Enfermeras y personal de salud que laboró en la pandemia acusa que su trabajo sigue sin ser reconocido, ahora, con la desaparición del Insabi, temen perder sus empleos. Las trabajadoras y trabajadores consultados pidieron contar sus testimonios usando nombres distintos para evitar represalias.
Ciudad de México, 5 de agosto (SinEmbargo).– Personal de salud que atendió la emergencia por COVID-19 en hospitales del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) está a cuatro meses de concluir sus contratos en el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) sin garantías laborales, pese a que el Gobierno federal se comprometió a basificarlos.
“Estamos en el limbo. El Insabi va a desaparecer y en el ISSSTE no nos aclaran qué pasará con nosotros, si seremos contratados”, denuncia Laura, una enfermera que desde 2018 comenzó a ejercer como suplente en el Hospital regional de alta especialidad de Morelia, Michoacán, y en 2020 decidió sumarse al Insabi ante la oportunidad de tener mejores condiciones, pero hasta la fecha no tiene certeza de su situación laboral.
Su testimonio se suma al de Mariana y Víctor, trabajadores de Tamaulipas y Sinaloa, quienes también ejercieron como suplentes en el ISSSTE antes de trabajar en el Insabi, por lo que tienen casi 10 años en espera de una base, con contratos que se renuevan cada ciertos meses y recibiendo sus pagos quincenales con hasta tres meses de retraso, como miles de trabajadores del sector salud a nivel nacional.
Estas malas condiciones han motivado al personal médico y administrativo de los hospitales públicos del país ha protestar en los últimos años. Apenas el mes pasado, cientos de empleados bloquearon avenidas de la Ciudad de México por más de siete horas para exigir a la Secretaría de Salud capitalina bases, gracias a ello consiguieron retomar los diálogos con autoridades locales para llegar a acuerdos.
Desde 2019, año que se creó el Insabi, el Presidente Andrés Manuel López Obrador prometió que antes de terminar su sexenio serían basificados todas y todos los empleados del sector salud iniciando por quienes tuvieran más antigüedad. En 2022, luego de la emergencia sanitaria por COVID-19, el mandatario reiteró su compromiso particularmente con quienes atendieron áreas con pacientes enfermos por el virus.
“Estamos muy agradecidos con enfermeras, médicos porque actuaron como héroes y heroínas durante la pandemia. Vamos a cumplir el compromiso con ellos de que todos los que estuvieron trabajando y fueron contratados para enfrentar la pandemia, todos, van a tener sus bases, sus plazas, es mi compromiso”, expuso el 30 de mayo en una conferencia desde Palacio Nacional.
Esta promesa no sólo la hizo el Presidente, incluso delegados del ISSSTE y su sindicato motivaron a personal de base a laborar en la pandemia con la promesa de recompensar su esfuerzo. Así lo narra Mariana, una enfermera de Victoria, Tamaulipas, que trabaja en el Insabi y actualmente reconoce estar desmotivada, como sus compañeros en otras entidades, porque, si bien arriesgaron sus vidas desde el momento más crítico de la emergencia sanitaria, en casos donde personal de base decidió ausentarse, su labor sigue sin ser reconocida.
"Confiamos en que nuestra situación mejoraría, más que nada era por la promesa que había hecho al Presidente. El propio sindicato del ISSSTE había dicho que a nosotros nos iba a ir bien porque trabajábamos cuando más nos necesitaba el instituto y aceptamos trabajar mientras los demás se iban, pero aquí estamos, seguimos sin nada", lamentó.
A finales de abril las y los legisladores de Morena aprobaron una reforma a la Ley General de Salud que termina con el Insabi y establece que el IMSS Bienestar —con presencia 20 estados— absorberá los servicios brindados por la institución y con ello a sus trabajadores, pero quienes fueron contratados por el instituto y ejercieron en hospitales del ISSSTE no tienen certeza de su situación y el último contrato que firmaron termina en diciembre.
"El doctor Ernesto Lavín Hernández (subdelegado médico del ISSSTE en Tamaulipas) nos dijo a trabajadores del Insabi que en lugar de quejarnos agradezcamos que tenemos trabajo porque es el último contrato que vamos a firmar", mencionó.
"Tenemos esa incógnita en Tamaulipas y en otros estados de qué va a pasar con nosotros, si ya no nos van a requerir, o si como estábamos en la bolsa de trabajo del ISSSTE vamos a seguir esperando otra vez nuevamente una base, que quién sabe cuándo va a llegar porque nosotros no tenemos ni familiares ni allegados, ni nadie en sindicatos. ¿ Vamos a volver a estar de contrato en el ISSSTE –como suplentes–, sin prestaciones, sin servicio médico, desamparados, sin nada, sin ningún derecho?", se pregunta.
Este diario digital cuestionó al ISSSTE sobre qué pasará con las y los empleados del Insabi que laboraron en sus hospitales una vez que los contratos terminen, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.
Esta semana, el Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE informó en un comunicado que están trabajando con autoridades del instituto para basificar al personal de guardias y suplencias e interinos, "principalmente los que laboraron en pandemia".
El área de comunicación del sindicato dijo que las reuniones sobre la bolsa de trabajo y planeación de recursos humanos están en proceso, por lo que no pueden contestar si serán beneficiados personal del Insabi que laboró en hospitales del ISSSTE, independientemente de si eran o no suplentes antes de la creación del instituto, tampoco el ISSSTE respondió a este cuestionamiento.
La enfermera Laura criticó que desde su ingreso al Insabi, personal del instituto y del ISSSTE la negaban a ella y sus compañeros como trabajadores, aún cuando sus contratos fueron sellados y entregados en oficinas del ISSSTE.
MALAS CONDICIONES LABORALES
Para Víctor, trabajar en el Insabi significó una buena oportunidad de mejorar su sueldo, pues recuerda que al laborar como suplente de técnico radiólogo en Culiacán, Sinaloa, recibía un sueldo más bajo y no podía pedir días de descanso.
"A los suplentes en el ISSSTE nos dicen “los sufrientes”. Nos piden que cubramos el fin de semana o un año en fin de semana, con eso les creamos antigüedad pero para nosotros eso no aplica".
Aunque ingresó al Insabi en 2021 con un mejor sueldo, el trato no cambió, aunque tenía derecho a vacaciones él, al igual que trabajadores en otros estados, han preferido no pedirlas porque temen perder sus contratos.
“Si pides vacaciones te dicen que no, que por ser contrato Insabi nos podemos quedar hasta 36 horas en el hospital", denunció.
Durante los años que fue trabajador del Insabi también ha tenido que esperar hasta dos meses para recibir el pago de sus quincenas, lo mismo ocurre en estados como Tamaulipas y Michoacán, denunciaron las enfermaras consultadas.
Miguel Ángel, secretario general de la organización Movimiento de los trabajadores de los servicios de salud (Motrasesa), reconoció que a nivel nacional los contratos del Insabi permitieron a trabajadores tener mejores sueldos, pero reconoció que los retrasos en los pagos los ha mantenido en incertidumbre.
El médico también lamentó que hasta la fecha entre el personal médico hay temor de denunciar las malas condiciones laborales, incluso en los contratos que firmaban cada dos o tres meses el ISSSTE incluyó una leyenda que obliga al personal de salud a desistirse de alguna demanda.
"Muchos no protestamos por el miedo a quedar sin trabajo, porque ya ha pasado en Culiacán, en el ISSSTE. No estamos peleando por algo de fuera de lo normal, estamos pidiendo lo justo y lo justo", dijo Víctor.