La combinación de los dos bancos más grandes de Suiza – cuyas historias se remontan a mediados del siglo XIX – es un golpe para la reputación de Suiza como centro financiero mundial y lo deja al borde de tener un solo banco importante.
Por Jamey Keaten y Ken Sweet
GINEBRA (AP) — El banco suizo UBS comprará a su rival más pequeño Credit Suisse por tres mil 200 millones de dólares en un esfuerzo por evitar mayor turbulencia en los mercados financieros mundiales, anunció el Presidente suizo Alain Berset.
Berset lo calificó de “uno de gran magnitud para la estabilidad de las finanzas internacionales. Un colapso descontrolado del Credit Suisse hubiera tenido consecuencias incalculables para el país y para el sistema financiero internacional”.
El Consejo Federal Suizo, un organismo de siete miembros que incluye a Berset aprobó una orden de emergencia para permitir que la fusión se realice sin tener que ser aprobada por los accionistas.
El presidente de Credit Suisse Axel Lehmann calificó el acuerdo de “un verdadero punto de inflexión”.
“Es un día histórico, triste y sumamente difícil para Credit Suisse, para Suiza y para los mercados financieros mundiales”, expresó Lehmann, añadiendo que ahora el enfoque será hacia el futuro y en particular los 50 mil empleados de Credit Suisse, de los cuales 17 mil están en Suiza.
Finalmente UBS compra Credit Suisse por 2.000 millones.
Los inversores de CS ven como han perdido, de repente y con el mercado cerrado, un 73% del precio actual de la acción.
Recordad amigos, las criptomonedas son una estafa, mejor perder en grandes bancos sin poder vender. 🤔 pic.twitter.com/g5vluk3I6U
— O.R. (@ORamosBets) March 19, 2023
Colm Kelleher, presidente de UBS, alabó las “grandes oportunidades” que surgirán de la combinación y resaltó la “cultura conservadora de riesgo” que tiene su banco, una sutil crítica a Credit Suisse que es más conocido por inversionistas más riesgosas a cambio de ganancias más grandes. Afirmó que la combinación creará una entidad con activos invertidos de cinco mil millones de dólares.
El Presidente suizo declaró que el consejo accedió a garantizar un total de 150 mil millones de francos (162 mil millones de dólares) en liquidez al banco de 167 años de antigüedad, muy por encima de la cifra de 50 mil millones de francos suizos (54 mil millones de dólares) que había sido anunciada públicamente. Pero al parecer no fue suficiente.
“Notamos que los egresos de liquidez y la volatilidad de los mercados demostraron que no podía ya ser restaurada la confianza necesaria, y que era esencial llegar a una solución que garantice la estabilidad”, añadió.
La Ministra de Hacienda suiza Karin Keller-Sutter dijo que el consejo “lamenta que el banco, que fue una vez una institución modelo en Suiza y parte de lo estratégico de nuestra ubicación, llegó a caer en esta situación”.
La combinación de los dos bancos más grandes de Suiza – cuyas historias se remontan a mediados del siglo XIX – es un golpe para la reputación de Suiza como centro financiero mundial y lo deja al borde de tener un solo banco importante. Parte de los problemas de Credit Suisse en años recientes fue un escándalo de espionaje, según el cual sus ejecutivos pidieron espiar a un excolega que se fue a UBS.
Berset indicó que el Consejo Federal — el Poder Ejecutivo de Suiza — ya llevaba tiempo discutiendo la situación de Credit Suisse desde inicios del año y en los últimos cuatro días se estaba reuniendo en medio de inquietudes sobre una situación financiera que llevó a la caída de los precios de sus acciones y despertó temores de que se repetiría la crisis financiera mundial de 2007-2008.
El Credit Suisse ha sido clasificado por la Junta de Estabilidad Financiera, un organismo internacional que monitorea el sistema financiero mundial, como uno de los bancos de gran importancia sistémica para el mundo. Eso quiere decir que los reguladores creen que su colapso descontrolado causaría repercusiones en todo el sistema financiero similares a las del colapso de Lehman Brothers hace 15 años.
El anuncio se realizó en conferencia de prensa, días después del colapso de dos importantes bancos en Estados Unidos la semana pasada, lo que provocó medidas urgentes del Gobierno estadounidense para evitar que cunda mayor pánico. Aun así, ha reinado el nerviosismo en los mercados financieros mundiales desde que las acciones de Credit Suisse empezaron a caer la semana pasada.
Aun así, muchos de los problemas del Credit Suisse son singulares y no están relacionados con los problemas que llevaron al colapso de Silicon Valley Bank y Signature Bank, cuyas caídas llevaron a un significativo intento de rescate por parte de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos y de la Reserva Federal. Como resultado, su colapso no necesariamente es presagio de una crisis financiera como la ocurrida en 2008.
El acuerdo cierra una semana volátil para Credit Suisse, particularmente el miércoles cuando sus acciones cayeron a pisos récord luego que su principal inversionista, Banco Nacional Saudí, anunció que no invertiría más dinero allí para evitar regulaciones que aplicarían si su participación aumenta a 10 por ciento.
El viernes, las acciones cayeron en ocho por ciento para cerrar a 1.86 francos (dos dólares) en el mercado suizo. Las acciones han tenido un largo descenso: estaban a más de 80 francos en 2007.