La y los ecuatorianos elegirán este domingo al Jefe de Estado y a los nuevos diputados, aunque no para mandatos completos, sino para completar los que ya están en marcha, que concluirán en 2025.
MADRID, 20 Ago. (EUROPA PRESS).- El Presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, ha inaugurado este domingo la jornada electoral en el país latinoamericano en el marco de un estricto control de seguridad formado por 53 mil efectivos de la Policía y cerca de 43 mil miembros de las Fuerzas Armadas.
«Este es un proceso inédito, es la consecuencia de una decisión democrática que tomé el 17 de mayo al disolver la Asamblea Nacional para poner fin a una irracional obstrucción de algunos sectores politicos que tenian sumidos al país en una profunda crisis«, ha señalado, según ha recogido el diario El Universo.
El mandatario ecuatoriano ha señalado que espera que la ciudadanía deposite su voto en las urnas «con la mayor reflexión y civismo» posibles. Los colegios electorales han abierto a las 7.00 horas (hora local) y cuentan con la presencia de más de dos mil 300 observadores electorales.
Por su parte, la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Diana Atamaint, ha recordado la necesidad de efectuar los comicios en la fecha señalada de este domingo, a pesar de la situación de seguridad, ya que de lo contrario habrían sido declarados como nulos.
«Estos hechos violentos no nos detendrán, porque la paz y la democracia las defendemos todos», ha declarado Atamaint antes de invitar «a las ecuatorianas y ecuatorianos a acudir a las urnas y votar con civismo y con la confianza que las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y el CNE han puesto marcha un plan de seguridad para garantizar comicios pacíficos, ordenados y seguros».
Cerca de 13.4 millones de personas acudirán este domingo a las urnas después de una campaña electoral marcada por la inseguridad tras el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio y en el marco de la ola de violencia política que sacude al país.
Lasso tomó posesión en mayo de 2021 bajo la premisa de ampliar los horizontes en distintos ámbitos de un Ecuador que, en los dos años posteriores, ha terminado viviendo en una crisis política y social prácticamente constante. La mejora de las estadísticas macroeconómicas no ha logrado contener los niveles de desigualdad y pobreza, uno de los grandes objetivos marcados por el exbanquero.
La gota que colmó el vaso de la frágil estabilidad del país sudamericano llegó en mayo de este año, con el inicio de un juicio político contra el mandatario por supuesta corrupción. Lasso defendió su inocencia y acusó a la Asamblea Nacional –dominada por la oposición y con la que ya había vivido todo tipo de pulsos– de sumir al país en una «grave crisis».
Con este argumento, invocó la conocida como «muerte cruzada», una prerrogativa constitucional que implicaba la disolución del Parlamento a costa de la convocatoria también de elecciones presidenciales.