México

En la mira de la DEA

EU busca al jefe de sicarios de «Los Chapitos» por su rol en el tráfico de fentanilo

03/09/2023 - 12:00 pm

La DEA metió la semana pasada a Medina González, un miembro del Cártel de Sinaloa, a su lista principal de los más buscados en el mundo, donde también está su jefe, Iván Archivaldo, y otros operadores de «Los Chapitos». Es señalado de encabezar el imperio del terror que permitió que el Cártel de Sinaloa sea uno de los principales responsables del tráfico de fentanilo.

Ciudad de México, 3 de septiembre (SinEmbargo).– Las agencias estadounidenses ofrecen 4 millones de dólares por información que les permita capturarlo. Es, según su información, el número dos de Iván Archivaldo Guzmán, uno de los hijos de Joaquín Guzmán Loera. Comanda la seguridad de «Los Chapitos». Es su líder sicario: Óscar Noé Medina González, «El Panu».

Medina González, de unos 1.73 de altura y 40 años de edad (nació en mayo de 1983), es descrito por las autoridades estadounidenses como «el principal lugarteniente» de Iván Archivaldo, «un líder de alto nivel en el Cártel de Sinaloa» y el «comandante encargado día a día del aparato de seguridad» de Los Chapitos, la facción que encabezan al interior de la organización los hijos del excapo.

«El Panu» tiene entre sus labores supervisar a cada uno de los comandantes regionales de la organización de los hijos del «Chapo» Guzmán. Estos a su vez son responsables de la «seguridad» en sus áreas designadas en México y de los pistoleros o sicarios del cártel. Es decir, Medina González encabeza el brazo armado de «Los Chapitos».

«El Panu», de 40 años, líder de sicarios de «Los Chapitos». Foto: DEA

La red de sicarios a su cargo, de acuerdo con la DEA (Administración de Control de Drogas​, por sus siglas en inglés), son enviados y movidos a lo largo del territorio nacional en aquellos puntos donde el Cártel domina una plaza, para entre otras cosas proteger las operaciones de tráfico de fentanilo de «Los Chapitos», quienes son protagonistas principales en el mercado de esta droga, así como de asesinar a miembros de carteles rivales, destruir a los negocios que no los apoyen o no paguen el derecho de piso, capturar territorios en disputa, intimidar a civiles y atacar a las fuerzas del orden.

El objetivo principal de los pistoleros de «Los Chapitos» es simple y a la vez complejísimo: promover el negocio de tráfico de fentanilo desde México hacia Estados Unidos. Y es que las agencias estadounidenses han señalado a los hijos de Guzmán Loera –quien cumple una pena perpetua en una prisión de alta seguridad en Colorado– de ser uno de los cárteles más importantes en el «flujo masivo» de fentanilo en los últimos años.

UNO DE LOS MÁS BUSCADOS Y SANCIONADOS

La DEA elevó la semana pasada a Medina González a un lugar prominente: entró en su lista principal de los más buscados en el mundo, donde también está su jefe, Iván Archivaldo, y otros operadores de «Los Chapitos».

La lista negra de la DEA quedó dominada por Iván Archivaldo Guzmán Salazar, “El Chapito”, hijo mayor de “El Chapo”, así como sus lugartenientes: Medina González, Carlos Omar Félix Gutiérrez, Silvano Francisco Mariano, Liborio Núñez Aguirre, Luis Javier Benítez Espinoza y Alan Gabriel Núñez Herrera.

Iván Archivaldo, uno de los «Chapitos». Foto: Especial

En abril, un Gran Jurado en el Distrito Sur de Nueva York presentó una acusación contra Medina González y otros miembros del cártel, acusándolos de «participar en una empresa criminal continua, conspiración para la importación de fentanilo, conspiración para el tráfico de fentanilo, posesión de ametralladoras y actividades y dispositivos destructivos, conspiración para poseer ametralladoras y conspiración para lavar dinero.

Además, el sicario mayor de «Los Chapitos» fue acusado de cargos de tráfico de drogas relacionados con metanfetamina, cocaína y heroína en el Tribunal Federal de Distrito para el Distrito Central de California, en abril de 2015.

Por todo ello, los departamentos de Estado, de Justicia y la DEA ofrecen hasta 4 millones de dólares –unos 68 millones de pesos mexicanos al cambio de esta semana– por información que permita el arresto o sentencia de «El Panu».

En julio, el Departamento del Tesoro estadounidense anunció sanciones a una empresa con sede en México y a 10 ciudadanos mexicanos, entre ellos varios miembros del Cártel de Sinaloa, por considerarlos responsables del tráfico de fentanilo hacia ese país.

Se trata de REI Compañía Internacional, una empresa con sede 70 kilómetros al oeste de la capital mexicana que recibe regularmente envíos de productos químicos de exportadores de China, indicó el Departamento en un comunicado.

Entre los sancionados está Eliseo de León Becerra, principal accionista de la mencionada firma, y familiares de Joaquín “El Chapo” Guzmán, el exlíder del Cártel de Sinaloa que cumple cadena perpetua en Estados Unidos. En esta lista está nuevamente incluido «El Panu».

Según las autoridades, los sancionados son además socios de los hermanos Ludim y Luis Alfonso Zamudio Lerma, proveedores de precursores químicos del cártel que entraron en la lista de sancionados en febrero.

«EL PANU» ENCABEZÓ EL IMPERIO DE TERROR DE «LOS CHAPITOS»

A mediados de abril, el Departamento de Justicia de EU reveló las acusaciones contra 28 personas, físicas y morales, incluidos cuatro “Chapitos”, que son los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán y líderes del Cártel de Sinaloa, así como empresas de China, por la fabricación, producción, traslado y venta de fentanilo, que ha provocado una epidemia de sobredosis y muertes en aquel país.

El Distrito Sur de Nueva York, encargado de la acusación, señaló en aquel momento que, como una parte “crítica” de la empresa de tráfico del fentanilo, el Cártel de Sinaloa depende y comanda a cientos de violentos “sicarios” armados fuertemente para proteger sus operaciones “en cada paso” y así “intimidar a otros que intenten engañar o hacer trampa, competir o interferir”.

“[Utilizan] secuestros, torturas y asesinatos a través de ametralladoras y otras armas”, detalla la acusación. “Supuestamente, los sicarios de ‘Los Chapitos’ operaban bajo la dirección de Óscar Noé Medina González, ‘El Panu’; Néstor Isidro Pérez Salas, ‘El Nini’; y Jorge Humberto Figueroa Benítez, ‘El 27’, para secuestrar, torturar y matar a quienes se opusieran” al grupo.

En el proceso United States v. Ivan Archivaldo Guzman Salazar, et al., 23 Cr. 180, Medina González enfrenta la cadena perpetua en caso de ser capturado y extraditado.

En las acusaciones reveladas entonces, las autoridades estadounidenses aseguran que Néstor Isidro Pérez Salas: “El Nini”, trabaja directamente con Medina González, al igual que Jorge Humberto Figueroa Benítez: “El 27”. “[Ambos] supervisan al personal de seguridad dedicado a Sinaloa y se coordinan para la manufactura y tráfico de fentanilo” y son vistos como comandantes de “Los Ninis”, un grupo “particularmente violento dentro del grupo de seguridad” de los hijos de Guzmán Loera.

El control de “Los Chapitos” de la producción del fentanilo es tal que, según la acusación, los hijos del capo permiten que otros trafiquen la droga mientras sea manufacturada en los laboratorios del cártel y paguen cuotas por operar en su territorio.

También ejemplifica el imperio del fentanilo con una reunión que “El Panu” y “El Nini” tuvieron en México con “Los Chapitos” para discutir el sobre los proveedores de precursores químicos. Jesús Alfredo recomendó usar aerolíneas particulares para el transporte, “presumiendo las conexiones en las aduanas mexicanas que les permitirían la entrada de estos materiales a su llegada”.

Luego, el traslado a EU es posible gracias a una combinación de corrupción y de estrategias como esconder compartimentos secretos en automóviles, disfrazados como otros bienes en tráileres y escondidos en el equipaje de aviones comerciales, así como a través de contenedores en barcos con papeles falsificados e incluso usando “mulas”, es decir, a otras personas a quienes les introducen la droga en el cuerpo para “pasarla al otro lado”.

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