Desde junio del año pasado las tres principales agencias calificadoras, Standard and Poor's, Moody’s y Fitch Ratings, que realizan revisiones periódicas sobre las notas del soberano, han mantenido su perspectiva de México como estable, en el grado de inversión, lo que implica que, por un tiempo, no harán cambios. Las dos primeras se mantienen en ese lugar desde junio de 2022, Fitch dio a conocer su última revisión el viernes pasado.
Ciudad de México, 19 de junio (SinEmbargo).– En marzo de 2018 Fitch Ratings alertó sobre el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, quien semanas después se convertiría en el Presidente más votado de la historia reciente. En esa ocasión, indicó que con su triunfo no podían “descartarse riesgos en torno a la potencialmente más lenta implementación de reformas (especialmente en el sector energía), la reorientación de la política económica hacia una mayor intervención estatal y un mayor gasto fiscal”.
Para mayo la calificadora insistió que seguirá de cerca todas las decisiones que pudieran afectar la calificación crediticia del país. No fue el único caso. Tan sólo un día después de la jornada del 1 de julio de 2018 que López Obrador ganó con 30 millones de votos, Moody’s dijo que la incertidumbre respecto a las políticas públicas, especialmente económicas, que en ese entonces preveía que instrumentaría el candidato de la izquierda podrían afectar la estabilidad de los mercados, del tipo de cambio e incluso el perfil crediticio del país.
Meses después, ya como Presidente, López Obrador aclaró que sería el combate a la corrupción y el rescate a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), los hechos que responderían a estas calificadoras, de uno de varios episodios que tensaron la relación entre estos organismos y el actual Gobierno mexicano.
Casi cinco años después de esas primeras alarmas, algunas de esas calificadoras han mantenido la calificación crediticia de México con perspectiva estable garantizando el grado de inversión en el país y destacando su política macroeconómica prudente, así como sus finanzas y deuda públicas estables.
Desde junio del año pasado las tres principales agencias calificadoras, Standard and Poor's, Moody’s y Fitch Ratings, que realizan revisiones periódicas sobre las notas del soberano, han mantenido su perspectiva de México como estable, en el grado de inversión, lo que implica que, por un tiempo, no harán cambios. Las dos primeras se mantienen en ese lugar desde junio de 2022, Fitch dio a conocer su última revisión el viernes pasado.
En un comunicado, Fitch informó que la calificación de la deuda de México se mantendrá en "BBB-" con una perspectiva estable para el ratio del país, una ratificación que respaldó en la política macroeconómica prudente, la buena situación de sus cuentas externas y una sólida política fiscal.
“Fitch no prevé un cambio en la posición de la política fiscal rumbo a las elecciones presidenciales del año 2024. En los precriterios generales del presupuesto para 2024 revisaron los Requerimientos Financieros del Sector Público para estimar un déficit de 3.7 por ciento del PIB en este año desde el 3.6 por ciento que previeron anteriormente y anticiparon que para el año próximo, este indicador se encontrará en 2.7 por ciento del PIB”, informó la calificadora.
Al inicio del actual Gobierno, Fitch tenía una calificación “BBB+” al igual que Standard and Poor's que desde junio del año pasado la ha mantenido en “BBB”. En tanto, Moody’s tenía al arranque de la administración una calificación “A3”, es decir en un grado medio superior”, que actualmente se ubica en “Baa2”, en un grado menor, pero aún en una perspectiva estable.
El 8 de mayo pasado, la Secretaría de Hacienda dio a conocer que las calificadoras Kroll Bond Rating Agency (KBRA) y DBRS Morningstar (DBRS) ratificaron también calificación de la deuda soberana de largo plazo en moneda extranjera de México en “BBB”, dos niveles por encima del grado de inversión, con perspectiva estable, que indica que no se esperan cambios en la calificación en los próximos 12 a 18 meses.
KBRA, informó el Gobierno de México, destacó el manejo sólido de la economía mexicana y los equilibrios macroeconómicos del país, que se refleja en métricas fiscales sólidas, un tipo de cambio flexible y un bajo déficit en cuenta corriente que permiten reducir la vulnerabilidad del país ante choques externos.
Por su parte, DBRS resaltó los fundamentales sólidos de México, derivados de un manejo prudente de la política fiscal, credibilidad en la política monetaria y un sistema financiero bien capitalizado y líquido, lo que respalda la fortaleza externa e interna de la economía mexicana.
Ambas agencias destacaron la fortaleza de la posición externa de nuestro país, derivada de la diversificación de su portafolio de deuda, principalmente en moneda local, a tasa fija y a largo plazo, así como el nivel elevado de reservas en el Banco de México por 203 mil millones de dólares y una Línea de Crédito Flexible con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 48 mil millones de dólares, lo que permite mitigar los episodios de volatilidad cambiaria e incertidumbre a nivel global.
Días antes, el 28 de abril, la agencia calificadora HR Rating hizo lo propio al ratificar la calificación “BBB+” sobre la deuda soberana de México, al tiempo que mantuvo “estable” su perspectiva en el mediano y largo plazo, al señalar los “niveles prudentes en las cuentas fiscales, con una trayectoria ascendente en cuanto a la recaudación como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), permitiendo que los niveles de gasto se mantengan estables”.
La calificadora también resaltó el buen desempeño de la actividad económica del país, reflejando “un impacto positivo sobre el nivel de endeudamiento durante 2022”.