La asociación civil denunció que en las estaciones migratorias revisadas tenían detenidos a niños, niñas y adolescentes, pese a ser esto ilegal; e incluso habían documentado casos de tortura, abuso sexual y uso excesivo de la fuerza contra personas migrantes por parte de elementos de la Guardia Nacional, el INM o la Policía.
Ciudad de México, 28 de octubre (SinEmbargo).– Las estaciones donde se detienen a personas migrantes en México son lugares donde se alojan en condiciones indignas y están sujetas a violaciones a sus derechos, que van desde abuso sexual a migrantes por parte de elementos de la Guardia Nacional hasta una falta de acceso a servicios de salud y alimentos, advirtió la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH).
La asociación civil denunció que en las estaciones migratorias revisadas tenían detenidos a niños, niñas y adolescentes, pese a ser esto ilegal; o bien se tenía un acceso limitado al agua potable, comidas de mala calidad, y habían incluso celdas de castigo para retener a quienes protestaran por las malas condiciones de las instalaciones. Además, han podido documentar casos de tortura, abuso sexual y uso excesivo de la fuerza contra personas migrantes por parte de agentes de la Guardia Nacional, del Instituto Nacional de Migración (INM) y cuerpos policiacos.
«En la Estación Migratoria de la Ciudad de México, la CNDH [Comisión Nacional de Derechos Humanos] reconoció a través de una recomendación, porque presentamos una queja, y derivada de la investigación que realizó la CNDH, este organismo reconoció que al interior de la estación migratoria, una persona detenida en este lugar fue víctima de tortura por parte de agentes migratorios, lo cual es gravísimo y se replica constantemente», remarcó Yoceline Gutiérrez, coordinadora en el área de Asilo de la asociación civil, en la presentación de su informe «Caminos en pausa: Condiciones de detención en estaciones migratorias de México».
Las estaciones monitoreadas por la Comisión fueron en las ciudades de Chetumal, San Luis Potosí, Hermosillo, Tapachula, Guadalupe y Ciudad de México. La detención de personas migrantes en estas estaciones, reportó la Comisión, se da de manera sistemática sin importar que sean solicitantes de asilo o refugiadas.
«Uno de los aspectos más preocupantes de la política migratoria del Estado mexicano es la detención sistemática de personas migrantes, solicitantes de asilo y refugiadas. Esto implica una clara criminalización del fenómeno migratorio, ya que la migración irregular es castigada de facto. Si bien en el caso mexicano la detención de personas migrantes es administrativa y no penal, las personas con situación migratoria irregular o indefinida son detenidas en centros de privación de la libertad administrados por el Estado», remarca el documento de la CMDPDH.
En el 2022, el Instituto Nacional de Migración registró más de 441 mil personas migrantes que ingresaron al país de manera irregular, es decir, sin los documentos que acreditaran su estancia en México.
La política migratoria mexicana, remarcó la asociación, es contraria a las disposiciones del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de Naciones Unidas respecto a la detención de personas migrantes irregulares, al realizar esto frecuentemente de manera arbitraria, injustificada, y sin permitir que soliciten una protección judicial o internacional.
TORTURA, USO EXCESIVO DE LA FUERZA Y ABUSO SEXUAL
En la estación migratoria de Chetumal, miembros de la CMDPDH identificaron un uso excesivo de la fuerza pública, ya que estas instalaciones se encuentran contiguas al edificio de la Policía Federal, lo cual hace a las personas migrantes susceptibles a enfrentamientos con elementos del cuerpo policial, quienes reprimieron a detenidos, «así como por agentes de la Marina en los casos en que se habían manifestado en favor de sus derechos».
«Además, ambas secciones de población dentro de la Estación Migratoria (secciones de hombres y de mujeres) colindan con el campo de tiro de la Policía, por lo cual, las personas detenidas escuchaban durante todo el día la detonación de armas. Esto no sólo supone una contaminación auditiva excesiva y perjudicial, sino que además genera un estado de estrés y pánico desmedido en el caso de personas cameruneses, quienes tienen experiencias traumáticas al encontrarse huyendo de un conflicto armado en su país de origen», anotó la Comisión.
Igualmente, las personas detenidas entrevistadas refirieron la existencia de una celda de castigo en la cual se llevaba a personas «revoltosas».
En otro caso, una mujer denunció a la CMDPDH que fue reprimida por elementos de la Marina durante una protesta y recibió un fuerte golpe en la cabeza, lo cual derivó en un ataque epiléptico para el cual no recibió ningún tipo de atención o asistencia médica.
Y en la estación migratoria de Hermosillo, varias de las mujeres refirieron a los integrantes de la asociación que cuando elementos de la Guardia Nacional las cateaban, eran abusadas sexualmente «con tocamientos en sus senos, glúteos y genitales»; mientras que los hombres denunciaron haber sido golpeados durante las revisiones y recibir amenazas de muerte.
«Por otra parte, se tiene conocimiento de que personal de la estación migratoria de Guadalupe ejerce actos de tortura al colocar esposas en las personas detenidas, realizar amenazas de utilizar choques eléctricos», reportó la CMDPDH.
Incluso, la Comisión registró al menos dos momentos distintos de revueltas en las cuales se incendió mobiliario para protestar contra las deplorables condiciones de detención en las estaciones, una en Hermosillo, Sonora, en 2020 y otra en el 2022 en Guadalupe, Nuevo León. Cabe recordar que apenas el pasado 27 de marzo, 40 migrantes fallecieron en un incendio en un centro de detención migratorio de Ciudad Juárez, después de que llevaran a cabo una revuelta con estas condiciones y por motivos similares a los antes citados.
La primera protesta indicada en el informe de la CMDPDH fue el 2 de abril de 2020 a raíz de la «la deficiente respuesta del INM para garantizar» la salud de los detenidos durante la pandemia de COVID-19, por lo que exigían una atención médica oportuna. Al negarse esto, algunos migrantes prendieron fuego a colchones y cobijas para reclamar sus derechos.
Y en Guadalupe, el 10 de junio de 2022 alrededor de 15 personas detenidas en la estación migratoria prendieron fuego a las colchonetas de la celda de hombres para protestar por la falta de comida, extorsión a manos de agentes migratorios y encierro en celdas cuando se quejaban; y fueron deportadas como castigo unos días más tarde.
ACCESO A SERVICIOS DE SALUD, AGUA Y ALIMENTOS DE CALIDAD
Además de los abusos y violaciones a derechos, la CMDPDH reportó condiciones de falta de acceso a servicios de salud, agua con olor putrefacto o su distribución usada «como moneda de cambio (…) a cambio de favores sexuales», y alimentos de mala calidad o repetitivos, sin consideración a las necesidades específicas de cada grupo de personas.
Con respecto a los servicios de salud, el informe cita: «Una mujer de nacionalidad hondureña manifestó que padecía trastorno bipolar de la personalidad. Por esto requería tomar medicamentos psiquiátricos de manera regular, los cuales no le habían sido proporcionados desde que fue detenida. Como consecuencia del estado emocional que esto le generaba, en diversas ocasiones intentó quitarse la vida dentro de la Estación Migratoria [de San Luis Potosí]».
Uno de los casos citados en Chetumal fue de mujeres que no tenían acceso a suplementos sanitarios menstruales, ni tampoco se les permitía lavar su ropa. En San Luis Potosí, si bien los dormitorios y sanitarios tenían un estado de limpio por la mayor parte, las cobijas no eran lavadas con regularidad, y en los dormitorios había un fuerte olor a humedad.
En Guadalupe, el acceso a agua tanto potable como no potable era difícil, y la comida que recibían migrantes era de «muy mala calidad». «Varias personas señalaron que los alimentos no eran buenos y que había personas con malestares estomacales o de otro tipo a partir de la alimentación que llevaban en la» estación migratoria, cita el informe.
A esto se sumó la falta de acceso a medios de comunicación, de manera que varias personas llevaban largos periodos de tiempo sin hablar con sus familiares o informarles de su situación; el cobro de parte de agentes migratorios para recibir asesoría jurídica, entre otras irregularidades en sus trámites migratorios.
Por esta razón, la asociación recomendó al Gobierno mexicano que evite la detención de personas migrantes en estos sitios, y que se respeten condiciones salubres y de trato digno dentro de las estaciones.