El virus, aunque conocido hace décadas, ha mutado en los últimos años y se ha extendido a ciertas aves silvestres y algunos mamíferos. La clave para enfrentar los brotes en el mundo, sobre todo en esta temporada de migración y de invierno, es la vigilancia y la prevención y atención de los casos.
Ciudad de México, 28 de octubre (SinEmbargo).– Los pájaros escúas polares suelen medir medio metro de largo y pesan entre poco más de 900 gramos y hasta 1.6 kilos. Se alimentan, según los expertos, de peces, otras aves más pequeñas, conejos o carroña. Son similares a una gaviota y su pecho tiene forma de barril. Su hábitat natural es la Antártida.
Apenas esta semana, expertos del British Antarctic Survey (BAS), alertados por una alta mortalidad de esta especie en la Isla Pájaro, que es territorio británico, descubrieron que los animales habían padecido de influenza aviar, mejor conocida como «gripe aviar». Es la primera vez que se detecta en este región, en ese indómito continente.
Las afectaciones, advierte el Comité Científico para la Investigación en la Antártida, podrían impactar sobre todo en poblaciones locales de lobos marinos, leones marinos y gaviotas, así como pingüinos y otras aves y mamíferos salvajes, dos familias que ya han sufrido contagios y muertes por la gripe aviar.
Tan sólo en octubre, Estados Unidos detectó que una cepa de gripe aviar altamente patógena había hecho su primera aparición de la temporada en aves de corral para consumo humano en Estados Unidos, tras encontrarse en una granja de pavos de Dakota del Sur y a otra de Utah, lo que suscitó inquietudes de que se puedan presentar más brotes.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos confirmó la presencia de gripe aviar, mortal para las aves de corral comerciales, en una granja de 47 mil 300 pavos del condado Jerauld, Dakota del Sur, el 4 de octubre, y en una granja con 141 mil 800 aves en el condado de Sanpete, Utah, el viernes 6 del mismo mes.
Son los primeros brotes que se registran en granjas comerciales del país desde que la enfermedad afectó a dos granjas de pavos en Dakota del Norte y Dakota del Sur en abril. Por lo general se sacrifica a las aves infectadas para evitar que se propague la enfermedad, y posteriormente se descontaminan las granjas.
BROTES QUE PREOCUPAN
Aunque las aves silvestres no suelen mostrar síntomas de gripe aviar, las infecciones son motivo de preocupación en la industria avícola, ya que las aves migratorias pueden propagar la enfermedad a granjas comerciales. Y precisamente octubre, noviembre y diciembre son meses en que las aves suelen migrar del norte al sur del continente americano para evitar el invierno más fuerte.
«La influenza aviar es una enfermedad vieja, conocida desde 1959, la situación es que como hay más aves de corral y más interacción con aves silvestres, sobre todo las acuáticas, que son un reservorio de estos virus, se ha facilitado su evolución: ya empieza a enfermar y matar a aves silvestres y mamíferos, tanto marinos como terrestres, en forma esporádica», explicó a SinEmbargo Gary García Espinosa, doctor de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia UNAM.
«Siempre se ha controlado, la pandemia que tuvimos en 2020-2021-2022 fue un parteaguas, porque a partir de ahí se diseminó a América. El H5, virus de alta patogenicidad, es el que preocupa de alguna manera, se vuelve una necesidad la vigilancia sanitaria de las aves silvestres, las medidas de bioseguridad deben establecerse, lo difícil es mantenerlas: si se falla, es difícil de contenerse», añadió.
En ello coincide con Jesús Torres Flores, Virólogo de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional. «La sepa es la H5N1, que tiene desde 2019 circulando, esta es la que preocupa, porque se deben sacrificar las aves y también se transmite por aves migratorias, entonces preocupa la fauna silvestre, hay brotes aislados en varias partes del mundo, son escandalosos porque se tienen que sacrificar a todas las aves», dice a SinEmbargo.
«Lo único que se puede hacer es la vigilancia activa, porque es importante cuidar aves de corral, las perdidas económicas son importantes. México tiene un sistema bastante bueno de vigilancia de influenza aviar, por eso los brotes no son tan frecuentes como en otros países, aunque podría volver a México, porque pasan las aves desde América del Norte y Sudamérica, y viceversa, aunque no ha habido reportes por ahora», indicó.
Esta semana, dos granjas comerciales de pavos en Iowa han sido afectadas por un repunte de gripe aviar, lo que provocó que se sacrificaran alrededor de 100 mil aves para evitar que la enfermedad se propague. Según el Departamento de Agricultura de EU (USDA por sus iniciales en inglés), 12 averíos comerciales en Dakota del Sur, Utah y Minnesota han resultado afectados desde octubre, para un total de más de medio millón de aves.
El año pasado, la gripe aviar les costó a los productores avícolas de Estados Unidos casi 59 millones de aves en 47 estados, incluidas gallinas ponedoras, así como pavos y pollo criado por su carne, convirtiéndose en el peor brote de la historia, según cifras del USDA.
Pero los estadounidenses y los animales de la Antártida no son los únicos en sufrir las afectaciones de una gripe aviar que ha resurgido sobre todo a partir de 2020-2021 y desde entonces ha provocado diversos brotes en todo el mundo.
Un estudio publicado en Nature el 18 de octubre, y encabezado por científicos de la Universidad de Hong Kong, indica que, según sus propios cálculos, desde esa temporada, es decir en apenas tres años, han muerto o tenido que ser sacrificadas 250 millones de aves.
LA IMPORTANCIA DE LA VIGILANCIA
Tan solo este mes, Sudáfrica ha tenido que sacrificar, por ejemplo, unos 7.5 millones de pollos, para contener una docena de brotes de dos cepas diferentes de la gripe aviar. Se trata, indicó The Associated Press, de entre el 20 y 30 por ciento de las reservas del país. Del total de sacrificados están incluidos unos 5 millones de huevos, lo que podría generar desabasto en la región.
«Las curvas de estos brotes no son estáticas, sino dinámicas», explicó García Espinosa. La vigilancia en México, detalló, «está mostrando que son tres virus los que más circulan (H5N1, H7N3 de alta patogenicidad; H5N2 de baja)». Pero septiembre, octubre y noviembre son los meses de migración de aves acuáticas de Estados Unidos y Canadá. Las aves silvestres podrían traer el virus a las partes bajas del continente.
«Dependiendo del clima se van a ubicar las aves: entre más frío, las aves se moverán más al sur, pero depende también del cambio climático; por ahora no hay nada relevante, pero estamos en octubre, en noviembre estarán más aves, depende del clima, ahí veremos si se detectan brotes», tanto en México como en otros países.
En agosto, la organización SEO/BirdLife alertó que la gripe aviar ya está afectando a las aves acuáticas, un virus que ya se ha detectado a unas 400 especies de aves distintas y que actualmente se encuentra en una «rápida expansión» hacia el hemisferio sur.
La organización ha señalado a la gaviota cabecinegra, tridáctila y de araos como las más sensibles al contagio de esta enfermedad. Según la organización ecologista, el comportamiento de las colonias durante el periodo reproductivo en alcatraces y charranes es idóneo para la propagación del virus. Ello se debe a que los adultos toman tierra apenas una vez al año durante pocos meses para construir sus nidos, por lo que estas colonias albergan gran parte de la población de algunas especies, lo que facilita el contagio.
Esto lo confirma un estudio publicado hace una semana en la revista especializada Biological Conservation, donde los autores concluyen que la gripe aviar –en su subtipo H5N1– «ha afectado al menos a 100 mil 485 aves salvajes que pertenecen a unas 24 especies, algunas de ellas amenazadas; todas ellas murieron a causa de este virus». «Este patógeno ha matado, por ejemplo, al 20 por ciento de la población de pelícanos que habitan en áreas protegidas de Perú», alertaron.
El estudio publicado en septiembre por los CDC –Centros para el Control y Prevención de Enfermedades– de EU indica que «la cantidad de brotes de influenza aviar en animales e infecciones en personas notificados están aumentando en todo el mundo». «Entre el 2013 y el 2022 la cantidad de brotes de influenza aviar en animales y de infecciones en personas no solo aumentaron en cantidad, sino que se detectaron en un área geográfica más grande, además de entre cada vez más categorías diferentes de animales», aseveró.
«Estos hallazgos son especialmente relevantes en el marco de los brotes de influenza aviar H5 en curso en todo el mundo y en los Estados Unidos en aves de corral de cría y comerciales y aves silvestres y, esporádicamente, en algunos mamíferos, con un caso en un ser humano notificado en los Estados Unidos y otros en el resto del mundo», subrayaron.
«La vigilancia de influenza aviar siempre ha sido prioritaria, incluido México: se vigilan los virus que circulan, las especies, incluso de los humanos. Te permite que la vigilancia genética sea más sencilla. Y siempre debe estar activa la vigilancia, así se previenen brotes y se entienden mejor los puntos de riesgo: la vacuna por ejemplo para los humanos se hace con la predicción del o los virus que circulan y con eso se vacuna», explica Torres Flores.
LA EMERGENCIA ES INMEDIATA
La Organización Mundial de Sanidad Animal coincide, ya que en su informe de finales de septiembre y principios de octubre asegura que la temporada de gripe aviar continúa con 9 brotes reportados en aves de corral y 16 en otro tipo de aves, así como en mamíferos, en el último mes: se ubican en África, América y Europa.
La Organización Panamericana de la Salud indicó en su última «Evaluación del riesgo para la salud pública relacionada con los brotes de influenza aviar altamente patógena (IAAP) A(H5N1) en especies animales en la Región de las Américas», con fecha del 20 de septiembre, que el riesgo general regional es bajo. Sin embargo, calificó como «alto riesgo» el de una «capacidad insuficiente para prevención y control con los recursos disponibles para la salud pública» en la región.
«Recientemente, se ha observado un incremento en los informes de transmisión del virus desde aves silvestres hacia algunas especies de mamíferos en diversos países de la región americana. Esto probablemente sea consecuencia de la alta prevalencia del virus en las poblaciones de aves en estas regiones. A pesar de esto, aún hay evidencia limitada de mutaciones asociadas con la adaptación a mamíferos y humanos, incluso cuando se ha documentado transmisión en mamíferos. El aumento en la detección de la influenza aviar A(H5N1) entre mamíferos, que están biológicamente más cercanos a los humanos que las aves, genera preocupación de que el virus pueda adaptarse para infectar a los humanos con mayor facilidad. Sin embargo, en la actualidad, el riesgo de infección para los humanos sigue siendo bajo y no se ha informado de transmisión sostenida de persona a persona», informa la OPS.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recordado que actualmente ya hay vacunas contra la gripe aviar A (H5N1) para uso humano en caso de pandemia, pero «no están ampliamente disponibles». Por ello, recomiendan que todas las personas que trabajen con aves de corral o pájaros se vacunen contra la gripe estacional para reducir el riesgo potencial de reagrupación.
Mientras tanto, el organismo, a través de su Sistema Mundial de Vigilancia y Respuesta a la Gripe (SMVRG), está vigilando la evolución del virus, realizando evaluaciones de riesgo y recomendando el desarrollo de nuevos virus candidatos a vacuna «con fines de preparación para pandemias».
«En los brotes aviares», explica el experto del Politécnico, «la emergencia es inmediata, no a nivel de pandemia, pero sí se toma en cuenta economía y también la salud humana, en el sentido de que si empieza a haber evolución del virus infectando aves, puede desarrollar características para ir por el humano, por eso es clave controlar los brotes locales», indicó.
Su versión del peor escenario, explica Torres Flores, tendría que incluir dos variantes que coincidan en tiempo y espacio: «Que se contagiara eficientemente de humano a humano y que fuera altamente patógeno, que fuera grave». Sin embargo, y aunque ambos expertos no descartan que pueda ocurrir, el virus aún no ha evolucionado lo suficiente para ser capaz de ir de humano en humano.
La OPS es igual de contundente: «Por el momento, los casos de influenza aviar en humanos asociados con esta epidemia de H5N1 son aislados. En la región se han registrado tres infecciones humanas: en Estados Unidos (abril de 2022), Ecuador (enero de 2023) y Chile (marzo de 2023). En ninguno de estos casos se ha identificado una transmisión sostenida entre personas. Sin embargo, es esencial mantener y fortalecer una vigilancia sobre estos casos, pues no podemos descuidar el riesgo de una potencial pandemia derivada de un virus de influenza aviar».
¿ESTAMOS PREPARADOS PARA UN BROTE?
Ambos expertos coinciden en que México tiene un excelente sistema de vigilancia, así como la experiencia para enfrentar un brote de gripe aviar. «Desde el punto de vista de aprendizaje, ya se tuvo en 1993-1994 en aves de corral, y se han mejorado protocolos y capacidad de respuesta. En ese sentido estamos preparados, veo una evolución», asegura García Espinosa.
La clave es no permitir que se olviden las experiencias de 2022 y anteriores. «Si olvidamos lo que hacen los virus, no aprendimos nada como sociedad, hay que aceptar la realidad de que nos puede rebasar si no estamos atentos como sociedad y Gobierno. El virus puede repuntar a pesar de la preparación, de la vigilancia, pero en términos realistas se tiene la experiencia, los avicultores también, laboratorios, veterinarios, se tiene, estamos mejor preparados», concluye de forma positiva el experto de la UNAM.
Para el experto, su peor escenario es que «el virus ingresara y que no se pueda controlar, que no se avise con anticipacion, que falle la vigilancia constante, porque se disemina muy rápido. Ya lo vimos con el H7N3 en el 2012; ya lo vimos con el H5N1 el ño pasado, en Estados Unidos, en Europa… El SARS-CoV2 [el coronavirus que causó una pandemia en humanos entre 2020 y 2023] también sería un escenario de algo que queremos evitar: se necesita buena comunicación entre autoridades y granjas, reportar enfermedades, la bioseguridad… Eso lo tenemos, falta que no se deje pasar», finalizó.