Autoridades federales y del AICM anunciaron que la reducción del número de vuelos por hora se aplazaría hasta el 8 de enero, y no el 29 de octubre como inicialmente se había previsto.
Ciudad de México, 7 de septiembre (AP) — El Gobierno mexicano decidió posponer hasta enero del próximo año el recorte de 17 por ciento del número de vuelos en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), el de mayor tráfico aéreo del país, tras los cuestionamientos que hicieron asociaciones locales e internacionales que advirtieron que la medida afectaría las operaciones, la conectividad, y el turismo.
La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), el AICM y la Secretaría de Marina (Semar) anunciaron ayer en un comunicado conjunto que se aplazará hasta el 8 de enero la reducción del número de vuelos por hora de 52 a 43 en el aeropuerto capitalino, medida que inicialmente se había previsto que entraría en vigor el 29 de octubre. La terminal aérea fue diseñada para manejar aproximadamente 61 vuelos por hora, pero esa cifra fue recortada a 52.
El Gobierno indicó que la medida de reducción de vuelos "no aplicará a vuelos internacionales".
Tanto la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) como la Cámara Nacional de Aerotransportes habían rechazado en los últimos días la medida, que fue anunciada a finales de agosto, alegando que se tomó sin respetar los procedimientos consultivos con los operadores y usuarios, y evaluar los riesgos técnicos y operacionales y el análisis de los expertos.
Las asociaciones empresariales alertaron que la reducción de los vuelos afectaría negativamente a los pasajeros, a las aerolíneas y a los trabajadores del sector.
El AICM tiene problemas de mantenimiento, y algunas áreas se han inundado o se perciben olores de aguas residuales en ellas. Pero la Cámara Nacional de Aerotransportes dijo que eso se debe a que el Gobierno usa los ingresos del puerto aéreo para pagar por la cancelación de la construcción de otro aeropuerto.
La IATA también cuestionó la decisión que tomó el año pasado el Gobierno mexicano de reducir la capacidad del terminal capitalino de 62 a 52 vuelos por hora, y planteó que el problema principal en el AICM no es la capacidad de operaciones, sino la antigüedad y el deterioro de la infraestructura que requiere intervención inmediata para modernizar las terminales 1 y 2.
Cuando el Presidente Andrés Manuel López Obrador asumió el cargo en diciembre de 2018, casi de inmediato canceló el proyecto de su predecesor Enrique Peña Nieto para un nuevo aeropuerto de mayor tamaño en el cercano municipio de Texcoco, el cual ya estaba parcialmente construido.
En su lugar, López Obrador construyó una nueva terminal en una base aérea del Ejército ubicada mucho más al norte, pero en general, los pasajeros y las aerolíneas no han querido utilizar ese aeropuerto -llamado "Felipe Ángeles"- porque está más lejos.
Deseoso de hacer ver al "Felipe Ángeles" como una opción más barata que terminar de construir el aeropuerto de Texcoco, López Obrador no utilizó fondos del Gobierno para pagarle a inversionistas y contratistas el dinero que se les debía por los trabajos que habían realizado en el proyecto cancelado. En lugar de ello, se usaron las cuotas del aeropuerto viejo de la ciudad para pagarles, en vez de invertirlas para darle mantenimiento o realizarle mejoras.
En medio de las críticas generadas por la medida de reducción de los vuelos, la calificadora Fitch Ratings puso esta semana en perspectiva negativa el fideicomiso del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, que tiene bonos por cuatro mil 200 millones de dólares. Según la empresa calificadora la revisión se acordó ante las crecientes preocupaciones sobre la capacidad del proyecto para abordar sus importantes necesidades de mantenimiento y la importante congestión de pasajeros.
"Si bien estos problemas no son nuevos, se han agravado y han provocado un deterioro acelerado de la condición física de las instalaciones, hasta el punto en que los clientes y empleados podrían resultar heridos", Fitch Ratings en un comunicado difundido por medios locales.
Mientras persisten los problemas en el principal terminal aéreo del país, el Gobierno de López Obrador sigue avanzando en sus planes de entregar a los militares en manejo de algunos aeropuertos.
El director general del AICM, Carlos Velázquez, dijo a medios locales que la Sema asumirá el control del Aeropuerto Internacional de Toluca como parte de una estrategia para la unificación entre seis y siete terminales aéreos, entre ellos los de las localidades de Matamoros, Ciudad del Carmen, Loreto, Guaymas, Obregón y Colima. El Gobierno también le entregó a la Semar el manejo del aeropuerto de la capital mexicana.