Oppenheimer, del director Christopher Nolan, ocupa el segundo lugar de la taquilla en México con 979 mil de boletos vendidos. La cinta del oscareado cineasta que retrata el conflicto moral del padre de la bomba atómica, el físico estadounidense Robert Oppenheimer, fue vista por un sobreviviente de aquel mortal ataque y comparte su experiencia desde México.
Ciudad de México, 26 de julio (SinEmbargo).– «Fueron como mil relámpagos al mismo tiempo», así describe Yasuaki Yamashita, sobreviviente de la bomba atómica de Nagasaki en 1945, el lanzamiento de ese dispositivo incluso más poderoso que el Hiroshima, que había sido arrojado tres días atrás por el ejército Estados Unidos. Hoy, a casi 78 años, el hombre que tomó a México como su nuevo hogar recuerda aquel episodio con el estreno de la cinta Oppenheimer del reconocido director Christopher Nolan.
«Soy sobreviviente de la bomba atómica en la ciudad de Nagasaki. Ese 9 de agosto de 1945 pasó un vecino diciendo que un avión misterioso que estaba volando sobre la ciudad. Entonces me dijo mi madre: ‘Vamos a entrar al refugio de la casa por si acaso'», recuerda Yamashita en entrevista con Universal Pictures.
Relata que tan pronto lograron meterse al refugio, vino la explosión. «Era una luz tremenda, como yo digo, como si fueran mil relámpagos al mismo tiempo». Recuerda que empezó a escucharse mucho más ruido y sentían «como si muchas cosas volaran sobre nosotros».
Después de ello, el silencio fue total. La vida se apagó de un momento a otro. Más de 35 mil habitantes de aquella ciudad murieron instantáneamente.
Ahora, el aclamado director de ciencia ficción con Memento (2000), El origen (2010) e Interestelar (2014) hasta su trilogía oscura de Batman (2005-2012), centra su trabajo para narrar el drama histórico de Robert Oppenheimer, el físico responsable de liderar el Proyecto Manhattan, cuyo objetivo fue desarrollar la bomba atómica.
“Lo que yo quería era llevar al público a la mente y la experiencia de una persona que fue el centro absoluto del cambio más grande de la historia”, explica Nolan para el estudio cinematográfico que albergó su cinta. “Nos guste o no, J. Robert Oppenheimer es la persona más importante que haya existido. Él hizo el mundo en el cual vivimos, para bien o para mal. Y su historia hay que verla para creerla”, agregó.
Protagonizada por Cillian Murphy, la cinta reconstruye uno de los momentos más turbulentos de la historia de la humanidad a la par que se analiza el actuar de Robert Oppenheimer, el hombre que se arrepintió de ser el autor del arma más destructora construida hasta ahora por la humanidad y que dijo: «Me he convertido en la muerte, el destructor de mundos».
«Realmente me interesó mucho ver la película, quería entender mucho más Oppenheimer, quería conocer su personalidad: ¿Qué es lo que él había pensado?, ¿En qué situación vivía?», comparte Yasuaki Yamashita.
El filme de Nolan está basado en el libro bibliográfico Prometeo Americano: El triunfo y la tragedia de J. Robert Oppenheimer, de Martin J. Sherwin y Kai Bird, y desarrolla el proceso que llevó a cabo para la creación de la bomba atómica, el conflicto moral tras los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki que tuvo el científico, así como el oleaje político que lo acompañó tras el final de la Segunda Guerra Mundial cuando fue acusado de ser comunista.
Nolan convierte a su cámara en testigo del período previo a la prueba y el miedo que invadía a los científicos al pensar en pequeña, pero al fin posibilidad, de que al activar la primera bomba durante el ensayo, se incendiara la atmósfera y destruyera todo el planeta.
“Al ver la película estaba temblando realmente por la tristeza, la memoria y el sufrimiento”, confiesa Yamashita. “En la escena de la prueba atómica, empecé a sufrir, no podía ver la película. Tuve que taparme los ojos y empecé a llorar”.
Oppenheimer, fotografiada por Hoyte van Hoytema, viaja entre el blanco y negro, que muestra el punto de vista del empresario Lewis Straus, su mayor oponente; y la paleta de colores, que es la perspectiva del físico. El meticuloso trabajo del director puede justo verse en ella, ya que no existen película en blanco y negro de 65 milímetros, así que Nolan tuvo que llamar a Kodak a los que pidieron crear una especialmente para la cinta.
“No hay barrera entre el mundo de la película y el público, ni una estilización obvia aparte de las secuencias en blanco y negro. Pero particularmente en las secuencias en color, queríamos una fotografía simple y sin adornos, lo más natural posible, que revelara montones de texturas del mundo. Ya fuera en el vestuario, los sets o en las locaciones, lo que se observa es la complejidad y el detalle del mundo real”, cuenta Nolan.
Esa barrera inexistente que termina por envolver al público de la habla Nolan causó en Yasuaki Yamashita una vorágine de sentimientos, y aunque el dolor volvió a hacerse presente, él reflexiona y considera que la nueva película de Christopher Nolan es necesaria.
“Valió la pena verla, aún con este sufrimiento. Vale la pena que la vean, sobre todo los jóvenes. Que sepan lo que sucedió: todo el proceso de la bomba atómica hasta su consecuencia”.
Él fue de los extraños casos que no vivieron las terribles consecuencias de la radiación en su cuerpo, sin embargo la huella de guerra y la devastación parecía perseguirle.
“Los médicos me hicieron endoscopías y análisis de sangre y no podían entender por qué me pasaba eso. Aparentemente, no tenía ninguna lesión. Entonces, todos pensaban que los sobrevivientes teníamos una enfermedad contagiosa que nadie entendía aún. Así que no quería estar sufriendo esa discriminación. Quería irme a cualquier parte del mundo en la que nadie supiera que yo soy sobreviviente de la bomba atómica”.
Yasuaki Yamashita vio en México la oportunidad de comenzar de cero. En los años 60, cuenta, el trío Los Panchos despertó su interés por su cultura. Aprendió español, y 1968 fue contratado para formar parte de la prensa que cubrió los Juegos Olímpicos de Ciudad de México para Japón y ahí vio una oportunidad. Sin embargo, después de eso ya no hubo camino de vuelta .
“México me recibió de brazos abiertos y me dio cariño. México me dio la segunda vida. Por eso el cariño y amor de los mexicanos me dio una lección para quedarme en México para siempre”.
Su secreto de ser sobreviviente de Nagasaki lo guardó por décadas, pues no deseaba ser estigmatizado. Fue hasta el 1995 que un amigo lo alentó para publicar Hibakusha: Testimonio de Yasuaki Yamashita, escrito por el investigador del INAH, Sergio Hernández.
Ahora, en el aprendizaje de vivir y sobrellevar su doloroso pasado, el hombre desea que más personas sean testigos de aquel suceso histórico que cambió la histroia de la humanidad.
“Lo importante de ver esta película es que la gente entienda lo que pasó y que jamás pueda suceder nuevamente esta tragedia. Si se olvida, esto puede repetirse. Por eso creo que es importante que sobre todo los jóvenes la vean. Esto no se puede repetir jamás, pero jamás. Nadie puede sufrir como sufrimos nosotros. Eso se puede entender viendo esta película”.
Después de su fin de semana de estreno, Oppenheimer ocupa el segundo lugar de la taquilla en México, del 17 al 23 de julio del 2023, con 979 mil de boletos vendidos y 79.6 millones de pesos acumulados.
El elenco de cinta es esterilizado además por la actriz ganadora Emily Blunt que interpreta a la esposa de Oppenheimer, la bióloga y botanista Kitty Oppenheimer. El actor Matt Damon en el papel Leslie Groves, el director del Proyecto Manhattan; y el actor nominado al Robert Downey JR. quien toma el papel de Lewis Strauss, un comisionado fundador de la Comisión de Energía Atómica de los Estados Unidos.