Final Fantasy XVI es una entrega que tiene todo lo necesario para convertirse en una de las mejores de la saga, pero sobre todo, marca el fin y el comienzo de una nueva era.
Ciudad de México, 25 de junio (SinEmbargo).- Final Fantasy representa algo más que sólo un videojuego, una franquicia que desde el PlayStation 1 ha sido parte de la vida de millones de jugadores con sus incontables aventuras, personajes entrañables y que ha evolucionado a lo largo de todos estos años siempre buscando exigirse más con cada entrega y en cada generación de consolas. Después del lanzamiento del exitoso Final Fantasy XIV y de tantos años de espera, con Final Fantasy XV la franquicia buscó una nueva forma de pulir cada uno de los apartados que la hacen lo que es hoy en día, desde aspectos como historia, la manera en que se juega, la música, los diálogos, los personajes y mucho más, hasta llegar al día de hoy y es que además de la entrega canónica número 15 de la serie, el remake de una de las entregas más emblemáticas: Final Fantasy VII, marcó un punto y aparte que da un salto de calidad para esta nueva entrega.
Primero que nada, hay que mencionar que la historia de Final Fantasy XVI no es una secuela directa de los acontecimientos que vimos en la entrega anterior y estamos frente a una historia completamente nueva, con nuevos personajes y lugares por explorar dentro del universo del videojuego, pero también habrá algunas referencias a entregas pasadas, nuevamente sin contar con historias entrelazadas. En esta ocasión conoceremos el mundo de Valisthea, donde diversas naciones están en conflicto por conseguir el control de los “cristales madre”, los cuales dan a ciertos habitantes acceso al éter, el cual te brinda el poder de realizar magia. También existen seres que conoceremos como “dominantes” en cuyo interior reside un “eikon”, una criatura de invocación lo bastante poderosa para controlar ciertos elementos de la naturaleza y arrasar con quien se ponga en su camino. El reino es atacado, la corona es derrotada y el principal poseedor de uno de estos “Eikon”, el príncipe, muere a manos de otro “dominante” siendo su hermano mayor, Clive Rosefield, nuestro protagonista y un sobreviviente de ese día de caos, años después emprenderá una búsqueda para localizar al causante de todo este conflicto.
A pesar de que existe demasiado que explorar dentro de la historia del juego, queremos evitar dar más detalles para no arruinar la aventura, sin embargo, estamos frente a una de las mejores historias que hemos visto dentro de la franquicia, ya que tenemos a personajes realmente entrañables, cuya personalidad va evolucionando y sobre todo, una historia que puede estar clasificada entre las más maduras y oscuras que hemos visto a la fecha. Por el lado musical tenemos todo lo que esperaríamos de una franquicia como Final Fantasy y cada momento de exploración, historia, cinemática y sobre todo combate es un deleite visual y auditivo. Por el apartado gráfico, podemos decir dos cosas, la primera, a nivel cinemático el uso de este recurso puede ser un poco excesivo en ciertos momentos, sin embargo, cada cinemática y adición a la historia es increíble y luce muy bien; por otro lado, el desempeño del juego carece de un poco de optimización en ambas opciones tanto en modo rendimiento como en el modo gráfico, algo que seguramente se irá solucionado con actualizaciones.
El combate es simplemente brillante la manera en que se logró ejecutar para el deleite de los jugadores, dentro de los comandos sencillos, contamos con un botón de acción cuerpo a cuerpo, uno para esquivar y otro para brincar, adicional a esto, existen combinaciones de botones que nos darán acceso a ataques mucho más fuertes gracias al uso de los “Eikon”, podremos tener hasta 3 habilidades diferentes equipadas. Y al momento de entrar en combate, las combinaciones que podemos utilizar sumadas a esquivar ataques en el momento preciso nos dan un combate fluido y lleno de acción, tal vez, lo que más carece es un sentido de estrategia, pero el realizar hechizos y soltar golpe tras golpe en el aire o en tierra es una gran experiencia.
Todo esto se combina con los atributos de nuestro personaje que vamos desarrollando conforme subimos de nivel, como vida, ataque, defensa, además de los atributos que nos dan nuestras armas y armadura, así como los hasta 3 accesorios que podemos tener equipados. El árbol de habilidades nos permite aprender nuevos ataques “Eikon” también habilidades pasivas que se activan tras atacar o esquivar, combinaciones, nuevos movimientos y más, donde necesitaremos una gran cantidad de puntos de habilidad, ya que cada una podremos incrementarlas hasta nivel 5.
Final Fantasy XVI es una entrega que tiene todo lo necesario para convertirse en una de las mejores de la saga, pero sobre todo, marca el fin y el comienzo de una nueva era y de la siguiente generación dentro del universo de Final Fantasy, el cual seguramente dará pasó a una entrega número 17 y algunos otros remakes con nuevas mecánicas.
