La familiar del reconocido activista mexico-americano ha trabajado como parte del personal de la Casa Blanca en los gobiernos de Barack Obama y Joe Biden.
Por Darlene Superville
Washington, 25 de abril (AP).— Cuando el Presidente Barack Obama fue a California para dedicar un monumento nacional al líder de derechos laborales César Chávez, un grupo de familiares del activista fue invitado a posar para fotos con el mandatario.
Julie Chávez Rodríguez, nieta de César Chávez, se quedó al margen. Como era miembro del equipo de Obama, había ido al evento como parte de la delegación oficial y no quería llamar atención.
Sólo tras la insistencia de la asesora presidencial, Valerie Jarrett, fue que Rodríguez aceptó con renuencia incorporarse al grupo, aunque apenas entraba en el marco.
“Le dije, ‘Julie, tienes que estar allí con tu familia’”, recordó Jarrett, quien era entonces la jefa de Rodríguez en la Oficina de Enlace Público de la Casa Blanca. “Y ella me respondió, ‘No, hoy estoy como parte de la delegación oficial’”.
Con frecuencia, los miembros del personal de la Casa Blanca son personas ambiciosas, que ansían la atención pública o hacen alarde de su apellido. Rodríguez ha sido una clara excepción. En su segundo turno sirviendo a un Presidente demócrata, ha sido directora de asuntos intergubernamentales para Joe Biden, y fue nombrada asesora senior en junio del año pasado. El martes, Biden anunció que Rodríguez será jefa de su campaña para la reelección.
Julie Chávez Rodríguez, primera mujer en dirigir la campaña de un candidato demócrata a la presidencia de EUA, 45 años, lic. en Estudios Latinoamericanos por Berkeley, de raíces mexicanas y una tradición familiar sindicalista tiene la misión de que Biden repita mandato. ¡Bravo! pic.twitter.com/Ke07q487io
— Daniela S. Valencia (@dany_svalencia) April 25, 2023
En su cargo los últimos dos años, Rodríguez y su personal han ayudado a gobiernos estatales, locales y tribales, además de Puerto Rico y otros territorios estadounidenses, con sus necesidades hacia el Gobierno federal. Ello incluyó el combate a la COVID-19 y la distribución de los 1.9 billones de dólares en asistencia aprobados por la pandemia.
Jarrett y otros que han trabajado con Rodríguez la describen como una persona dedicada que, a pesar de tener un apellido famoso, no hace alarde de sus vínculos familiares.
Cecilia Munoz, quien dirigió la oficina de asuntos intergubernamentales por cinco años bajo Obama, dijo desde un comienzo que Rodríguez obtuvo el cargo ahora porque es “Julie”, no por ser Chávez.
“Ser una Chávez es parte de lo que ella es”, dijo Munoz, añadiendo que ella obtuvo el cargo de la Casa Blanca “porque es muy talentosa y tiene mucha integridad”.
Y porque Biden la quería como parte de su equipo.
Rodríguez es una de varias latinas que trabajan en la Casa Blanca y asesoran a Biden en temas que van desde comunicaciones hasta políticas. Activistas hispanos han denunciado que Biden en la campaña de 2020 no hizo lo suficiente para llegar a ese sector de la población.
Every generation has a moment where they have had to stand up for democracy. To stand up for their fundamental freedoms. I believe this is ours.
That’s why I’m running for reelection as President of the United States. Join us. Let’s finish the job. https://t.co/V9Mzpw8Sqy pic.twitter.com/Y4NXR6B8ly
— Joe Biden (@JoeBiden) April 25, 2023
Rodríguez ha surgido como una de las asesoras de mayor confianza para Biden, al afianzar relaciones con funcionarios locales y estatales que los asesores creen serán útiles durante la campaña.
También ha desarrollado una buena relación de trabajo con asesores más veteranos de Biden, como Anita Dunn y la subjefa de despacho de la Casa Blanca, Jen O’Malley Dillon, quienes encabezarán la campaña reeleccionista del mandatario desde la Casa Blanca.
LA INFLUENCIA CHÁVEZ
Los presidentes nuevos siempre refrescan la apariencia de la Oficina Oval, tanto para reflejar sus gustos personales como para expresar sus valores y lo que los inspira.
Entre los gestos de Biden, por un tiempo, estaba la colocación de un busto de bronce de Chávez entre retratos familiares, en un escritorio justo detrás del suyo, dándole al fallecido activista laboral una exposición prominente cada vez que Biden era visto en su escritorio. El busto actualmente está en un pedestal en otro lugar del despacho presidencial.
Rodríguez quedó embargada de la emoción la primera vez que vio un busto de su “Tata” en la Oficina Oval. Para ella, su abuelo es su héroe, alguien que ella desea emular, dijo ella en una entrevista en 2021. Rodríguez habló del “profundo sentido de orgullo” que tuvo al saber que “las contribuciones que nuestra comunidad ha hecho están siendo reconocidas en el despacho más poderoso del mundo”.
Biden apoya la causa de su abuelo de mejorar las condiciones para los obreros agrícolas migrantes, dijo Rodríguez, y ambos hombres fueron influenciados por la fe y las enseñanzas católicas.
“Creo que hay una especie de historia compartida, de apoyo compartido a la causa que él dirigía”, dice Rodríguez.
La admiración de la familia Biden por Chávez y su legado es compartida también por la primera dama.
Jill Biden fue a California en 2021 para la conmemoración el 31 de marzo del nacimiento de Chávez. Visitó la propiedad de Forty Acres cerca de la ciudad de Delano, la primera sede permanente del sindicato de obreros agrícolas United Farm Workers.
La localidad, hoy en día un lugar histórico nacional, es donde Chávez realizó dos ayunos históricos, uno de 25 días en 1968 contra la violencia y uno de 36 días en 1988 para protestar contra los pesticidas. Es allí también donde miles de campesinos recibieron sus vacunas contra la COVID-19.
RAÍCES CALIFORNIANAS
Rodríguez, de 45 años, nació en Delano, producto del matrimonio entre la hija de Chávez, Linda, y su esposo Arturo Rodríguez. Sus abuelos César y Helen Chávez trabajaron como voluntarios a tiempo completo para United Farm Workers of America, y Rodriguez con frecuencia iba a las marchas con ambas parejas y las ayudaba en labores comunitarias.
Se crió dentro del movimiento agrícola y fue activa en campañas, huelgas, boicots, marchas y reuniones sindicales, dijo su tío, Paul Chávez, en 2021.
Paul Chávez recordó cómo ella se bajaba del autobús escolar y entraba a las oficinas para enterarse de lo que estaba pasando y ofrecer ayuda. Era conversadora y curiosa, con una madurez precoz, dijo.
“Ella sabía cómo hablarle tanto a los mayores como a los niños de su propia edad”, relató Paul Chávez.
Tras graduarse de la Universidad de California en Berkeley en 2000 con título de estudios latinoamericanos, Rodríguez trabajó en una fundación que lleva el nombre de su abuelo antes de trabajar como voluntaria en la campaña presidencial de Obama en 2008 en Colorado.
Estaba en el Departamento del Interior trabajando en una iniciativa juvenil cuando Jarrett la reclutó para trabajar en comunicaciones hacia comunidades inmigrantes e hispanas en la Casa Blanca.
Jarrett dijo que quería tener a Rodríguez en su equipo por su “extraordinaria reputación de excelencia, arduo trabajo, competencia” y porque ella “no se enfoca en sí misma sino en cómo podemos expresarnos con la mayor cantidad de voces” posible.
Rodríguez se convirtió luego en la segunda de Jarrett y su portafolio creció para incluir asuntos con veteranos, asiático-estadounidenses y de Islas del Pacífico, y grupos para la prevención de violencia armada.
Poco antes de que concluyera el primer periodo de Obama en enero de 2017, Rodríguez fue nombrada directora estatal para la entonces Senadora Kamala Harris de California. Rodríguez luego se sumó a la campaña presidencial de Harris en 2020 como directora política y jefa de despacho para viajes.
Rodríguez se sumó a la campaña de Biden para comunicaciones con comunidades hispanas luego que Harris abandonó la contienda. Cuando Biden fue elegido, él la nombró directora para asuntos intergubernamentales.
Su tío dijo que la buena imagen que Rodríguez tiene en los ojos del Presidente envía un mensaje alentador para los jóvenes de minorías raciales.
“Su presencia y su ser son cosas muy poderosas para personas que no han tenido muchas oportunidades y especialmente para quienes han sido excluidos de los asuntos políticos y cívicos de nuestras comunidades”, dijo Paul Chávez.
“HUMILDE” SERVIDORA
Kendra Barkoff, quien fue por un tiempo Secretaria de prensa del Departamento del Interior durante el Gobierno de Obama, con Rodríguez como su subalterna, dijo que Rodríguez era tan “humilde” que los otros empleados inicialmente no se enteraron de sus conexiones familiares. “Una vez que nos enteramos, quedamos aun más inspirados por ella”, expresó Barkoff.