México, 20 Nov. (Notimex).- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) recomendó a México revisar la fortaleza e independencia jurídica y financiera que deben tener los organismos reguladores respecto de las secretarías de Estado.
El Jefe de la División de Política Regulatoria de la OCDE, Nikolai Maylyshev, apuntó que si México considerara que estos organismos pudieran ser independientes también tiene que preocuparse por la forma cómo van a rendir cuentas, ya que recibirían un presupuesto propio y no a través de una secretaría.
En la presentación del estudio “Revisiones de la OCDE sobre reforma regulatoria. México: Hacia una perspectiva de gobierno entero para la mejora regulatoria”, apuntó que la recomendación es que México haga una revisión de las atribuciones, responsabilidades y mecanismos de rendición de cuentas de los organismos reguladores sectoriales.
Entre estos están la Comisión Reguladora de Energía (Cofemer), la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), además de fortalecer a la Comisión de Mejora Regulatoria (Cofemer).
En videoconferencia desde París y acompañado por el subsecretario de Competitividad y Normatividad de la Secretaría de Economía (SE), José Antonio Torre, explicó que el propósito es elevar la calidad de su regulación para lograr un mayor impacto positivo en la productividad y crecimiento económico.
Consideró que el arreglo institucional actual, en el cual los organismos reguladores responden a secretarias de Estado sectoriales, tiene que ser objeto de una revisión profunda y reformarse.
“Estamos sugiriendo que el gobierno mexicano lleve a cabo una revisión de reguladores en la economía para considerar cuáles de ellos tienen independencia genuina y, en esos casos, podamos crear diferentes entes y diferentes presupuestos”, añadió.
No obstante, precisó, si tras esta revisión el gobierno mexicano considera que los reguladores deben tener mayor independencia, también tiene que sujetarse a una mayor rendición de cuentas y medir su desempeño, pues recibirían recursos presupuestales propios.
En el caso de la Cofemer, dijo que la sugerencia de la OCDE es que se fortalezca su estatus y colocarla lo más cerca posible del gobierno central, pues estos entes de supervisión regulatoria deben disfrutar del apoyo de los secretarios de Estado.
Sobre el hecho de que actualmente la Cofemer no puede revisar ningún trámite relativo a la Secretaría de Hacienda, subrayó que todas las agencias federales deberían ser sujetas a una disciplina federal, a la cual esta dependencia no tendría que estar excluida.
A su vez, el subsecretario de Competitividad y Normatividad de la SE, José Antonio Torre, consideró adecuadas las recomendaciones de la OCDE sobre la reflexión y decisiones que debe tomar México para tener una estructura de reguladores que impulsen la economía.
“Pensamos que México necesita llevar a cabo una reflexión importante de cuál debe ser la estructura jurídica y de autonomía financiera de los reguladores”, añadió al precisar que las decisiones al respecto deben tomarse luego de una reflexión profunda.
El funcionario federal precisó que las recomendaciones del organismo internacional no son vinculantes, sino que buscan orientar la política pública de México con base en la experiencia los países que integran la OCDE.
No obstante, opinó que este proceso de reflexión sobre los organismos reguladores debe hacerse con cierta periodicidad para ver si el país va en el camino correcto y cuáles deben ser los pasos a seguir en esta materia.
Torre comentó que el estudio y recomendaciones de la OCDE forman parte de la reflexión profunda que pretende efectuar el gobierno mexicano sobre los esfuerzos que ha venido implementando en los últimos años en materia de competencia y mejora regulatoria.
Señaló que la propia SE solicitó a la OCDE hacer una revisión profunda e independiente sobre los resultados de estos esfuerzos para que emitiera recomendaciones particulares sobre hacia donde debe avanzar México, con base en la experiencia del organismos y de los revisores independientes que participaron en el estudio, de países como Australia, Estados Unidos, Canadá y Brasil.
