La gira de nombre «Ven aquí», que remite a uno de sus grandes éxitos, ha permitido a la Los Bunkers a volver a conectar con México, a desempolvar los sentimientos contrastados como el dolor y la alegría que marcan sus canciones, pero también a ser escenario de la nueva música con toda la esencia de estos chilenos.

Ciudad de México, 15 de mayo (SinEmbargo).- Sonidos ochenteros y el abrazar a la añoranza, son la etiqueta que ha definido el hilo conductor de más de dos décadas de trayectoria de la banda chilena Los Bunkers, que están de vuelta después de una larga pausa ahora con una gira en escenarios mexicanos.

La banda integrada por Álvaro López, Francisco Durán, Mauricio Durán, Mauricio Basualto y Gonzalo López se recuentra con su audiencia mexicana en 13 ciudades desde el pasado mes de marzo, y después de que tocaron por última vez en el país en el Vive latino del 2014. Ahora, a nueve años de esa presentación, esta banda se reúne con un público que los recibe mejor que nunca:

«He visto un cambio exponencial, yo he visto a la gente muy cariñosa con nosotros. Súper perceptiva, participativa, eso es mucho del público mexicano, que es terriblemente participativo», indica Gonzalo López, bajista de la banda, en entrevista con SinEmbargo.

Comparte que a diferencia de sus otras visitas, esta vez han podido llegar a ciudades a las que antes no lo hacían como Ciudad Juárez.

«Nos llamó la atención en su momento cuando llegamos y siempre nos ha gustado, y ahora no ha sido la excepción exponencialmente en crecimiento. Esta gira nos ha permitido conectarnos con el público».

La gira de nombre «Ven aquí», que remite a uno de sus grandes éxitos, ha permitido a la banda a volver a conectar con el país en que alguna vez también vivieron, a desempolvar los sentimientos contrastados como el dolor y la alegría que marcan sus canciones.

La pérdida de un amor, la nostalgia de haberlo vivido, el desorbitar en uno mismo, la soledad, la ausencia, la tristeza y más letras llenas de múltiples emociones, los han marcado de sus inicios en los 90, pero todo aderezado de sonidos envolventes que juegan a través de diferentes épocas.

«La verdad es que siempre nos ha gustado, desde los inicios, cuando comenzamos nuestra composición con los chiquillos, Mauri con Franci, y como los vimos crecer ahí mismo en sala de composición, y a todos siempre nos llamaba la atención esa dualidad, como la alegría y la tristeza».

«‘Llueve sobre la ciudad’, ‘Ven aquí’, por decirlo de alguna forma, son como el payaso con la cara manchada, la mujer con el rimel corrido, todo es un poco como jugar a eso, como un ritmo alegre pero con una letra un tanto nostálgica, de una relación destructiva incluso si quisieras más tórrida, que es un poco el carácter que tiene el disco ‘Vida de Perros’, donde los chiquillos pasaron por un proceso un tanto más tortuoso, y ahí es donde más se ve esa beta de la como composición, pero contrastada con la música más alegre, siempre nos ha gustado esa mezcla, indica el bajista.

Pero esta gira no sólo se ve enmarcada con viejos éxitos, pues además México se ha convertido en el primer escenario en vivo en escuchar «Bajo los árboles», y su anterior sencillo: «Rey», con el que volvieron a la música nueva.

«Todos nuestros shows los hemos aderezado con música nueva que era algo que desde el inicio, en la idea de juntarnos, estaba. La idea del recuerdo, la añoranza, tenía que venir en la música nueva también. Estamos contentos por todos los ángulos».

«‘Bajo los árboles’ tiene un corte de la beta más clásica del sonido bunkeriano, el ‘Rey’ tenía más ese lado sintético ochentero, y ahora ya hemos vuelto ha lo que se podría decir como el sonido más Bunkers, por decirlo».

Los Bunkers, van y vuelven, y a diferencia de otras bandas que dedican experimentar o jugar con la música y géneros completos, estos chilenos optan por conservar su esencia, no estancarse, pero sí cuidar eso que los diferencia de otras bandas y ha sido motor en toda su composición.

Gonzalo López, que también ha sido parte de agrupaciones como Cigarbox Man y Kolumbia, proyectos con propuesta totalmente diferentes, habla de ese común denominador que mantiene a esta banda que comparte con su hermano Álvaro López.

«Siento que claramente hay un núcleo comunicador de parte de la en términos estéticos, artísticos, sin embrago siempre estamos extendiendo la paleta a otras cosas, a otros sonidos, a aventurarnos en otras áreas, esto es algo que se nos dio de una manera súper orgánica tras el ensayo apareció».

«Creo que es importante que la banda tenga ese fijo, ese núcleo comunicacional, creo que es importante que lo sostengan, y con base en eso seguir obviamente investigando, curioseando, divirtiéndonos con la música finalmente que es el objetivo de toso, sin repetirnos el plato», indica.

A Los Bunkers aun les faltan estaciones por recorrer, se acerca Querétaro, Chiapas, San Luis Potosí, Morelia, Oaxaca y por supuesto dos fechas en el Auditorio Nacional.

«Nos queda mucha gira, nos queda mucho show en la República, estamos contentos, estamos felices y dichosos de todo esto que está pasando, entre Mexico y Los Bunkers».