“¡Chiapas no es cuartel! Fuera Ejército de él”, y “Fuera paramilitares” fueron algunos de los gritos más recurrentes de los varios cientos de personas que se congregaron en la Ciudad de México por la acción global contra la violencia contra pueblos zapatistas en Chiapas.
Ciudad de México, 8 de junio (SinEmbargo).–“Democracia, libertad, justicia”. Estas palabras pintadas en blanco sobre una tela roja con forma de corazón anatómico concretaron la exigencia de cientos de organizaciones y activistas para llamar a un alto a la violencia contra pueblos zapatistas de Chiapas, quienes marcharon este jueves en la Ciudad de México y otras localidades.
Más de 800 organizaciones civiles, académicos, activistas y miembros de comunidades indígenas llamaron a una acción global en diversas entidades de México y hasta en ciudades europeas este 8 de junio tras denunciar una creciente ola de ataques contra fracciones del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en el estado sureste.
“¡Chiapas no es cuartel! Fuera Ejército de él”, y “Fuera paramilitares” fueron algunos de los gritos más recurrentes de los varios cientos de personas que se congregaron; pero también hubo un claro llamado al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador: “AMLO decía que todo cambiaría. ¡Mentira! ¡Mentira! Es la misma porquería”.
La cita en la capital del país se dio a las 16 horas en el Ángel de la Independencia con la presencia de habitantes de Iztapalapa, Pantitlán; Amealco en Querétaro; Toluca en el Estado de México; Puebla, y otras localidades de entidades cercanas.
Liseth, originaria del pueblo de San Andrés Cuexcontitlán cerca de la capital mexiquense de Toluca, llegó a la Ciudad de México para protestar contra las agresiones contra pueblos indígenas de todo el país y pueblos zapatistas.
“Todos los pueblos indígenas estamos hartos de la represión”, expresó en entrevista con SinEmbargo. “Solamente levantando la voz nos harán caso, porque de lo contrario por eso tenemos tantos muertos y presos políticos”.
Apenas a inicios de junio, unas 800 organizaciones y alrededor de mil personalidades de todo el mundo emitieron un comunicado de respaldo al EZLN para alertar que «Chiapas está al filo de la guerra civil con paramilitares y sicarios de los diversos cárteles que se disputan la plaza y grupos de autodefensas, con la complicidad activa o pasiva de los gobiernos de Rutilio Escandón Cadenas (Gobernador del estado) y (el Presidente) Andrés Manuel López Obrador”.
Juan viajó desde el pueblo otomí de Santiago Mexquititlán, en el municipio queretano de Amealco, para apoyar a sus compañeros zapatistas. “Estamos en la misma lucha. Lo que sucede allá nos sucede a todos”, expuso. “En Querétaro, la lucha es por el agua, porque el Gobierno estatal nos quiere arrebatar el agua de nuestros pozos y los políticos lo venden al mejor postor”.
En la Glorieta de las Mujeres que Luchan, antes conocida como la Glorieta de Colón sobre Avenida Reforma, mujeres indígenas hicieron un llamado de libertad para presos políticos y respeto a la autonomía de pueblos originarios.
ZAPATISTAS BAJO ATAQUE
”La Cuarta Transformación es militarización”, gritaron en la marcha hacia el Zócalo capitalino zapatistas y simpatizantes.
En este sentido, David Jiménez, originario de los pueblos cholultecas y de los volcanes en el estado de Puebla, acusó que el Gobierno de López Obrador ha solapado a grupos paramilitares como los que ingresaron a las instalaciones de Bonafont que fueron tomadas por los pueblos indígenas poblanos en el 2020 tras acusar que la empresa transnacional saqueaba su agua.
”La demanda es que AMLO deje de entregar los recursos y bienes naturales a las empresas transnacionales. Este sigue siendo un Gobierno neoliberal que solapa a los paramilitares y asesina a nuestros compañeros activistas indígenas, como Samir Flores”.
Los ataques contra pueblos indígenas y bases zapatistas en los últimos años han sido denunciados en diversas ocasiones por organizaciones como el Frayba. Más recientemente, el Concejo Nacional Indígena (CNI) reportó un ataque al compañero zapatista Jorge López Santíz a manos del grupo paramilitar Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (ORCAO), el cual lo había dejado «en el filo entre la vida y la muerte».
En diciembre de 2020, campesino Manuel Gómez Vázquez de 22 años, de origen maya-tseltal y Base de Apoyo del EZLN fue detenido arbitrariamente «por un grupo civil armado y autoridades comunitarias». Junto con él, entre el 4 y 5 de dicho mes, fueron detenidas cuatro personas en total.
La organización acusó que el aprehendido fue objeto de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes. A la fecha, no ha sido liberado del Centro Estatal de Reinserción Social de Sentenciados número 16 de Ocosingo, Chiapas.
El Ejército Zapatista se dio a conocer mundialmente cuando se levantó en armas en 1994 en contra del Gobierno de Carlos Salinas de Gortari, en el marco de la negociación del primer Tratado de Libre Comercio (TLCAN) y para demandar mejores condiciones para los pueblos originarios. Tras 12 días de conflicto armado, hubo un cese al fuego con la firma de los Acuerdos de San Andrés, donde el Ejecutivo federal se comprometía a resolver sus demandas indígenas pero cuyo incumplimiento se ha denunciado por parte del EZLN a lo largo de los años.
VIOLENCIA EN CHIAPAS POR CÁRTELES EN DISPUTA
Organizaciones con trabajo local e internacional, así como medios de comunicación, han dado cuenta de la creciente violencia e inseguridad en el estado de Chiapas debido a enfrentamientos entre los Cárteles de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación, que se disputan el control de la frontera con Guatemala. Los grupos criminales han provocado el reclutamiento forzado de jóvenes, desplazamiento de miles de personas de sus comunidades, asesinatos y bloqueos de vialidades.
La Organización Internacional de Migración (OIM) anunció a finales de mayo que México ocupaba el tercer lugar en su registro de nueve años en número de personas desplazadas internamente, por detrás de Colombia y Estados Unidos; con un total de 389 mil 600 mexicanos que han huido de sus hogares y no han podido regresar.
“Casi todos los desplazamientos fueron detonados por la violencia criminal, y el 90 por ciento de ella ocurrió principalmente en los estados de Chiapas, Michoacán y Zacatecas”, detalló la organización.
Por su parte, la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH) ya había advertido que el 2021 había sido el año con mayor número de episodios de desplazamiento interno forzado masivo en el país, con al menos 28 mil 943 personas que tuvieron que salir de sus hogares para huir de la violencia.
De acuerdo con su informe “Episodios de desplazamiento interno forzado en México 2021”, Chiapas registró en dicho año siete mil 117 personas desplazadas con un total de nueve episodios de desplazamiento masivo y 25 localidades afectadas.
Los principales municipios afectados fueron: Aldama, Chapultenango, Chenalhó, Ocosingo, Pantelhó y Venustiano Carranza. El análisis de estos episodios de desplazamiento coinciden en que la principal causa fue violencia política, conflictividad social y conflictos territoriales; con una alta presencia de personas armadas y ataques violentos a personas, casas, cultivos o negocios.