Ayer, se anunció que el Gobierno de México firmó un convenio para comprar a Iberdrola 13 plantas de generación de energía eléctrica que formarán parte del patrimonio público y serán operadas por la Comisión Federal de Electricidad (CFE). «Es una nueva nacionalización», dijo el Presidente.
Ciudad de México, 5 de abril (SinEmbargo).- El Presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró la mañana de este miércoles que el convenio que se suscribió ayer con Iberdrola para comprarle 13 plantas de generación de energía eléctrica garantiza que no aumente el precio de la luz y que se fortalezca a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), quien asumirá su operación.
«Yo creo que el convenio que se suscribió ayer es algo muy importante para el país, en beneficio del pueblo de México, en especial, de los consumidores porque en esencia lo que se garantiza es que no aumente el precio de la luz. Eso es lo esencial», dijo al ser cuestionado por los detalles del acuerdo al que se llegó con la empresa española, a la cual ha hecho fuertes críticas a lo largo de su Gobierno.
Durante su conferencia de prensa matutina, López Obrador aprovechó para enviar un mensaje a las y los mexicanos: «Hay muchos elementos técnicos, pero a quienes nos están viendo, escuchando, les digo que llevamos a cabo esta operación, esta compra para fortalecer a la empresa pública Comisión Federal de Electricidad y de esta manera poder ofrecer la energía eléctrica a precios justos«.
También recordó que desde su campaña electoral para llegar a la Presidencia en 2018, se comprometió a no incrementar los precios de los combustibles, la luz, el gas, las gasolinas y el diésel.
«Estoy cumpliendo. En más de cuatro años no han habido aumentos y lo puedo probar, incluso han habido disminuciones en los precios de gasolinas, de gas, de luz, en términos reales. Pero con esto ya garantizamos que en el tiempo que nos falta no haya aumentos en los precios de los combustibles y es buena noticia», celebró el mandatario mexicano.
Desde el Salón Tesorería de Palacio Nacional, afirmó que su Gobierno dejará «condiciones para que se mantenga la misma política de precios en gasolinas, en diésel, en gas, en luz».
«Estamos invirtiendo desde que llegamos para rehabilitar las refinerías, compramos una nueva refinería, ya construimos otra refinería, estamos construyendo dos plantas coquizadoras para convertir en combustóleo en gasolinas», señaló.
Mientras que para el próximo año, como lo ha dicho en otras ocasiones, el Jefe del Ejecutivo federal reiteró que México será un país con autosuficiencia en la producción de gasolinas. «Cuando llegamos, se compraba toda la gasolina en el extranjero, vendíamos petróleo crudo y comprábamos gasolinas», ejemplificó.
Además, criticó que en más de 40 años no se construyera una refinería en el país. «Un desastre estos tecnócratas corruptos con su política energética: agotaron yacimientos petroleros, privatizaron parte de la industria petrolera con la mentira de que iba a llegar a raudales la inversión extranjera, que iban a bajar los precios de los combustibles», enlistó.
«Nada de eso sucedió, engañaron al pueblo. Para aprobar esa Reforma Energética, está probado que entregaron sobornos a legisladores que ahora están en la oposición, del bloque conservador. Es increíble lo que sucedió», declaró el Presidente de México en referencia al proyecto que se aprobó en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Por ello, destacó que «la compra de las 13 plantas es algo muy importante», pues «con la Reforma Energética precisamente, así como querían destruir por completo la industria petrolera con las privatizaciones, pues también querían acabar con la empresa pública encargada de la industria eléctrica: la Comisión Federal de Electricidad».
«En la reforma que se aprobó en ese entonces, se procuró atar a la Comisión Federal de Electricidad, a la empresa pública y darle todas las facilidades a las empresas privadas, sobre todo las extranjeras. Esto comenzó con [Carlos] Salinas», indicó el político tabasqueño.
En su exposición, explicó que antes del Gobierno de Carlos Salinas de Gortari, «en la Constitución se establecía que la generación de energía eléctrica, desde luego la distribución, la comercialización de la energía eléctrica, correspondía al Estado, es decir, era de la Comisión Federal de Electricidad. Era la única que podía encargarse de la industria eléctrica y producir energía».
«Entonces con Salinas, sin reformar la Constitución, sino reformando una Ley secundaria […], ni siquiera reformando la Constitución, empezaron a dar contratos a empresas particulares, cuando estaba prohibido por la Constitución, para generar energía eléctrica. En ese entonces estaba Claudio X. González papá de asesor económico de Salinas y ahí empezó la entrega de concesiones», abundó el Jefe de Estado mexicano.
Después, agregó, «con la Reforma Energética ya se estableció en el marco jurídico que no tenía que haber monopolio, lo mismo que Pemex, la misma situación: la Comisión es un monopolio, Pemex es otro monopolio, luego entonces hay que acabar con los monopolios sin considerar que estamos hablando del sector energético». «En varios países es estratégico, tan es así que ahora con la crisis los que han padecido más han sido los países en donde se privatizó todo el sector energético», lamentó.
Sin embargo, López Obrador subrayó que en México no se tiene ese problema, pues el Estado es quien se hace cargo de garantizar las gasolinas y la energía eléctrica. Para dicho fin, añadió, es que ha tratado de impulsar una nueva política en la materia.
Por otra parte, el mandatario acusó que una de las empresas que más se beneficio con la política neoliberal fue precisamente Iberdrola, compañía española a la que exhibió de nueva cuenta por haber contratado al expresidente Felipe Calderón una vez que concluyó su Gobierno.
«Bueno, llegan los de Iberdrola a contratar a Felipe Calderón, que es una vergüenza, es de pena ajena. ¿Cómo un Presidente de México, ‘haiga sido como haiga sido’? Fue Presidente de México, termina y se va de empleado a Iberdrola. Entonces Iberdrola se convierte en una empresa dominante, preponderante, mientras la Comisión Federal de Electricidad va cayendo, lo mismo que el caso de Pemex», denunció.
Ante dicha situación, AMLO compartió que decidió rescatar a Pemex y a la CFE. «Teníamos dos caminos: uno era acudir al Poder Judicial o reformar la Constitución, muy difícil porque todo lo bloquean los conservadores que están a favor de las empresas particulares y de las empresas extranjeras», detalló.
«Entonces cuando presentamos una reforma a la industria eléctrica, pues inmediatamente los opositores fueron a la Suprema Corte de Justicia, presentaron una controversia para que se declarara inconstitucional la Ley que presentamos para fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad, para acabar con privilegios que se les dieron a las empresas particulares, como el llamado autoabasto que es un fraude legal. Bueno, teníamos ese camino, lo exploramos, avanzamos, se logró que se considerara ilegal el autoabasto, pero no es suficiente porque dejaron muy mal», insistió.
El presidente @lopezobrador_ logró la nueva nacionalización de la industria eléctrica; avanzamos hacia la soberanía energética. Con la compra de 13 plantas de Iberdrola, @CFEmx se convierte en empresa mayoritaria, pasando de 39.6% a 55.5% en generación de energía en el país. pic.twitter.com/Id2r2Asplr
— Gobierno de México (@GobiernoMX) April 5, 2023
De acuerdo con López Obrador, hasta ayer, la CFE tenía una participación en toda la generación de electricidad de 39 por ciento, no obstante, él había hecho el compromiso de mantener a la Comisión Federal con el 54 por ciento mínimo.
El acuerdo fue ese, decirle a los particulares: ‘No vamos a expropiarles, no van a dejar de participar, nada más que vamos a buscar que la empresa pública que es la que garantiza el consumo a todos los hogares y para que no aumente el precios, la tenemos que fortalecer, se va a quedar con 54 y ustedes se van a quedar con el 46 del mercado'».
«El 46 es equivalente a todo lo que consume Argentina. No es poca cosa, pero con todos los obstáculos, la Comisión Federal llegó al 39 por ciento. Es decir, 60 por ciento controlado por las empresas particulares, 40 por la Comisión. Entonces surgió este planteamiento. Nosotros vamos a seguir peleando por México porque para eso nos pusieron aquí: para defender los intereses del pueblo», sostuvo.
De este modo, describió el mandatario, se buscó el acuerdo con Iberdrola y aceptó la compra de las 13 plantas, 12 de ellas de ciclo combinado y una eólica, por cerca de seis mil millones de dólares.
Hoy el Gobierno de México firmó un convenio para comprar a Iberdrola 13 plantas de generación de energía eléctrica que formarán parte del patrimonio público y serán operadas por la CFE. Es una nueva nacionalización. pic.twitter.com/gL38A7tcf9
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) April 4, 2023
«¿Por qué podemos hacer esto también? Porque tenemos finanzas públicas fuertes. Como no hemos solicitado deuda adicional, hoy el Gobierno nuestro a pesar de la pandemia, tiene menos crecimiento de deuda que el Gobierno de [Felipe] Calderón y el Gobierno de [Enrique] Peña, o sea, tenemos un margen de tres puntos del Producto Interno Bruto. Cada punto del Producto Interno Bruto es de alrededor de 300 mil millones de pesos. Casi tenemos una diferencia de un billón. No nos vamos a endeudar, de todas maneras vamos a terminar abajo», aclaró.
Sobre la operación que se concretó con Iberdrola, el Jefe del Ejecutivo federal precisó que significó 120 mil millones de pesos, un estimado del 0.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). «Nada porque tenemos finanzas públicas fuertes. ¿Qué ganamos con esto? Que de 39 pasamos a 55 con las 13 plantas, la Comisión Federal de Electricidad», finalizó.
LA COMPRA DE PLANTAS A IBERDROLA
El Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, anunció el martes que su Gobierno comprará 13 plantas eléctricas que la española Iberdrola tiene en el país por unos seis mil millones de dólares. La empresa europea dijo que las centrales serán gestionadas por una sociedad privada que contará con el apoyo financiero de entes públicos mexicanos.
La empresa estatal mexicana de electricidad pasará a controlar la mayor parte de la generación energética en su territorio, tras el acuerdo, anunciado por el Presidente en un video en su cuenta de Twitter, que le permitirá a la estatal CFE elevar la generación de 39.6 por ciento a 55.5 por ciento y convertirse en la mayor proveedora de electricidad del país.
López Obrador consideró la operación como una “nueva nacionalización de la industria eléctrica”, aunque analistas señalaron que las plantas seguirán en manos privadas y la CFE sólo será el operador de las centrales.
El Secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, indicó que se había concretado un memorando entendimiento con Iberdrola para la venta de trece de sus plantas que serán adquiridas por el estatal Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin), que tendrá la mayoría del capital de la operación y será el “vehículo capaz de salir al mercado para refinanciar esta transacción”.
Ramírez de la O precisó que en los próximos cinco meses se espera completar la operación y que, a partir de ese momento, la CFE podrá comenzar a operar las plantas y elevar su capacidad de generación.
Por su parte, el presidente global de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, afirmó que la empresa española llegó al acuerdo en respeto a las políticas de México, que consideró como un país estratégico con potencial de crecimiento y expansión. Desde que llegó al Gobierno en el 2018, López Obrador ha privilegiado a la CFE sobre las empresas privadas e incluso promovió una reforma legislativa para consolidar ese proceso.
“Hemos entendido cuál es la política energética de su Gobierno y esa política energética de su Gobierno nos ha llevado a buscar una situación que sea buena para el pueblo de México y al mismo tiempo cumpla con los intereses de nuestros accionistas”, dijo Sánchez a López Obrador durante el encuentro que fue difundido por Twitter. Se estima que con esta operación, Iberdrola saldrá de cerca del 80 por ciento de sus activos en México.
La empresa española dijo en un comunicado que su filial mexicana suscribió un acuerdo de intenciones con Mexico Infrastructure Partners (MIP), una sociedad participada por el Estado mexicano, para que un fideicomiso privado gestionado por MIP adquiera ocho mil 539 megavatios, de los que ocho mil 436 corresponden a ciclos combinados de gas y 103 a un parque eólico terrestre.
En el escrito, se precisa que la operación incluirá “ciclos combinados de gas” que operan bajo régimen de productores independientes de energía contratados con la CFE en “Monterrey I y II, Altamira III y IV, Altamira V, Escobedo, La Laguna, Tamazunchale I, Baja California, Topolobampo II y Topolobampo III” y en el parque eólico La Venta III.
Iberdrola informó que el valor acordado para la venta asciende a aproximadamente seis mil millones de dólares y “que podría modificarse en función de la fecha de cierre de la transacción y otros ajustes”. La operación cuenta con el apoyo financiero del Fonadin, y otras entidades financieras públicas vinculadas al Gobierno de México, precisó la empresa española.
El coordinador de energía del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Óscar Ocampo, negó que esta operación represente una nacionalización porque “las centrales se mantienen en manos privadas”. Ocampo dijo a la AP que las plantas pasarán al control de Mexico Infrastructure Partners, aunque precisó que aún no se sabe cuál será la participación que tendrán las instituciones públicas en la operación.
El analista también descartó que esta transacción represente un cambio en la generación de energía de la CFE debido a que bajo la figura de los “productores independientes de energía” la generación de esas trece plantas ya estaba en manos de la empresa estatal de electricidad.
Sobre las razones que llevaron a Iberdrola a desprenderse de sus activos mexicanos, Ocampo planteó que la decisión tiene congruencia con las políticas que emprendió desde el año pasado la empresa española de “descarbonizar gradualmente su matriz degeneración eléctrica”, y agregó que también le ayudará a aliviar las presiones que enfrentó por las tensión con el gobierno mexicano.
El anuncio de la venta de las plantas se da tras años de tirantes relaciones entre Iberdrola y la administración de López Obrador, quien había señalado a algunas empresas españolas por utilizar sus relaciones con anteriores gobiernos para obtener favorables contratos que perjudicaban al Estado mexicano.
-Con información de AP