Pero la retirada es un duro golpe para un político que pasó años esperando su momento como el teniente más leal de Trump, solo para ser el chivo expiatorio durante sus últimos días en el cargo, cuando Trump se convenció de que Pence de alguna manera tenía el poder de anular los resultados de las elecciones de 2020.
Por Jill Colvin
NUEVA YORK (AP) — El exvicepresidente Mike Pence abandonó el sábado su campaña por la candidatura presidencial republicana debido a las dificultades para recaudar fondos y avanzar en las encuestas.
“Después de mucho orar y deliberar, he decidido suspender mi campaña por la presidencia a partir de hoy”, dijo Pence en una reunión de la Coalición Judía Republicana en Las Vegas. “Siempre supimos que sería una batalla cuesta arriba, pero no tengo remordimientos”.
Pence es el primer candidato importante que abandona una contienda que ha estado dominada por su antiguo jefe convertido en rival, Donald Trump. Sus problemas ponen de manifiesto cuánto se ha transformado el partido con Trump. Un exvicepresidente sería un contendiente poderoso en cualquier primaria, pero Pence no ha conseguido una base de apoyo.
Pence: I have decided to suspend my campaign for president, effective today pic.twitter.com/RGncQnqngh
— Acyn (@Acyn) October 28, 2023
En su discurso, Pence no dio su apoyo a otro precandidato, pero empleó el lenguaje que ha usado hasta ahora para criticar a Trump.
“Exhorto a mis correligionarios republicanos aquí a dar a nuestro país un portaestandarte republicano que, como dijo Lincoln, apele a los buenos ángeles de nuestra naturaleza y no solo nos conduzca a la victoria, sino que lidere nuestro país con urbanidad”, dijo.
La decisión, a más de dos meses de las asambleas de Iowa a las que había apostado su campaña, salva a Pence del bochorno de no poder clasificarse para el tercer debate de las primarias republicanas, el 8 de noviembre en Miami.
Pero la retirada es un duro golpe para un político que pasó años esperando su momento como el teniente más leal de Trump, solo para ser el chivo expiatorio durante sus últimos días en el cargo, cuando Trump se convenció de que Pence de alguna manera tenía el poder de anular los resultados de las elecciones de 2020 y mantener a ambos hombres en el cargo, algo que no podía hacer un vicepresidente.
Aunque Pence evitó una crisis constitucional al rechazar el plan, atrajo la furia de Trump, así como la ira de muchos de los partidarios de este, que creyeron sus mentiras y todavía ven a Pence como un traidor.
Entre los críticos de Trump, mientras tanto, Pence fue visto como un facilitador que defendió al expresidente en todo momento y se negó a criticar incluso las acciones más indefendibles de Trump una y otra vez.
Como resultado, un estudio de Centro NORC de Investigación de Public Affairs y The Associated Press de agosto reveló que la mayoría de los adultos estadounidenses, el 57 por ciento, veía a Pence de forma negativa, y solo el 28% tenía una opinión positiva.