La base militar Fort Liberty, ubicada en Carolina del Norte y donde entrenan soldados de élite conocidos como Boinas Verdes, es donde se han registrado más bajas entre militares por sobredosis de fentanilo.
Los Ángeles, 13 de junio (LaOpinión).- El tráfico y consumo de fentanilo en Estados Unidos sigue causando estragos y el problema ha escalado tanto que ya afecta a las Fuerzas Armadas del país, incluyendo a elementos de élite, tal como lo revelan estadísticas del Departamento de Defensa.
Y es que, de acuerdo con un informe del Pentágono publicado este año y consultado por Univision Noticias, entre 2017 y 2022 un total 332 soldados perdieron la vida por sobredosis de droga y, en 174 de estos casos, se determinó el fentanilo fue el causante de las muertes.
El documento revela, además, que la base militar Fort Liberty ubicada en Carolina del Norte y donde entrenan soldados de élite conocidos como Boinas Verdes, es donde se han registrado más bajas por sobredosis de la potente droga sintética, con 31 casos.
“Cada sobredosis de drogas es una pérdida de vida prevenible y debemos trabajar para hacerlo mejor”, escribió Gilbert Cisneros, subsecretario del Departamento de Estado en una carta que envió a legisladores en febrero.
“Abordar el abuso de drogas y prevenir las muertes por sobredosis en nuestras Fuerzas Armadas es una alta prioridad para el Departamento de Defensa”, agregó.
Estas cifras muestran la alarmante situación del fentanilo dentro del ejército estadounidense, algo que también fue abordado por el diario Washington Post, al señalar que, durante los últimos ocho años, los fallecimientos de militares por esa droga duplicaron al número de caídos en Afganistán en el mismo periodo.
De acuerdo con el diario, algunas de estas muertes se debieron a una mala atención en los procesos de rehabilitación, como fue el caso de Ari McGuire, de 23 años, quien se alistó en 2016 y fue un sargento quien lo indujo al consumo de fentanilo.
Cuando el joven confesó a sus superiores que tenía una adicción a esta droga no recibió ayuda adecuada, ya que altos mandos en Fort Liberty lo pusieron en lista de espera para recibir tratamiento y ordenaron que dos sargentos lo cuidaran de cerca.
Sin embargo, McGuire se fue de la base aparentemente a comprar fentanilo en el auto de una compañía de viajes compartidos. Al volver, el conductor se dio cuenta que el muchacho estaba inconsciente. Más tarde fue declarado muerto en un hospital, concluyó una investigación del Ejercito citada por el Post.