuenta millones de pesos y ese periodo cerró con 183 millones.

En septiembre de 2022, cuando Frangie ya era alcalde de Zapopan, el negocio continuó en contubernio con Lemus. En ese mes y año se depositaron poco más de 306 millones de pesos. Esto ocurrió a pesar de que en 2021 ya se había dado a conocer en el Diario Oficial de la Federación que la Comisión Nacional Bancaria había negado la autorización a Accendo Banco para operar como institución bancaria.

En 2021, los socios de Accendo Banco dieron a conocer su situación financiera: reconocieron que habían perdido más de 600 millones de pesos, pero no explicaron las causas. Todo se manejó con total opacidad, de ahí las sospechas de que Accendo Banco habría estado operando como un instrumento de lavado de dinero. Por ello intervino la Unidad de Inteligencia Financiera. La investigación sigue vigente debido a que para reforzar al supuesto banco se desviaron fondos públicos al menos del Municipio de Zapopan. No obstante lo anterior, la autoridad municipal aceptó que la cuenta que abrió Lemus y Frangie estaba vacía. ¿Dónde están los 300 millones invertidos? Nadie lo sabe hasta ahora.

El regidor Emmanuel Alejandro Puerto declaró a la revista Proceso que pese a las alertas que daban cuenta de la quiebra de Accendo Banco Pablo Lemus nunca retiró los recursos depositados y mantuvo el mayor monto en comparación con otros bancos.

Las versiones respecto de que Accendo Banco era un instrumento fantasma con posibles prácticas fraudulentas y presunto lavado de dinero lo indicaba el hecho de que nunca abrió sucursales, algo extraño en una institución financiera; tampoco otorgó créditos; no se promocionó ante la sociedad, pero sí recaudó fondos públicos.

De acuerdo con la información difundida por el semanario Proceso, dos días después de que fue anunciada la quiebra de Accendo Banco Pablo Lemus firmó los estados financieros.

Del dinero invertido nada se sabe.

Pese a estos negros antecedentes, el alcalde de Guadalajara se promueve aceleradamente para ser el candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Jalisco.

Sin embargo, el grupo empresarial que apoya a Pablo Lemus –conformado entre otros empresarios por Juan Arturo Covarrubias y Arturo Ramos –entró en crisis ante la mega alianza que apoyará al candidato que surja del partido Morena, conformada por partidos como “Hagamos” (de la U de G) “Futuro” (Kumamoto), el Partido del Trabajo, el partido Verde y Morena.

Según las estimaciones sondeadas en Jalisco, esta súper alianza partidista cuenta con una estructura de aproximadamente cien mil jaliscienses que están dispuestos a echar a Movimiento Ciudadano del Poder, pues fuentes consultadas aseguran que el gobierno de Enrique Alfaro se transformó en una empresa criminal.

Desapariciones forzadas, asesinatos, operaciones de narcotráfico, lavado de dinero, corrupción en el Poder Judicial, desvío de fondos públicos, negocios con la obra pública –y bienes raíces a gran escala operados desde la gubernatura –terminaron por hundir a Alfaro en sus aspiraciones presidenciales en el 2024 y frenaron su pretensión de retener la gubernatura para su partido.

Ahora, el Gobernador jalisciense busca afanosamente salvar su pellejo, es decir, evitar la cárcel. Analistas de Jalisco sostienen que los aliados de Movimiento Ciudadano enfrentan una tormenta política. Los miembros de MC – aseguran — “ya empezaron a sacar sus smokins para retirarse con honor del gobierno de Jalisco”. Como se observó en la película “Titanic”, la cauda de presuntos políticos y empresarios corruptos ya preparan su huida del estado.

Todo indica que el ganador de la encuesta de Morena en Jalisco es Carlos Lomelí Bolaños, pero tal dato se confirmará el viernes 10, cuando Morena dé a conocer el resultado de la encuesta.

Ricardo Ravelo

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Ricardo Ravelo Galó es periodista desde hace 30 años y se ha especializado en temas relacionados con el crimen organizado y la seguridad nacional. Fue premio nacional de periodismo en 2008 por sus reportajes sobre narcotráfico en el semanario Proceso, donde cubrió la fuente policiaca durante quince años. En 2013 recibió el premio Rodolfo Walsh durante la Semana Negra de Guijón, España, por su libro de no ficción Narcomex. Es autor, entre otros libros, de Los Narcoabogados, Osiel: vida y tragedia de un capo, Los Zetas: la franquicia criminal y En manos del narco.

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