La tasa de destrucción de todos los ecosistemas continúa creciendo apresuradamente debido a variaciones desfavorables generadas por el cambio climático global. Esto ha llevado a que en los últimos diez años haya crecido el interés por la restauración ecológica, por lo que diferentes instituciones privadas y de gobierno, universidades y organizaciones no gubernamentales han incitado la implementación de soluciones basadas en la naturaleza.
Ciudad de México, 28 de abril (SinEmbargo).- El agua es un recurso vital para todos, por lo que su preservación y uso eficiente son temas clave que requieren de la colaboración entre organizaciones de la sociedad civil, las comunidades, los gobiernos y el sector privado.
Lucero Hildalgo, Gerente Sr. de Operaciones Territoriales en Toroto, afirmó: "Aunque pueda sonar evidente, cada organismo vivo juega un papel esencial en el equilibrio de los recursos naturales, entre ellos, el agua. Proteger al ecosistema y las dinámicas que lo sostienen, es también proteger al agua y a la gente que depende de ella".
Por esta razón, Toroto ofrece un camino integral de soluciones, apoyando a las empresas a reducir su huella hídrica; también diseña proyectos de carbono forestal y de agricultura regenerativa que hacen que la compensación de carbono sea posible y efectiva, siempre de la mano de las comunidades locales que quieren manejar sus tierras de forma sostenible. Además, cuenta con un equipo de especialistas apegados a la ciencia que, conscientes de la importancia del agua como líquido vital, están comprometidos con su preservación y uso eficiente, por lo que implementan soluciones basadas en la naturaleza para promover la capacidad de infiltración en los ecosistemas de las localidades donde trabajan.
¿Qué son las soluciones basadas en la naturaleza?
Al hablar de soluciones basadas en la naturaleza se hace referencia a los enfoques, prácticas y alternativas que buscan aprovechar positivamente a la naturaleza para lograr dinámicas autónomas en los ecosistemas y paisajes, su fin es resolver desafíos relacionados con el ambiente y las sociedades.
"Debemos repensar la forma en la que nos relacionamos con nuestro entorno, con la naturaleza, con la economía, entre nosotros mismos, con el ambiente, y con el presente para poder construir un mejor futuro compartido. De lo anterior, surge la sostenibilidad como un concepto que nos permite englobar y encaminarnos a ese ideal", agregó Hidalgo.
¿Cómo contribuyen al desarrollo hídrico de las comunidades?
-Mejoran la calidad del agua al reducir la erosión del suelo, filtrar los contaminantes y mejorar la retención de nutrientes. Esto implica un acceso seguro al agua para las comunidades.
-Aumentan la cantidad de agua disponible al mejorar la manera en la que el agua entra al suelo, es decir la infiltración, y la recarga de acuíferos, que son formaciones de la tierra capaces de almacenar y ceder agua de forma subterránea. Esto impacta en la disponibilidad del recurso hídrico al que las comunidades tienen acceso.
-Reducen el riesgo de inundaciones al mejorar la capacidad del suelo para retener agua y disminuir la velocidad con la que escurre en caso de fuertes lluvias. Esto se puede traducir en prevención de desastres que comúnmente causan daños a las comunidades.
-Mejoran la resiliencia frente al cambio climático al proporcionar una fuente de agua sostenible, pues es procurada bajo un correcto manejo. Al reducir los impactos de los eventos climáticos extremos, como sequías e inundaciones, se promueve la eventual regulación autónoma de los recursos hídricos por parte del ecosistema.
Cuando se trata de restauración ecológica y de intervenciones, se tocan dos puntos fundamentales: la tasa de destrucción creciente de todos los ecosistemas debido a variaciones desfavorables generadas por el cambio climático global; y, en los últimos diez años, el aumento en el interés por la restauración ecológica, pues es cada día más evidente y notable que hay que actuar para frenar la degradación a nuestro alrededor.
Lo más importante es que esta restauración ecológica es una herramienta que permite devolverle a los ecosistemas sus capacidades funcionales, así como su estructura y composición a través de algunas intervenciones específicas y bajo un previo análisis territorial. A veces la naturaleza tiene la capacidad de recuperarse por sí sola si se eliminan factores de degradación; en muchas otras ocasiones, esto no sucede así, entonces hay que ayudarla.
Al tener muy presente la situación actual del agua y con el compromiso de contribuir de varias maneras al desarrollo hídrico de las comunidades, Toroto participa en procesos de conservación y restauración con diferentes empresas. Tal es el caso de la Industria Mexicana de Coca-Cola, con la que tiene un proyecto en las localidades de Apizaco, Tlaxcala; Bahía de Banderas, Nayarit; y San Cristóbal de las Casas, Chiapas, para la conservación, manejo, restauración de suelo y reforestación, que tiene como objetivo optimizar el agua como recurso vital, garantizando el acceso a agua potable y la recuperación de zonas boscosas. Estos proyectos son parte de una inversión de 87 millones de pesos, anunciada en 2022 por la Industria Mexicana de Coca-Cola, para el desarrollo de múltiples proyectos de agua.
Junto a la Industria Mexicana de Coca-Cola, en Toroto impulsan una estrategia integral para promover la conservación y manejo eficiente del agua limpia y, así, trabajar de manera conjunta en acciones positivas como: intervención de ecosistemas degradados para la restauración de acuíferos y la implementación de una serie de reforestaciones que propicien un ambiente regenerativo para el recurso.
"Las soluciones basadas en la naturaleza que vamos a implementar de la mano de la Industria Mexicana de Coca-Cola buscan reducir la erosión del suelo y aumentar la cobertura forestal, impactando positivamente el acceso seguro al recurso hídrico para las comunidades. Asimismo, aumentan la cantidad de agua disponible al mejorar la infiltración y la recarga de los acuíferos, lo que impacta en la disponibilidad del agua, y por lo tanto, a una mejora en la calidad de vida y la economía de las comunidades. Como otro de los beneficios, mejoran la resiliencia frente al cambio climático, pues un ecosistema sano es capaz de contraponerse a los impactos negativos de los eventos climáticos extremos, como sequías e inundaciones", concluyó Hidalgo.