Los líderes del PAN-X-PRI acumularon tal cantidad de actos fallidos del 2020 a estas fechas que estaban desesperados por la falta de liderazgos que fuesen atractivos para la población mexicana. Y las elecciones son ganadas por aquellos candidatos que se consolidan en la conciencia ciudadana como la persona en quien confiar.

Intentaron contra los programas sociales, con FRENA, con la negativa legislativa, con una deshumanizada política anti-COVID, con el apocalipsis que generaría Morena, con un plantón de carpas en el zócalo, defendieron al INE y lo perdieron, se vistieron de blanco, después de rosa, defendieron a la Suprema Corte, tenían asistencia a sus protestas, pero no tenían liderazgos.

Quizá esta ausencia venía de su extremada franqueza, su subconsciente les dice que hay que regresar a la treintena trágica (98-18) para los mexicanos sin privilegios, y precisamente renegaban de: un país con políticas de Bienestar Social, donde se pagan impuestos, donde se combate la corrupción, donde caminamos hacia  la cobertura universal de salud, y ellos  con sus reniegos no lograban ser atractivos, porque precisamente quienes gobiernan así han perdido todo interés para la población.

Tal vez en los sueños húmedos de Alito o en alguna pesadilla de Claudio se les ocurrió que la única manera de acercarse al pueblo era tener un o una  candidata que pareciera lo más posible de la Cuarta Transformación. Es evidente que Marko no sueña y el otro sólo es invitado a la foto.

Ahí fue el momento en que comprendieron que habían de impulsar una candidatura que simulara ser de izquierda, preocupada por los pobres y, ¿qué mejor? Mujer y de origen humilde.

Citaron a reunión de consejo ejecutivo de alto nivel y lo discutieron:

Seguramente algún capitán de las finanzas objetó: “Eso sería una simulación”. Y la respuesta inmediata de los otros asistentes,fue: “Pues de eso se trata”, “tenemos que simular que nos interesan los que votan por AMLO”, “tenemos que simular que nos interesa el país y la soberanía nacional”. Iniciaron un tamizaje y el perfil más cercano a lo que buscaban fue la Senadora Xóchitl.

Resuelto esto, y como suelen ser ejecutivos los altos niveles de las finanzas, se pusieron manos a la obra, vino la solicitud de ingresar a la mañanera, para declararse ahí frente a todo el país defensora del país de bienestar y relatar su origen humilde, la prensa hizo crecer la sobre la incertidumbre, ¿ la dejara entrar o no? Fue no.

Ahora, a tramitar el amparo de 800 mil pesos, conseguir la suspensión provisional y de inmediato intentar entrar a la conferencia diaria del Presidente, para obtener una negativa física, (aunque la resolución no era firme legalmente y se preparaba el recurso de queja contra ella), pero era suficiente para escandalizar que se había violado la ley en su contra. Sucedido lo anterior, todo fue hacer funcionar la enorme cantidad de bots, convertir en noticia la tendencia y toda la prensa va por Xóchitl, hasta ella se sorprendió, y en cascada los incondicionales que van a todas, y así en unos días tuvieron una líder que simulaba puntualmente el perfil que se requería, para iniciar la campaña por la presidencia.

Ahora enfrentaron una nueva “ventana de oportunidad”: ¿Cómo legitimarla?

Y otra vez se les vino encima su propia mojigatería, ellos se reconocían a sí mismos como los únicos demócratas de México y a pesar de que ya tenían a la candidata, y habían decidido caminar en paralelo a los procesos de ley, decidieron simular un proceso democrático de elección.

Y se internaron en el Laberinto de la simulación que ellos mismos habían construido.

Hay que asegurar que la candidata sea elegida por la élite y no por la militancia de los partidos ni por la ciudadanía, mucho menos por el pueblo. Para eso nombraron una comisión conductora del proceso y a los tres días la despidieron y sustituyeron por una totalmente simulada.

Invitaron a registrarse y se presentaron 32 simuladores más, incluyendo a Juanito, a Quadri y a otros impresentables, la comisión simulada eliminó a 20 y dejo 13.

Ahora hay que simular qué la terna de “una sola” surgió después de un proceso de validación de verdadera fuerza electoral, pidiéndoles que recogieran 150 mil firmas, usando tecnología de inteligencia artificial, la cual se negó a simular –ahí se les cae el sistema, le echan la culpa a Bartlett–, Quadri abandona la contienda, piden tiempo para enseñarle a la plataforma de inteligencia artificial a simular.

Mientras tanto, aparecen las simulaciones en la biografía de la candidata, sus incongruencias, sus negocios, sus contratos, sus omisiones en las declaraciones patrimoniales y de interés, hay críticas de familiares “mala onda” y además su estilo empieza producir grietas en su personalidad simulada, que aparece con múltiples facetas. Y se sigue desgastando.

Ahí estaban la semana pasada y ahí los dejaremos esta semana. Perdidos en su Laberinto.

Gustavo De la Rosa

https://www.sinembargo.mx/author/delarosa/

Es director del Despacho Obrero y Derechos Humanos desde 1974 y profesor investigador en educacion, de la UACJ en Ciudad Juárez.

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