México

Catástrofes del porvenir

“Otis” es una advertencia, dicen científicos: vienen huracanes furiosos, sorpresivos

27/10/2023 - 10:12 pm

Meteorólogos describieron el pronóstico de lo después fue el huracán «Otis» como “un error casi incomprensible”, “un fracaso de proporciones épicas” y “simplemente un fracaso catastrófico”.

Ciudad de México, 27 de octubre (SinEmbargo).– La humanidad provocó este momento, dicen más científicos. Los mares más calientes son poderosas baterías que cargan los huracanes rápido y los vuelven eventos catastróficos, advierten. Y “Otis”, que arrasó con Acapulco y otros puntos en el Pacífico mexicano, es apenas una advertencia de lo que se dibuja en el porvenir.

Mientras el Gobierno de México intenta responder a la emergencia, The Washington Post dice esta tarde de viernes que cuando los residentes de Acapulco se fueron a dormir el lunes, el pronóstico del miércoles anunciaba ráfagas de viento y algunos aguaceros. “Se esperaba que ‘Otis’, una tormenta tropical común y corriente, sólo se ‘fortaleciera gradualmente’ en su camino hacia la costa. En cambio, ‘Otis’ se intensificó más rápido que cualquier otra tormenta registrada en el Pacífico oriental el martes y se convirtió en el huracán más fuerte que jamás haya azotado México, calificando a Acapulco como una ‘categoría 5 potencialmente catastrófica’”.

“Mientras los vientos se catapultaban a la categoría 5 el martes por la noche –dice el texto firmado por Matthew Cappucci y Jason Samenow–, los sorprendidos meteorólogos del Centro Nacional de Huracanes [de Estados Unidos] describieron la extrema intensificación de la tormenta como un ‘escenario de pesadilla’ y una ‘situación extremadamente peligrosa’. Nadie lo vio venir, pero con el cambio climático causado por el hombre calentando los océanos del planeta, esta situación podría volverse más frecuente”.

The Washington Post afirma que el lunes por la noche la mayoría de los modelos informáticos sólo simularon los vientos máximos de «Otis» que alcanzaron las 60 millas por hora o los 95 kilómetros por hora. Estos pronósticos aumentaron un poco el martes, cuando la tormenta mostró signos de ganar fuerza rápidamente. “En cambio, ‘Otis’ tocó tierra cerca de Acapulco con vientos de 165 millas por hora [265 kilómetros por hora], seguramente tomando por sorpresa a la mayor parte de la ciudad de un millón de habitantes”.

Los meteorólogos, dice el Post, describieron el pronóstico como “un error casi incomprensible”, “un fracaso de proporciones épicas” y “simplemente un fracaso catastrófico”.

“Las advertencias de huracán no se emitieron para la costa occidental del sur de México hasta las 2 de la mañana, aproximadamente 24 horas antes de tocar tierra, e incluso entonces, el pronóstico era de categoría 1. El pronóstico del Centro de Huracanes [de Estados Unidos] de las 9 de la mañana del martes, aproximadamente 15 horas antes llegada a tierra, era que todavía se requería una Categoría 1. No fue hasta las 3 de la tarde, menos de 12 horas antes de tocar tierra, que el pronóstico aumentó a Categoría 4”, menciona el reportaje.

Si bien los huracanes pueden sorprender a los meteorólogos, agregan los autores del texto, un error en el pronóstico del viento de casi 100 millas por hora [160 kilómetros por hora] es muy inusual. Pero algunos científicos del clima han advertido que una intensificación extremadamente rápida, que se hace más probable por los efectos del cambio climático causado por el hombre y el calentamiento de los océanos, conducirá a tormentas más impredecibles, dice The Washington Post.

La revista estadounidense Wired dijo hoy que la violencia del huracán Otis fue inesperada. “Escaló de tormenta tropical a evento de categoría 5 en menos de 12 horas. Nadie detectó a tiempo que Otis se convertiría en la peor tormenta de los últimos 30 años en el Pacífico. Los modelos no predijeron la intensificación del fenómeno con la antelación usual, lo que dejó a Acapulco, Guerrero, una región mexicana densamente poblada, con poquísimo tiempo para prepararse ante la catástrofe, ¿qué falló?”

“Las tormentas que se intensifican rápido son casos extraordinarios, pero incluso dentro de esas anomalías, Otis destacó. En general, se considera que un huracán se intensifica de forma rápida cuando los vientos aumentan su velocidad 55 kilómetros por hora en 24 horas. En el caso de Otis incrementaron 111 kilómetros por hora en un lapso de 12 horas. El Centro Nacional de Huracanes calificó tal cambio como ‘explosivo’. En el momento crucial, Otis cruzó el estado de Guerrero con vientos máximos sostenidos de 265 kilómetros por hora, según el Centro Meteorológico Especializado de la Organización Meteorológica Mundial (OMM)”, dijo la publicación.

Wired entrevista a Jorge Zavala Hidalgo, director e investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático en la Unviersidad Nacional Autónoma de México (UNAM). “Otis”, le dijo, fue categoría 5 y los fenómenos de este nivel son pocos, raros. “El ciclón tocó tierra con la más alta clasificación, cuando lo usual es que estos fenómenos alcancen la máxima categoría lejos de las costas y se debiliten al entrar al continente, pero sin duda su rasgo más memorable será haber cambiado tanto en tan poco tiempo”, explicó.

“No sabemos muy bien por qué no se pronosticó la intensificación con precisión, hay que hacer un análisis cuidadoso”, agregó el científico. La revista agrega: “Esto muestra a ‘Otis’ como un evento anómalo a ojos de la ciencia actual. El caso no invita, sin embargo, a tirar la ciencia que se usa para hacer los pronósticos. Es que el grado de error al pronosticarlo no está dentro de las estadísticas de errores. Esto se ve en la siguiente gráfica de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) que muestra el promedio del error de todos los pronósticos de todos los huracanes entre 1990 y 2022”.

Antes, ayer mismo, un texto de Seth Brenstein fechado en la Ciudad de México dijo que los científicos pasaban apuros para comprender cómo, y por qué, no vieron venir el huracán. “Los modelos computacionales usualmente confiables y los meteorólogos que los emplean no pronosticaron el fortalecimiento explosivo de ‘Otis’, dando pie a un escenario de pesadilla en el que una tormenta inesperadamente poderosa llegó a tierra a mitad de la noche”, explicó el periodista en la nota de The Associated Press.

“Al puerto de Acapulco se le informó que debía esperar una tormenta tropical cuya fuerza se encontraba apenas por debajo de la categoría de huracán, pero 24 horas más tarde, ‘Otis’ arremetió contra la costa mexicana con vientos de 266 kilómetros por hora, el peor ingreso a tierra de cualquier huracán del Pacífico oriental del que se tenga registro. En apenas 12 horas, la fuerza de ‘Otis’ se duplicó con creces —de vientos de 113 kilómetros por hora a 257 kilómetros por hora, lo que también impuso un nuevo récord— a medida que se aproximaba a la costa. Y se intensificó todavía más antes de azotarla”, escribió Seth Brenstein.

Por lo general, las tormentas ganan o pierden unos cuantos kilómetros por hora en un periodo 12 horas, aunque hay excepciones de meteoros que se intensifican entre 40 y 80 kilómetros por hora en un día, dice The Associated Press. Lo que sucedió con “Otis” fue simplemente una locura, dijo Brian McNoldy, investigador de huracanes de la Universidad de Miami. Pero esto coincide con una tendencia documentada de ciclones que se intensifican rápidamente con más frecuencia en las últimas décadas debido a las mayores temperaturas del agua relacionadas con el cambio climático, señalaron científicos.

Cinco expertos en huracanes le dijeron a The Associated Press que no estaban del todo seguros de qué fue lo que detonó el fortalecimiento de “Otis” y por qué no se vaticinó, en particular luego de que los meteorólogos han mejorado drásticamente sus pronósticos de intensidad en los últimos años. “Los modelos se equivocaron por completo”, dijo Kerry Emanuel, experto en huracanes y profesor de ciencias atmosféricas del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus iniciales en inglés).

Los expertos apuntan a la falta de datos sobre la tormenta y sus alrededores, y a que simplemente no se comprende del todo qué es lo que hace que una tormenta actúe como si consumiera esteroides.

Y eso realmente importa, porque en el caso de “Otis” el meteroro avanzaba hacia tierra cuando de repente se intensificó enormemente.

“Una cosa es que un huracán de categoría 5 toque tierra cuando lo estás esperando”, dijo McNoldy. “Pero que suceda cuando estás esperando que no pase nada es una auténtica pesadilla”.

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