María Rivera
21/09/2023 - 12:01 am
Plagio
"Ahora, los mismos que criticaban con iracundia están en un serio problema, porque no es lo mismo señalar la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio".
Yo no sé en qué cabeza cabe, querido lector, elegir a una persona como candidata y no revisar que no haya cometido las mismas prácticas que la oposición ha denunciado y usado como bandera política contra los morenistas. El escándalo reciente del plagio de la senadora y aspirante a la candidatura presidencial, Xóchitl Gálvez, es realmente el colmo viniendo del frente opositor. La senadora ha reconocido que en su trabajo de titulación plagió párrafos (aunque según investigaciones de periodistas, plagió en muchas más ocasiones) y ha tratado de justificarlo diciendo que nomás poquito y que no importa. Cínica y desvergonzadamente, piensa y se atreve a decir que fue nomás una trampita… total, qué tanto es tantito, como dice la cultura popular de la trasgresión a la ley.
El problema, querido lector, es que durante meses la oposición y sus simpatizantes han usado, sistemáticamente, la denuncia de plagio como un arma política contra funcionarios de la 4T y, los policías del plagio, se han abocado a encontrar todas y cada una de las faltas en que han incurrido en esta materia para hacer escarnio de los tramposos. El caso de la ministra Yasmín Esquivel es ejemplar y, como todos sabemos, se convirtió en un escándalo público y bandera política de la oposición (y con razón). Ríos de tinta hasta hacer charcos han corrido sobre la práctica indebida del plagio y contra los tramposos impunes.
Ahora, los mismos que criticaban con iracundia están en un serio problema, porque no es lo mismo señalar la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio. La senadora panista que han presentado como “un fenómeno”, está convirtiéndose a una velocidad asombrosa en un fenómeno de la deshonestidad y la corrupción. Ya sea por la manera en que adquirió su casa, los conflictos de interés en que ha incurrido con sus empresas y ahora, para colmo de males, como plagiaria, cínica y desvergonzada.
No sorprende, sin embargo, porque es evidente que la cúpula empresarial y partidista escogió a Gálvez precisamente porque pensaron que sus debilidades serían una fortaleza. Digamos, escogieron un perfil acorde con lo que creen que es el lopezobradorismo: más que una política profesional, una aficionada sin escrúpulos, lenguaraz y mentirosa, que lo mismo dice una cosa que dice otra.
Ese perfil, sin embargo, tiene más que ver con Vicente Fox en su etapa decadente que con López Obrador, pero la oposición es incapaz de verlo, encandilada con la idea de que la gente es estúpida, se dejó seducir por un mesías populista, nomás. Y piénselo, querido lector, la brillantez del plan: poner a alguien “que hable como el pueblo” y como la gente es meramente idiota, pues ya: elección ganada. A mí, no deja de sorprenderme la enorme limitación que tienen para leer correctamente el ascenso de Morena y la amplia aceptación del presidente entre la población y tampoco el cinismo con el que han podido lanzar como candidata a quien reúne varias de las características que durante todo este sexenio criticaron rabiosamente … lo del plagio, sin embargo, ya es “too much”, como dijera una maestra mía.
El problema para la oposición, querido lector, es que la candidata Gálvez será una candidata en clara desventaja en asuntos en los que la oposición, si fuera mínimamente congruente, debería tener fortaleza, y que son los asuntos que han sistemáticamente criticado ¿qué harán ahora para respaldar a una plagiaria? ¿exigirán que se investigue e intentarán que no sea candidata? ¿le darán el mismo trato que a la ministra Esquivel? ¿escribirán columnas y columnas sobre la deshonestidad que implica la trampa? ¿o darán maromas y maromas para justificar lo injustificable, legitimar a la tramposa?
¿Eso quieren para el país?
Naturalmente, esto que está pasando obedece a una razón muy simple: eligieron a quien no ha tenido suficiente carrera política, ni ha tenido que batirse en las cruentas arenas de la política, no ha sido puesta a prueba, una especie de novatada. Si hubiesen hecho un proceso serio de elección de candidato con una competencia real, las debilidades de Gálvez hubieran salido a la luz en su proceso interno, nadie habría declinado y no habría “ganado” la candidatura. En su lugar, designaron por dedazo a una candidata que tiene muchas más debilidades de las que imaginaron, y obligaron a declinar a todos los contendientes para que no hubiera competencia alguna.
El resultado es sencillamente decepcionante: una candidata que no podrá competir con otra candidata que desde el punto de vista profesional y académico es muy superior. Plagiaria, y con serias dudas de su probidad como funcionaria, Gálvez ya ha perdido contra Claudia Sheinbaum, quien la rebasa por varios kilómetros en esos aspectos: ha ocupado el segundo cargo más importante del país, y es una destacada académica. Justamente, esos eran los requisitos mínimos para quien quisiera seriamente competir con ella. No basta la diatriba y las groserías de la panista para enfrentar la trayectoria profesional de la morenista. El hecho de que Gálvez haya plagiado su trabajo de titulación exhibe que su deshonestidad es de larga data y que los señalamientos de su poca probidad tienen cada vez más sustento. También, debería descalificarla como candidata presidencial, por ser una consabida tramposa.
Es un ridículo mayúsculo que por ella hayan declinado no solo quienes tenían mejores capacidades, sino quienes, por lo menos, no plagiaron sus tesis de licenciatura… Increíble, querido lector.
Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que SinEmbargo.mx no se hace responsable de los mismos.
más leídas
más leídas
opinión
opinión
26-12-2024
26-12-2024
26-12-2024
26-12-2024
25-12-2024
25-12-2024
24-12-2024
24-12-2024
23-12-2024
22-12-2024
destacadas
destacadas
Galileo
Galileo