El mandatario señaló que la próxima administración será la que se encargue de llevar las negociaciones, pues su Gobierno sólo dejaría el proyecto y «posiblemente» la concesión.
Ciudad de México, 24 de octubre (SinEmbargo).- El Presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró esta mañana que su administración dejará las bases para el proyecto de transformar las vías de tren de carga para el servicio a pasajeros.
El mandatario explicó que espera que a más tardar en noviembre haya un propuesta para llevar a la práctica una cláusula que existe en las conseciones de trenes de carga para que el Gobierno pueda utilizar las vías vías para el servicio de transporte de pasajeros en todo el país.
“Nosotros consideramos que es importante llevar a la práctica esta cláusula. Primero, hablando con los concesionarios y dándoles a ellos la preferencia para que si se comprometen, en un tiempo razonable, a establecer el sistema de trenes de pasajeros en sus líneas concesionarias, puedan ellos llevar a cabo este servicio”, declaró.
“Si ellos no aceptan, quedaríamos en libertad para que el Estado pudiera llevar el servicio de trenes de pasajeros o concesionarlos a otras empresas. Sí lo vamos a hacer de una o de otra manera”, agregó.
Sin embargo, López Obrador señaló que la próxima administración será la que se encargue de llevar esas negociaciones, pues su Gobierno sólo dejaría el proyecto y «posiblemente» la concesión.
“Es una decisión que tienen que tomar las próximas autoridades, la próxima Presidenta o Presidente, a ellos les va a corresponder. Nosotros vamos a dejar el proyecto, posiblemente la concesión, y los términos para el inicio de operaciones, empezar a trabajar, mejorar las vías, electrificar, poner catenarias. Lo ideal es que fuera eléctrico, para no contaminar, se ahorraría muchísimo en cuanto a emisiones de gases a la atmósfera, y no saldría más caro el transporte de pasajeros, está demostrado”, afirmó.
Asimismo, el titular del Ejecutivo informó que Jorge Nuño Lara, Secretario de Comunicaciones y Transportes, le envió oficios para invitar a los representantes de empresas ferroviarias a dialogar sobre el tema, por lo que «ya se está avanzando».
“Yo espero que a más tardar en noviembre ya tengamos una propuesta. Lo que se está buscando es la aplicación de una cláusula que hay en las concesiones, según esta cláusula, el Gobierno puede utilizar las vías de trenes para el servicio de trenes de pasajeros en todo el país. Existe esta cláusula», dijo.
Además, recordó que el primer tramo del Tren Interurbano México-Toluca ya se inauguró, y que cuesta menos que otros transportes de pasajeros que van de la Ciudad de México a la capital mexiquense.
“’El Insurgente’ ya está en su primera etapa y está costando menos que lo que cuesta el transporte de pasajeros, y va a costar menos desde Toluca hasta la Ciudad de México, menos que moverse en transporte de pasajeros, en autobuses”, agregó.
El pasado 15 de septiembre, el Presidente, acompañado por el entonces Gobernador saliente del Estado de México, Alfredo del Mazo, y la nueva Gobernadora Delfina Gómez, inauguraron el primer tramo del Tren Interurbano México-Toluca.
Se trató de las primeras cuatro estaciones a lo largo de 20 kilómetros de extensión que van desde Toluca –la capital mexiquense– hasta Lerma. Las primeras cuatro estaciones inauguradas hoy son: Zinacantepec, Toluca Centro, Metepec y Lerma. “Esta obra”, dijo el Presidente López Obrador durante la inauguración, “es una muestra de que no dejamos obras inconclusas, aunque pudimos haber puesto pretextos” para no hacerla, ya que comenzó su construcción en el sexenio anterior, el del priista Enrique Peña Nieto.
López Obrador aseguró que era mejor continuar con la obra, ya que no se podían echar a la basura los 30 mil millones de pesos de la primera inversión realizada. Este primer tramo, de acuerdo con la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), costó 35 mil millones de pesos, así como la creación de 6 mil 500 empleos y 18 mil empleos indirectos.
El tabasqueño ya había manifestado sus deseos de recuperar las vías férreas para el traslado de personas, pues en el periodo de Porfirio Díaz se construyeron más de 20 mil kilómetros, que consideró, se están desaprovechando porque ya se cuenta con la infraestructura.
El Gobierno de López Obrador construye el Tren Maya, una obra que está prevista que se inaugure a finales de 2023 y un corredor transístmico para el desarrollo integral del Istmo de Tehuantepec.
LA VENTA DE TRENES
La primera ruta México-Veracruz fue inaugurada en 1873 durante la Presidencia de Sebastián Lerdo de Tejada. Los Ferrocarriles Nacionales de México fueron creados por Porfirio Díaz en 1907, sirvieron en la Revolución para transportar tropas y fueron nacionalizados por Lázaro Cárdenas del Río en 1937.
Pero en 1995 inició el proceso de privatización del sistema ferroviario mexicano al aprobarse una reforma al Artículo 28 Constitucional que permitió la inversión privada en ferrocarriles.
En diciembre de 1996, Transportación Marítima Mexicana, asociada con la estadounidense Kansas City Southern Industries y filial de Transportación Ferroviaria Mexicana, ofreció al Gobierno mil 400 millones de dólares por la concesión de tres mil 960 mil kilómetros de vías, más de tres mil locomotoras y alrededor de 10 mil vagones. Ese tramo de vías férreas, que movía el 40 por ciento de la carga, se conectó con vías de Estados Unidos y Canadá.
En junio de 1997, se pagó la concesión de 50 años por 4.5 millones de dólares del Ferrocarril Pacífico Norte al Grupo Ferroviario Mexicano (GFM) formado por Grupo México, Ingenieros Civiles Asociados (ICA) y la norteamericana Union Pacific, de la que fue consejero el expresidente Ernesto Zedillo. La empresa Ferrocarril Mexicano (Ferromex) empezó a operar la línea de seis mil 200 kilómetros un año después.
En octubre de 1997, se dio la concesión por 20 años de la línea corta Coahuila-Durango, al Grupo Acerero del Norte asociado a Industrias Peñoles, así como la concesión por 20 años de la línea corta Tijuana-Tecate a Medios de Comunicación y Transporte de Tijuana.
Y en julio de 1998 julio se anunció la concesión del Ferrocarril del Sureste por 50 años al Grupo Triturados Basálticos (Tribasa) por 322 millones de dólares.
Las ventas se dieron bajo el argumento oficial de que 81 por ciento de las vías estaban deterioradas y el parque de vehículos operaba a 60 por ciento de su capacidad.
Para agosto de 1999, Ferrocarriles Nacionales de México dejó de administrar y operar las vías generales de comunicación ferroviaria y de prestar el servicio público de transporte ferroviario.
-Con información de Dulce Olvera