La Fiscalía de Sinaloa reconoció la presencia de las pancartas en puentes de la entidad; sin embargo, no ha podido confirmar su autenticidad ni quién las colgó. Un exagente de la DEA piensa que el Cártel de Sinaloa siente presión ante el aumento de la recompensa por la captura de "Los Chapitos", por lo que buscan crear "una enorme cortina de humo para quitarse la presión".
Ciudad de México, 2 de octubre (AP).— Pancartas aparentemente firmadas por una facción del Cártel de Sinaloa aparecieron el lunes en el norte de México, en las que el grupo promete dejar de lado la venta y producción de fentanilo, un opioide sintético.
Pero los expertos no tardaron en poner en tela de juicio las afirmaciones, y aseguraron que el fentanilo —el cual ha provocado decenas de miles de muertes por sobredosis en Estados Unidos— sigue siendo una de las drogas más rentables del Cártel.
Elementos de la Fiscalía de Sinaloa confirmaron la presencia de las pancartas en puentes y cerca de algunas carreteras, pero no pudieron determinar su autenticidad ni quién las colgó.
En Sinaloa fueron colocadas varias mantas con mensajes donde “queda prohibida la venta o tráfico de fentanilo”. El mensaje, supuestamente firmado por “Los Chapitos” destaca por su buena redacción y términos no muy comunes entre las narcomantas. pic.twitter.com/Yf0uydQXNu
— David Ordaz (@david_ordaz) October 2, 2023
Las pancartas, con estampado profesional, supuestamente iban firmadas por los hijos del encarcelado capo de la droga Joaquín “El Chapo” Guzmán, y en ellas se asegura que han prohibido la venta o producción de fentanilo en el estado de Sinaloa, en el norte del país. Los hijos son conocidos como “Los Chapitos”, en referencia a su padre.
Mike Vigil, exdirector de operaciones internacionales de la DEA, dijo que existe evidencia concreta de que el Cártel de Sinaloa "es el mayor productor de fentanilo en México” y que no ha habido indicios de que se esté distanciando del narcótico.
“Pienso que los Chapitos comenzaron a sentir la presión cuando se aumentó la recompensa por su captura. Creo que intentan crear una enorme cortina de humo para quitarse la presión”, manifestó Vigil. “Es casi como una gran campaña para convencer a Estados Unidos de que ellos no están involucrados. No es más que pura propaganda”.
Ovidio Guzmán López, uno de los Chapitos, fue extraditado el mes pasado por México a Estados Unidos para enfrentar cargos por narcotráfico y lavado de dinero, entre otros. Las fuerzas de seguridad mexicanas capturaron a Guzmán López, alias “El Ratón”, en enero pasado en Culiacán, capital de Sinaloa.
En mayo, los Chapitos aseguraron en una carta que no estaban involucrados en el tráfico de fentanilo y que sólo eran chivos expiatorios.
Pero Vigil sostiene que es falso que el Cártel haya dejado de producir fentanilo, porque “es lo que les deja más dinero”. También aseguró que el resto del Cártel de Sinaloa “nunca estaría de acuerdo” con cualquier cosa que ponga fin a la lucrativa producción.
“La estrategia del Cártel de Sinaloa es distanciarse de las drogas a base de plantas”, como la cocaína, marihuana y heroína, señaló Vigil. Dejar de lado el fentanilo — lo que fortalecería al Cártel Jalisco Nueva Generación — le daría al CJNG "las llaves para prácticamente opacarlos en términos de dinero".
Fiscales federales de Estados Unidos desprecintaron en abril las actas de acusación en contra de Ovidio Guzmán y sus hermanos. Detallaron cómo después de la extradición y eventual condena de su padre en Estados Unidos, los hermanos enfocaron la organización delictiva cada vez más en drogas sintéticas como las metanfetaminas y el fentanilo.
El acta, desprecintada en Manhattan, señalaba que su objetivo era producir enormes cantidades de fentanilo y venderlo al menor precio. El fentanilo es tan barato de producir que le deja al Cártel enormes ganancias incluso vendiéndola al por mayor a 50 centavos de dólar por píldora, señalaron los fiscales.
Los Chapitos se dieron a conocer por actos de violencia extrema que parecían rebasar cualquier noción de moderación que mostraron las generaciones anteriores de capos.
El fentanilo se ha convertido en una de las máximas prioridades en la relación bilateral de seguridad entre México y Estados Unidos. Pero el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que su país es un punto de tránsito para los precursores que provienen de China con dirección a Estados Unidos, a pesar de las aseveraciones de Washington y de sus propias fuerzas armadas de que hay una enorme producción de fentanilo en México.
Se calcula que el año pasado ocurrieron alrededor de 109 mil 680 muertes por sobredosis en Estados Unidos, según cifras de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. Unas 75 mil de ellas estuvieron vinculadas con el fentanilo y otros opioides sintéticos.
Los fiscales estadounidenses afirman que buena parte de la producción se lleva a cabo dentro y en las inmediaciones de Culiacán, en donde el Cártel de Sinaloa prácticamente ejerce control absoluto.