“Nixon [expresidente de Estados Unidos] y Kissinger [exsecretario de Estado de los Estados Unidos] fueron artífices de la conspiración [contra el Presidente Salvador Allende] y de la conexión interna”, acusó Eduardo Loyola Osorio, integrante del Partido Socialista de Chile y expreso político, quien fue testigo durante su juventud del golpe de Estado contra el mandatario chileno.
Ciudad de México, 1 de septiembre (SinEmbargo).- “El Presidente Allende, y está registrado en los Estados Unidos, fue víctima de la conspiración internacional desde antes que asumiera”, aseguró Eduardo Loyola Osorio, integrante del Partido Socialista de Chile, quien fue testigo durante su juventud del golpe de Estado contra el Presidente Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973, hecho tras el cual formó parte de organismos en defensa de los derechos humanos.
“Nixon y Kissinger fueron artífices de la conspiración y de la conexión interna que obviamente le fue fácil porque todos sabemos que los militares chilenos se educaban en Panamá, en la Escuela de las Américas, no iban a permitir que al sur del mundo, al final del mundo, hubiera una república que había llegado con un socialista al poder teniendo al lado a Cuba que le generaba tanto problema, no fue fácil, fue muy difícil”, afirmó Loyola en entrevista para el programa "Los Periodistas" que se transmite en el canal de YouTube de SinEmbargo Al Aire.
Durante una conversación, el expreso político en Chile recordó todo lo que representó el Presidente Allende, así como su asesinato. “Yo creo que Salvador Allende se ha transformado en una figura universal, no sólo por lo que ocurrió el 11 de septiembre, Salvador Allende encarnaba la ilusión del pueblo de Chile, de los jóvenes, de tener un mundo mejor, era lo mismo que se reclamaba en nuestras latitudes”, consideró.
“Él a lo largo de toda su carrera representó los intereses populares, y en particular los de nuestro partido el Partido Socialista de Chile, de tal manera que cuando Allende gana las elecciones, en 1970, en Chile hubo una gran alegría, un gran jolgorio del mundo popular, porque veía cristalizado el esfuerzo de cuatro candidaturas presidenciales, y claro, la victoria no fue contundente pero era un triunfo esperanzador y lo fue aunque, digan lo que digan nadie puede discutir que durante el Gobierno de la Unidad Popular se vivieron momentos maravillosos de libertad, de democracia, de ejercicio libre del periodismo”, dijo.
“Pero tampoco se trata de ser ingenuo, el Presidente Allende, y está registrado en los Estados Unidos, fue víctima de la conspiración internacional desde antes que asumiera”, agregó Loyola Osorio, quien acusó que también hubo una “conspiración interna que se desató desde mucho antes que asumiera Allende, no nos olvidemos que la ultra derecha en este país asesinó al comandante jefe de las Fuerzas Armadas, al General René Schneider, tratando de impedir que asumiera Allende y abortar el proceso democrático”.
Asimismo, rememoró que en 1970, el Poder Judicial, con su criterio ultraconservador permitió que se engendrara y desarrollara una conspiración, encabezada por Augusto Pinochet, que culminó con el asesinato del Presidente Allende en La Moneda, el Palacio Nacional de Chile, el 11 de septiembre de 1973. Tras lo cual el país sudamericano vivió una dictadura que duró 17 años.
“El Poder Judicial de la época era un poder ultraconservador y por lo tanto cuestionaba también, a su manera, al Gobierno, no era fácil, si la tarea de intentar construir un país socialista mediante el voto popular y sin alterar las instituciones del Estado, y sólo tener el Ejecutivo con un tercio de más que en algún minuto llegamos al cuarenta y tantos por ciento de los votos, hacía muy difícil gobernar”, explicó Loyola Osorio.
“Conspiraron hasta que se provocó el golpe de Estado, que encabezó Augusto Pinochet pero que, digamos también, hasta pocos días antes le juraba la lealtad eterna al Presidente Allende, no nos olvidemos que el Presidente Allende nombró a Pinochet comandante en jefe cuando renunció el general Plata, y ahí está la lealtad, y mire en lo que terminamos, con la moneda bombardeada, con el Presidente Allende de muerto, miles de personas muertas, ejecutadas, desaparecidas y con un dolor que transcurridos 50 años no cicatriza”, añadió.
Asimismo, el abogado de profesión señaló que en el momento del golpe de Estado contra el Presidente Allende, gran parte de los medios de comunicación, particularmente los de ultraderecha, jugaron un “rol penoso”, debido a que atacaron al mandatario chileno de “manera inmisericorde” e intentaron desprestigiar a su Gobierno.
“Viví en directo todo eso, estaba ahí a una cuadra cierto y tantos metros la resistencia desde La Moneda y de algunos francotiradores que habían en algunos de los edificios, fue mínima, hubo pero no de la envergadura que debió haber habido para defender al Gobierno constitucional elegido democráticamente, lo que indica que el pueblo no estaba armado y eso lo sabía perfectamente Pinochet”, recordó.
“¿Por qué le digo esto? porque después hubo todo una campaña, antes, durante y después para desprestigiar al Gobierno de la Unidad Popular y hubo prensa partidaria al Gobierno de Allende y hubo prensa de ultraderecha que lo atacó de manera inmisericorde”, agregó el expreso político, quien señaló a dueños de medios de comunicación unirse para hacer un complot contra el Presidente Allende.
“Uno de los que se juntó con Nixon y con Kissinger, al inicio del Gobierno de Allende o antes, fue precisamente el dueño del mercurio Agustín Edward, dueño de una cadena importante de medios que en ese tiempo era muy relevante, no como hoy día porque estamos llenos de redes, etcétera de otra naturaleza, y después justificaron todo, las atrocidades, o guardaron silencio, por acción u omisión jugaron un rol penoso”, enfatizó.
De acuerdo con el portal del Museo de la Memoria de Chile, Eduardo Loyola Osorio, quien nació en Chillán, Chile, militó desde muy joven en Partido Socialista y tras el golpe de estado en contra del Presidente Salvador Allende se integró a diversas organizaciones en favor de los derechos humanos, como el Comité Pro Paz y la Vicaría de la Solidaridad.
El abogado de profesión fue encarcelado en 1975, situación que se repitió en 1986, pese a lo cual recobró su libertad y ha dedicado gran parte de su vida a asesorar a diversos sindicatos mientras que su labor política tiene el propósito de “recuperación de la democracia” en su país, según señala el Museo de la Memoria de Chile.