De acuerdo con las autoridades estadounidenses, Rubén Oseguera González era el segundo al mando del Cártel Jalisco Nueva Generación, justo debajo de su padre "El Mencho".
Los Ángeles, 14 de abril (LaOpinión).- Cuando se pensaba que todo estaba listo para que Rubén Oseguera González, conocido como “Menchito”, admitiera cargos federales que lo acusan de ayudar a administrar la organización criminal de su padre, Nemesio Oseguera, alias “El Mencho”, las cosas dieron un giro inesperado.
Y es que, durante una audiencia en Washington, el joven criminal solicitó el cambio de su abogado, tan sólo un día antes de la audiencia de cambio de declaración de culpabilidad.
Con esta decisión, el “Menchito” no se declarará culpable por el momento, y los abogados Daniel Onorato y Arturo Corso serían despedidos para permitir la entrada de Arturo Hernández, quien notificó al Gobierno de Estados Unidos que quiere comparecer como abogado registrado en el caso.
De igual forma, las autoridades estadounidenses mostraron su preocupación sobre un posible “conflicto de intereses”, esto si se comprueba que el nuevo abogado del "Menchito" es contratado o recibe honorarios de parte de los miembros de su familia, quienes están imputados en casos relacionados por narcotráfico al formar parte del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
“Al Gobierno le preocupa un posible conflicto de intereses si el Sr. Hernández es retenido y/o recibe los honorarios del abogado de los miembros de la familia del acusado, que están acusados en casos relacionados o de personas que actúan en nombre de esos miembros de la familia”, señala una carta emitida por Marlon Cobar, jefe interino de la Sección de Estupefacientes y Drogas Peligrosas.
Tras esta decisión Oseguera González no hizo la declaración de culpabilidad como estaba previsto, y será el 21 de abril cuando se lleve a cabo la audiencia.
De acuerdo con las autoridades estadounidenses, el "Menchito" actuó como el segundo al mando del CJNG, justo debajo de su padre. Fue presuntamente responsable de administrar las operaciones del grupo delictivo en la compra y venta de estupefacientes desde América del Sur a México.
También fue acusado de coordinar las ventas de gasolina robada en Jalisco, liderando a un grupo de sicarios que mataron a personas que se negaron a trabajar con el CJNG, supervisando una línea de sicarios responsables de proteger el territorio del cártel en Jalisco y Colima de bandas rivales como los Caballeros Templarios y Los Zetas, y la gestión de los activos financieros del CJNG.