De Los Altos, dos de las 12 regiones del estado, salieron muchos de los casi 48 mil migrantes jaliscienses que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía contabilizó en 2020 fuera de México, principalmente en Estados Unidos.
Por Gardenia Mendoza
MEXICO— El siglo pasado salieron de la región de Los Altos para trabajar en el Programa Bracero en Estados Unidos, contratados y por voluntad propia; en tiempos recientes se fueron por la fuerza, abandonando sus hogares de un minuto a otro con una mano adelante y otra atrás para salvar sus vidas de los constantes enfrentamientos entre sicarios.
Las organizaciones criminales del Cartel Jalisco Nueva Generación y sus sucesivos rivales —últimamente el Cartel de Sinaloa— los han echado de sus tierras o los han asesinado para controlar las rutas de la droga, la extracción clandestina de hidrocarburos y la principal economía de la región: la ganadería.
Aunque no hay una cifra exacta del número de migrantes expulsados en cada municipio, algunos analistas señalan que de Los Altos, dos de las 12 regiones del estado, salieron muchos de los casi 48 mil migrantes jaliscienses que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía contabilizó en 2020 fuera de México, principalmente en Estados Unidos.
En 2014 había solamente 19 mil jaliscienses en el exterior, según las cifras oficiales, por lo que se deduce que, en menos de seis años se ha triplicado el éxodo que quiere evitar ser una de las cinco víctimas mortales que hay en promedio cada día en le entidad.
Las organizaciones criminales controlan las zonas a través de representantes que defienden los intereses. En el caso de Los Altos, las autoridades saben de sus nombres y apodos: “El Sapo”, “El Colombiano”, “El Tarjetas”, “El Loco”, “El Orejón”, “El Greñas”, “La Tuza”, “La Pelota”, “Lupillo Rivera” o “El Negro”.
El Gobierno federal ha enviado operativos de la Guardia Nacional como “refuerzos” después de algunas masacres, desplazamientos, bloqueos, hallazgos de fosas clandestinas e incluso ha entrado en confrontación con el Gobierno estatal, encabezado por Enrique Alfaro, del partido Movimiento Ciudadano.
El exsecretario de Gobernación, Adán Augusto López, afirmó que cuando se le habla de baños de sangre, vienen a su mente los estados de Jalisco, Guanajuato y Michoacán, los cuales, dijo, “se han convertido en un paraíso para la delincuencia organizada”.
Sus declaraciones causaron polémica y en un intercambio de acusaciones con el Gobernador Alfaro éste le reprochó que, según sus cifras, hay 10 estados gobernados por Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador que son más violentos que Jalisco.
Así entraron en una guerra de cifras.
EL CONTROL DEL TERRRITORIO
“En Jalisco hay territorios donde el Estado de Derecho ya no existe y en donde, quienes controlan y mandan son los grupos delincuenciales”, advirtió Rubén Ortega miembro del Observatorio de Seguridad y Justicia en la Universidad de Guadalajara (UdeG).
La zona de Los Altos de Jalisco es una de ellas.
Recientemente en la carretera San Juan de los Lagos – Tepatitlán de Morelos, en el kilómetro 97, a la altura del municipio de Valle de Guadalupe, elementos de la Guardia Nacional Carreteras fueron agredidos a balazos por hombres armados presuntamente pertenecientes a una célula, a la que llaman “gerencias”, como en cualquier empresa legal.
“Esta recrudeciéndose la pelea por las plazas, el enfrentamiento para ver quien se hace de los distintos territorios en esta zona norte y Altos en donde, la ganadería, parte de la agricultura y algunos otros negocios tienen mucho peso”, agrega el analista.
Los Altos es la zona que abastece de leche a la gran mayoría del centro y occidente del país en con marcas como 19 Hermanos o Sello Rojo. Además, la región es líder en exportación de carne y las organizaciones le hincaron el diente, como hicieron anteriormente con el limón y el aguacate en Michoacán.
De acuerdo con denuncias de organizaciones locales a la prensa local, desde octubre de 2022 el CJNG cobra 5 pesos (alrededor de 25 centavos de dólar) por kilogramo de ganancia. Además les dice a quién tienen que vender y los ganaderos afectados tienen temor de denunciar.
“Acá los ganaderos empezaron a bajar los brazos”, dijo un comerciante de la zona.
DEL "HUACHICOL" AL VIEJO NEGOCIO
La información parecería aislada en la región, pero detrás de cada incidente violento hay dinero de por medio. En abril pasado, por ejemplo, el municipio de Encarnación de Díaz fue escenario de diversos eventos violentos.
Encarnación de Díaz, por su localización geográfica, está en una zona de disputa entre grupos criminales, particularmente con operación en el estado de Guanajuato por el control de robo de combustible.
“En el municipio de Encarnación de Díaz pasa el poliducto de Salamanca a Aguascalientes, operan bandas dedicadas al huachicol (como se le dice a la ordeña de ductos de Petróleos Mexicanos)”, expresó Luis Razo, politólogo experto en temas de seguridad.
Jalisco se encuentra en el noveno lugar a nivel nacional en robo de combustible con 68 denuncias, principalmente en Los Altos, superado por Guerrero con 591, el Estado de México con 401, Puebla 291, Nuevo León 235, Veracruz 221, Tamaulipas 151, Tabasco 109 y Tlaxcala con 88.
Por otro lado, el estado ocupa gran parte de una ruta de trasiego de drogas, desde Manzanillo hasta el Norte del país, agregó el investigador de la División de Estudios Jurídicos, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, Dante Haro, por la que está en disputa constante con otras organizaciones.
“Además tenemos la producción que se facilita por las zonas geográficas con poco acceso y en donde, de manera oculta, pueden cultivarse o elaborarse drogas, aunado a la infraestructura y red de carreteras”.
¿DÓNDE ESTÁN LOS ALTOS DE JALISCO?
Es la región noreste del estado y se encuentra dividida en dos:
-Altos Norte que se conforma por: Encarnación de Díaz, Lagos de Moreno, Ojuelos de Jalisco, San Diego de Alejandría, San Juan de los Lagos, Rosario, Unión de San Antonio y Villa Hidalgo.
-Altos Sur lo componen: Acatic, Arandas, Cañadas de Obregón, Jalostotitlán, Jesús María, Mexticacán, San Julián, San Miguel el Alto, Tepatitlán de Morelos, Valle de Guadalupe, Yahualica de González Gallo y San Ignacio Cerro Gordo.