Veracruz es rico en danzas tradicionales pero hay una que resalta y esa es la de los Voladores de Papantla, una ceremonia que aún pasa de generación en generación.
Ciudad de México, 1 de octubre (SinEmbargo).- México es un país que tiene mucho que ofrecer a quien lo visita, tanto nacionales como internacionales, basta con observar sus zonas arqueológicas, disfrutar de su comida, relajarse en sus playas, caminar por sus bosques, tomar una de sus bebidas tradicionales y ser testigo de las danzas que forman parte de las tradiciones y la identidad. Una de esas danzas es la de los Voladores de Papantla, originaria de la región Totonaca de Veracruz se realiza en varios estados del país, pero ¿cuál es el significado de esta danza? ¿Qué elementos se relacionan a su vestimenta? Aquí compartimos algunos datos que ayudarán a conocer qué hay detrás.
La Danza Ritual de los Voladores de Papantla es una única, representativa de la cultura veracruzana y mexicana, su impacto y valor es tan grande que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) la reconoce desde el 2009 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Los Voladores de Papantla es una ceremonia que se asocia a la fertilidad, para realizarla 5 personas que suben un mástil que se fabrica con el tronco de un árbol, puede medir de 18 a 40 metros de altura, uno de los hombres se coloca en lo alto del mástil, se sienta y toca una flauta y tambor en honor al sol, a los cuatro vientos y a los puntos cardinales, mientras que los otros 4 danzantes se atan de los pies y se lanzan al vacío, ellos giran para imitar el vuelo de los pájaros, conforme van bajando la cuerda se desenreda poco a poco hasta que llegan al suelo. Un dato a destacar es que cada danzante da 13 vueltas que al sumarse dan 52, el número de los años de un ciclo solar.
"Su objeto es expresar el respeto profesado hacia la naturaleza y el universo espiritual, así como la armonía con ambos", se lee en la página de la UNESCO. "La danza ritual de los voladores representa un medio de hacer revivir el mito del universo, de modo que esta ceremonia expresa la visión del mundo y los valores de la comunidad, propicia la comunicación con los dioses e impetra la prosperidad".
Un elemento importante es la vestimenta, esta se compone de un pantalón rojo y camisa blanca, un gorro cónico adornado con una especie de penacho que hace alusión al quetzal, las flores del traje representan la naturaleza y la fertilidad de la tierra; también llevan listones de colores que recuerdan al arcoíris, mientras que los espejos son por los rayos del sol.
Esta danza se aprende desde la niñez, por lo que existe la Escuela de Niños Voladores, que se encuentra en el Parque Takilhsukut, en ella estudian cerca de 65 niños y jóvenes. Los niños inician danzando al nivel del suelo, cuando se sienten listos avisan a sus maestros para avanzar al siguiente nivel. Además se les enseña lengua totonaca para preservar la cultura.