Lilly Téllez y Santiago Creel se disputan los primeros lugares en la intención de voto del panismo y del bloque opositor. Ella apenas arribó a la oposición en 2020 y se ha hecho un lugar con un discurso de descalificación hacia el actual Gobierno. Él, con el control del PAN, busca por tercera ocasión una candidatura que se le ha negado.
Ciudad de México, 26 de mayo (SinEmbargo).– Un millón de firmas. El planteamiento de la dirigencia del PAN para poder aspirar a ser el abanderado presidencial de la oposición ha generado reclamos al interior del partido, de quien —según las encuestas— es una de la principales contendientes para 2024: la Senadora Lilly Téllez, quien en menos de tres años pasó de integrar las filas de la Cuarta Transformación a sumarse al panismo y, ahora, a confrontarse con el Diputado Santiago Creel Miranda, al que atribuyó la propuesta y quien busca competir por una candidatura que ya se le ha negado dos veces.
Santiago Creel Miranda es el mentor político del dirigente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, y uno de los principales liderazgos con los que actualmente cuenta el panismo. El exsecretario de Gobernación de Vicente Fox —tiempo en el que entregó múltiples permisos a casinos— ha sido vinculado por el expresidente Felipe Calderón con “los cadeneros”, un grupo de dirigentes panistas, como el propio Cortés y el Diputado Jorge Romero, vinculado al Cártel Inmobiliario que opera en la Alcaldía Benito Juárez de la Ciudad de México, que tienen el control del padrón del partido y que ahora están frente la dirigencia nacional.
Lo cierto es que Lilly Télllez se ha colocado entre las mejores opciones de la oposición –pese a tener poco tiempo de haberse incorporado al PAN– al abrazar la polémica mediante insultos, improperios y una abierta confrontación hacia el Presidente López Obrador, a quien ha prometido encarcelar en caso de ganar, como un estilo que la colocado en esos sitios, y que ahora busca emplear contra Santiago Creel.
Beneficiada por la ola obradorista de 2018, Téllez alcanzó un escaño en donde viró de la izquierda a la extrema derecha con un discurso virulento, tanto en redes como en tribuna, hacia el oficialismo que le ha dado réditos en el sector más conservador del panismo. Así lo muestran las encuestas de El País, El Financiero y El Universal de mayo que la colocan como la mejor aspirante del partido y de la oposición en 2024.
Esas mismas mediciones las empleó hace unos días la Senadora para enfrentar a Creel que presumió sus propias mediciones —con menor reconocimiento— que lo colocan en la delantera.
“¡Cada vez somos más los que queremos rescatar a México! Gracias a su apoyo, somos la opción más competitiva, para encabezar la candidatura presidencial, de la Alianza Va por México. Hoy 3 encuestas nos colocan como el proyecto preferido para liderar el polo opositor”, escribió en Creel al compartir las mediciones de Publimetro, CeResearch y Electoralia. “Te faltaron estas @SantiagoCreelM a mayor detalle”, respondió Lilly Téllez junto a las imágenes de las tres encuestas de mayo en donde ella es colocada como la principal aspirante del panismo y el bloque opositor.
Además de Lilly Téllez y Santiago Creel, en los primeros lugares de la intención de voto del panismo hay otros aspirantes como Ricardo Anaya, quien no se encuentra en el país desde agosto de 2021 en el marco de las investigaciones de la trama de corrupción de Odebrecht, el exgobernador Francisco García Cabeza de Vaca, buscado por las autoridades, y el Gobernador de Yucatán, con apenas reconocimiento a nivel nacional.
Aunque lo que arrojan las encuestas no es el único aspecto que ha dado pauta a reclamos en el panismo. Es el mismo caso de las firmas que ha planteado la dirigencia panista para participar en el proceso de selección del candidato de 2024. “Recopilar un millón de firmas cuesta MÍNIMO 30 millones de pesos ¿Pues quién te financia @SantiagoCreelM ?”, cuestionó al exconductora de Tv Azteca.
Pese a ser una favorita de la oposición, destaca la inexperiencia política de la Senadora, quien debutó de la mano de Morena el 10 de enero de 2018. En ese entonces se dio a conocer que sería la Coordinadora Estatal de Organización del partido en Sonora en el marco del proceso federal de ese año que la llevó al Senado, en donde ha protagonizado una serie de escándalos, el más recordado ocurrió durante la sesión del 7 de marzo de 2019 como morenista. Ese día estalló cuando le colocaron en su escaño un pañuelo verde en respaldo de la interrupción legal del embarazo. “Yo les pido que así como yo no voy con ustedes a arrancarles el ‘trapo verde’ del cuello, ustedes no vengan a imponerme un ‘trapo verde’, que para mí significa la muerte, a mi escaño”, gritó.
De hecho, entre las iniciativas que ha presentado como legisladora hay una al artículo 22 de la Constitución para que este sea modificado de la siguiente manera: “No se promoverá acción o política alguna que atente contra la vida y dignidad de los seres humanos, cuidando especialmente a niñas, niños y adolescentes en todas sus etapas de desarrollo”. Esa postura la colocó en el PAN y la llevó a acercarse al partido ultraderechista español Vox y a firmar la Carta Madrid que entre otros puntos busca poner fin “al avance del comunismo”.
Creel, por su parte, es visto dentro del panismo en un sector más moderado que precisamente lo ha llevado a tejer alianzas con partidos como el PRI y el PRD. Santiago pretende, por tercera ocasión, ser candidato presidencial del PAN, algo que siempre se le ha negado aún cuando se encontraba en su mejor momento político.
Así, su primer intento por ser el abanderado presidencial del panismo resultó en un fracaso. Pese a ser impulsado por el Presidente Vicente Fox, en 2005 Creel Miranda perdió en las tres rondas frente a su compañero de Gabinete, el exsecretario de Energía Felipe Calderón Hinojosa, quien llegaría a la Presidencia de México a través de una elección que a la fecha carga con señalamientos de fraude. En ese proceso interno del PAN, Calderón consiguió 58.3 por ciento de los votos; Santiago Creel, 24.07, y Alberto Cárdenas, 17.9.
Seis años después, Santiago Creel fue por su segundo intento de ser electo como el presidenciable del PAN. Y en esa ocasión no sólo perdió nuevamente, sino que se fue hasta el tercer lugar de las preferencias panistas. Fue en febrero de 2012 que la militancia panista se decantó por Josefina Vázquez Mota, quien venció con el 55 por votos al delfín del calderonismo, Ernesto Cordero, quien alcanzó un 38 por ciento de la votación. En esa ocasión, Creel quedó relegado con un 6 por ciento. Vázquez Mota sería abandonada por su partido en el proceso presidencial de 2012 al quedar en tercer lugar, en medio de las acusaciones de que Felipe Calderón impulsó y operó a favor del candidato priista, y eventual Presidente, Enrique Peña Nieto.
A esto se suma el hecho de que nunca ha ganado una elección. Además de las derrotas que ha tenido en la Ciudad de México y en las internas del PAN, las tres veces que ha estado en el Congreso, como Diputado en la LVII legislatura y en la actual LXV y como Senador en las LX y LXI Legislaturas, siempre ha sido por el principio de representación proporcional. Es decir, no ha sido elegido por la gente.
Ahora, ante las críticas vertidas en su contra de ser juez y parte en el proceso de designación del candidato opositor, Santiago Creel ha matizado que él no propuso la recolección de firmas y que el método para elegir al candidato presidencial opositor debe tener el "mayor consenso posible".
"Soy el primero en pedir que exista una cancha pareja, que sean las reglas iguales para todos y que, de entrada, las reglas permitan una participación para que quien salga candidato cuente con toda la legitimidad; ese ha sido mi posicionamiento al interior de mi partido y al exterior, todo lo demás es ajeno a lo que pienso", declaró el miércoles pasado el Diputado a la prensa.
De frente, el reto en 2024 para el PAN y la oposición es mayúsculo, con menos Gobiernos estales en su control y con una votación, en el caso del albiazul, que ha ido de un proceso a otro a la baja.
En dos décadas, como muestran los números, Acción Nacional ha ido perdiendo votos. En 2000, con la supuesta "transición", Vicente Fox obtuvo 15 millones 989 mil 636 votos; en 2006, en un proceso manchado por los señalamientos de fraude, Felipe Calderón logró 15 millones 284 de votos; en 2012, al perder la Presidencia, Josefina Vázquez Mota tuvo 12 millones 732 mil 630 votos; en 2018, de la mano del PRD y Movimiento Ciudadano, Ricardo Anaya llevó al PAN a su peor votación con 12 millones 610 mil 120 sufragios.
Y ahora, para 2024, sin figuras visibles, y con un eterno aspirante que nunca ha ganado una elección, el PAN tiene un dilema en Lilly Téllez.