Si alguien en México vive -y engaña bobos- con las glorias de su padre y la cartera de su hermano, ese, es Jorge Hank Rhon. Casinero, eterno sospechoso y político frustrado, el menor de los hijos de quien fuera apodado el Profesor, Carlos Hank González, ha perdido en dos ocasiones la elección a Gobernador de Baja California.

Avecindado en la ciudad de Tijuana adonde en mala hora fue enviado por su padre en un intento por conquistar el norte y mantener controlado al menor de sus vástagos, a Jorge Hank Rhon lo persigue una estela de sospechas: desde varias carpetas en los Estados Unidos que lo relacionan a los cárteles de la droga, particularmente al Cártel de Sinaloa y al de los Arellano Félix, hasta su posible participación intelectual en asesinatos, incluido el del periodista Héctor Félix Miranda en abril de 1988, y el de quien fuera la novia de su hijo, Angélica María Muñoz Cervantes en agosto de 2009, entre otros.

Con el peso político que sostenía a su padre, identificado como líder del grupo Atlacomulco, un grupo de priístas del Estado de México que controlaron la política electoral en esa entidad hasta la elección de Alfredo del Maso, Jorge Hank Rhon después de llegar a Tijuana, Baja California en el primer lustro de la década de los ochenta, incursionó en la política en el 2004, cuando ganó con 139 mil votos la alcaldía de la ciudad.

Durante su trienio, la ciudad fue notoria por el aumento en los índices de inseguridad y violencia, el secuestro de políticos y miembros de la sociedad, por parte de comandos blancos que, se asumió en aquel momento, eran dirigidos desde las oficinas centrales de la administración pública local.

Antes que concluyeran los tres años de administración, el casinero de Grupo Caliente en Baja California, solicitó licencia para buscar la gubernatura del estado en las elecciones de 2007. Esa fue la primera ocasión que perdió. Con 380 mil 772 votos, fue derrotado por el panista José Guadalupe Osuna Millán, quien obtuvo el 50.43% de los sufragios, 436 mil 360.

Entre el 2007 y el 2021 cuando volvió a contender por el Gobierno estatal, Jorge Hank Rhon estuvo ligado a varios hechos criminales. En 2009, la novia de uno de sus hijos fue asesinada a sangre fría, y él formó parte de la lista de sospechosos.

En 2011 fue aprehendido por elementos del Ejército Mexicano destacados en la II Zona Militar, por el delito de acopia de armas, cuando en un cateo en su residencia dentro de las instalaciones de lo que fue el Hipódromo Aguacaliente de Tijuana, le fueron encontradas 89 armas, unas 40 de alto calibre, el resto cortas y más de 9 mil cartuchos útiles.

De las armas, solo 10 estaban acreditadas legalmente con licencia colectiva de Baja California, 1 en una licencia colectiva en el entonces Distrito Federal, y cinco a nombre de personas físicas; de los cartuchos, se informó entonces, que más de 8 mil eran para armas de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.

Durante 11 días, Hank Rhon permaneció preso, primero en las instalaciones de la SIEDO en la Ciudad de México y posteriormente en el Cereso en El Hongo, hasta que una jueza de distrito, Blanca Evelia Parra, determinó que la acusación no estaba debidamente sustentada, pues había una discordancia en la forma y el tiempo de la aprehensión, entre el parte militar y la información aportada por los abogados.

Cuando la jueza de distrito liberó a Hank Rhon, este fue detenido por elementos de la entonces procuraduría general del Estado de Baja California, fundamentados en la investigación del asesinato de la novia de su hijo en 2009, Angélica María Muñoz Cervantes; la PGJE solicitó entonces un arraigo contra Jorge Hank Rhon, sin embargo, este fue negado por el Poder Judicial de Baja California, y cuatro horas después, el priísta fue puesto en libertad.

No era la primera ocasión que Jorge Hank Rhon estuvo relacionado, bajo sospecha, a un crimen. En 1988 su jefe de escoltas, Antonio Vera Palestina, en compañía de otras dos personas, asesinaron al periodista y codirector fundador de ZETA, Héctor Félix Miranda. Dos de los señalados y sentenciados como asesinos, purgaron penas de 25 y 27 años, para recuperar su libertad en 2015, y regresar a laborar, en las mismas posiciones, con Hank Rhon, lo que al menos Vera Palestina hace hasta la fecha.

Algunas de las armas incautadas por el Ejército, fueron relacionadas además con otros homicidios, sin embargo, el hijo del profesor no ha sido investigado ni procesado por esos delitos.

Hace poco más de un año, Hank y Vera Palestina, de nueva cuenta, se vieron inmersos en otro crimen. La desaparición de Óscar Gómez Islas, un policía comercial de Tijuana que durante 23 años trabajó al servicio de Grupo Caliente, y el cual, la última vez que se supo de él, había sido citado por Vera para “arreglar” un problema interno.

Persona de excesos, Jorge Hank ha estado demasiadas veces ligado con delitos. Las autoridades migratorias de los Estados Unidos, le retiraron la visa de turistas con la que se internaba en el vecino país, en el año 2009, ante la mención de su nombre en diversas investigaciones criminales en los estados de Nevada y de Nueva York, por mencionar algunas.

Acostumbrado a vivir en la impunidad, y pretendiendo obtener un provecho de la afición del equipo de fútbol Xolos, propiedad de su familia, en el 2021 Hank Rhon intentó, por segunda ocasión, ganar el Gobierno del estado de Baja California. Primero renunció al PRI cuando ese partido que dio cobijo, poder, riqueza e impunidad a su padre, le negó la candidatura en la que sería la primera incursión electoral del bloque opositor, PAN, PRI y PRD, en la política bajacaliforniana, cuando terminaron coronando a la ex Miss Universo, Lupita Jones, con la candidatura.

Jorge Hank siguió con su capricho, y se erigió candidato por el Partido Encuentro Solidario, el PES, en Baja California. Perdió. De hecho, con un padrón mayor al de 2004, 17 años después, Hank obtuvo menos votos, 346 mil 547 sufragios, para ser derrotado por la morenista Marina Ávila Olmeda.

A raíz de esa candidatura, Jorge Hank se adueñó del PES en BC. Uno de sus hijos, César es el dirigente del partido en el estado, y otro, Juan Carlos, es regidor en Tijuana, y con el PES, las glorias políticas del padre y la cartera de la familia, ahora buscan hacerse de alianzas y candidaturas para las elecciones de 2024.

Frustrado por la derrota al Gobierno del Estado en dos ocasiones, ahora Jorge Hank Rhon quiere ser Senador, así como Jaime Bonilla, tendría fuero por seis años. Además, pretende que su hijo, el regidor, sea candidato a alcalde de Tijuana. Pero consciente de las derrotas que le anteceden, está en busca de una alianza, y hasta con Morena ha negociado en lo local. Marina Ávila, la Gobernadora, le dio un lugar en primera fila en su toma de posición como mandataria estatal.

En las recientes visitas de Dante Delgado Rannauro, el líder moral de Movimiento Ciudadano, a Tijuana, por lo menos en una ocasión ya acudió a las instalaciones de Caliente para dialogar con Hank y pactar las candidaturas, la del casinero al Senador de la República, la de su hijo a la Alcaldía de Tijuana.

Lo mismo ha hecho con panistas bajacalifornianos: sentarse a pactar en términos políticos, electorales y económicos, una alianza para el 204.

Con todas las sospechas en asesinatos, en ligas con los cárteles, con sus once días preso por acopio de armas, y sus dos derrotas a cuestas, Dante Delgado, la Gobernadora de Morena, y los panistas, negocian darle a Jorge Hank Rhon candidaturas… así de sucia es la política aliancista mexicana que hace de un sospechoso derrotado un candidato viable para la función pública.

Adela Navarro Bello

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