Las elecciones generales en España resultaron ser una disputada lucha entre dos bloques de izquierda y derecha preparados para hacer equipo y formar posibles coaliciones de Gobierno.
Ciudad de México/Madrid, 24 de julio (SinEmbargo/AP).- El Presidente Andrés Manuel López Obrador felicitó la mañana de este lunes «al pueblo español porque no cayó en la trampa de la derecha» durante las elecciones que se celebraron ayer.
«Me dio mucho gusto lo que sucedió ayer en España. Felicito al pueblo español porque no cayó en la trampa de la derecha, del conservadurismo. Me dio mucho gusto porque se pensaba que la derecha iba a arrasar y no pasó eso afortunadamente», celebró en su conferencia de prensa matutina.
El mandatario mexicano se dijo contento porque la derecha no avanzó. «Algunos dicen ‘la derecha extrema’ y yo creo que toda la derecha es extrema. Nada más que el conservadurismo tiene sus matices», agregó.
«Lo importante es que no avanzaron y eso es muy bueno para España porque es muy inhumano el modelo conservador, muy individualista, es darle la espalda a los dolores de la humanidad. Eso es el conservadurismo. Esa es la derecha en el mundo. Por eso estoy contento», reiteró.
López Obrador aclaró que no puede hablar todavía con Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno español, «porque de acuerdo a los resultados, hay un procedimiento»: «Tiene el candidato de la derecha, del conservadurismo, que solicitar que se le permita tener mayoría en el Congreso para gobernar. Eso lo otorga el rey, es el que decide si se le autoriza para que busque los votos. En este caso, los diputados que se requieren, creo que son 176 para tener mayoría».
«El Partido Popular y Vox son 169, que es el bloque conservador. Es como si dijéramos PRIAN, pues. Pero no alcanzan porque son 136, más 33, son 169 y para tener mayoría se requieren 176. O sea, les faltan siete y todos los demás pertenecen al movimiento de izquierda en general o son partidos regionales que no están de acuerdo con el bloque de derecha, con el bloque conservador», detalló.
El Jefe del Ejecutivo federal explicó que «si el que tiene más votos fijos del Partido Popular no logra tener los 176, entonces el segundo lugar, en este caso, Pedro Sánchez, del PSOE, buscaría tener los 176 y podría tenerlos».
«El asunto ahí es que los partidos regionales, independentistas, pues van a querer que se llegue a acuerdos, no va a ser tampoco un asunto fácil porque ellos tienen sus propias causas, y entonces para que se dé la integración y se tenga mayoría, se tiene que llegar a ciertos acuerdos», destacó desde Palacio Nacional.
El Presidente de México indicó que «si ninguno de los dos logra tener los 176 legisladores, entonces se tendría que convocar a nuevas elecciones. Ese es el procedimiento legal».
¿QUÉ PASÓ EN LAS ELECCIONES GENERALES DE ESPAÑA?
El conservador Partido Popular ganó el domingo las elecciones generales de España, pero no logró el margen necesario para noquear al Gobierno de coalición encabezado por el socialista Pedro Sánchez, lo que abre un periodo de incertidumbre y negociaciones que podría derivar en un bloqueo político y la convocatoria de nuevos comicios.
Con el 99.99 por ciento de las boletas contabilizadas, los dos principales partidos afianzaban su posición dominante en el parlamento, aunque no alcanzaban los 176 escaños que otorgan la mayoría. Tanto el popular Alberto Núñez Feijóo como Sánchez presentaron de inmediato sus credenciales para liderar el nuevo Gobierno, al que deberán llegar por medio de complicadas coaliciones.
Feijóo hizo valer los 136 escaños del PP — 47 más que en las últimas generales de 2019 — para reclamar el derecho a iniciar las negociaciones.
El PSOE fue el segundo partido más votado con 122 representantes, dos más que hace cuatro años, a pesar del desgaste de una legislatura que arrancó con la pandemia de la COVID-19, y estuvo marcada por una desaceleración económica impulsada por la inflación y agravada por la invasión rusa de Ucrania.
La formación de ultraderecha Vox repetía como la tercera fuerza en el parlamento con 33 escaños tras sufrir un importante revés con respecto a los 52 que tenía. Su líder, Santiago Abascal, dijo que el resultado de los socialistas era una “muy mala noticia para muchos españoles”.
El nuevo movimiento de izquierdas Sumar, que aglutina a 15 formaciones más pequeñas —entre ellas Unidas Podemos, el socio minoritario de la coalición con la que ha gobernado Sánchez— obtuvo 31 diputados.
En este escenario, Sánchez tendría más aliados a los que recurrir para forjar una coalición de amplio espectro, en la que entrarían en juego partidos nacionalistas e independentistas vascos y catalanes. El bloque que respaldaría a la izquierda sumaría 172 escaños, frente a los 170 con los que contaría la derecha.
La fragmentación del voto podría dar al partido independentista catalán Junts, con siete diputados, la llave de un posible Gobierno de Sánchez.
Si las negociaciones fracasan, el bloqueo político podría derivar en la convocatoria de nuevas elecciones a final de año.
Sánchez, con un historial de victorias electorales contra pronóstico a sus espaldas, podría sumar una más a su cuenta. Tras la contundente derrota de los socialistas en los comicios municipales y regionales de mayo, Sánchez adelantó las elecciones previstas para diciembre en una decisión que sorprendió a sus rivales políticos.
Si la coalición conservadora prospera, abriría la puerta del Gobierno a la ultraderecha por primera vez desde el final de la dictadura de Francisco Franco en 1975.
Esta opción supondría el giro a la derecha de otro socio de la Unión Europea, tras los vistos recientemente en Suecia, Finlandia e Italia. Países como Alemania y Francia están preocupados por lo que podría suponer ese giro en la política migratoria y ambiental de la UE. Los dos principales partidos de izquierda de España están a favor de la cooperación europea, y lo mismo ocurre con el PP, mientras que Vox está en contra.
El nuevo Congreso de los Diputados se reunirá en un mes. El rey Felipe VI nombrará entonces a uno de los líderes para que se someta a una votación parlamentaria para formar Gobierno. Los legisladores tienen un plazo máximo de tres meses para llegar a un acuerdo, o de lo contrario se convocarían nuevas elecciones.
En la cámara alta, donde se elegían 208 senadores, el Partido Popular obtuvo una contundente mayoría con 120 representantes, seguido del PSOE, con 72, y de una coalición independentista de izquierdas, que tendrá siete.