Las directoras del cine mexicano luchan por seguir abriéndose el paso en una industria dominada por hombres. Ahora sus nombres son los que cada vez son más reconocidos gracias a su entrega, por apoderarse y contar sus propias historias y por su constante batalla por defender lo que creen en medio de una sociedad que siempre les ha dictado qué pensar.
Ciudad de México, 3 de marzo (SinEmbargo).– "Esto es para todas las mujeres que hacen cine en México que se han abierto camino, y para todas las directoras que antes abrieron camino para nosotras", dijo Tatiana Huezo desde el Festival de Berlín tras recibir su reconocimiento a Mejor Documental y por Mejor Dirección gracias a su filme El Eco, un trabajo que, afirma, es muestra de que "el cine es un camino de resistencia":
El pasado 25 de febrero tres cineastas mexicanas fueron premiadas en la edición número 73 de este encuentro, el Festival Internacional de Cine de Berlín, uno de los eventos cinematográficos más importantes en el mundo, que reconoció el trabajo de Lila Avilés, Huezo y Sofía Auza, en una muestra de que el séptimo arte en nuestro país también tiene nuevas narrativas.
El encuentro cinematográfico otorgó a Lila Avilés el premio competencia del Ecumenical Jury a Mejor Película por Totem, su segundo largometraje, y a Sofía Auza un reconocimiento por su ópera prima nombrada Adolfo, que resultó la mejor película del Jurado Joven.
"Creo que es algo my emocionante en el sentido que por primera vez en muchos años se están explorando un tipo de historias que tal vez no son típicamente como hace 10 o 20 años. La verdad creo y espero que los siguientes años haya un poco más de apertura en el estilo de una película, en género, en las veces que ese están contando estas historias también. Creo que es algo super bueno", cuenta Sofía Auza en entrevista con SinEmbargo.
De acuerdo con datos del Anuario Estadístico del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) durante 2021, último año de registro, se realizaron 259 largometrajes en nuestro país, una cifra récord y más de la mitad de lo logrado en 2020, primer año de la pandemia, que sumó sólo 111 películas producidas.
En cuanto a la perspectiva de género, el 25 por ciento de estos filmes fueron dirigidos por mujeres, es decir 66 cintas, lo que también representó un número récord, aunque la participación de mujeres en la realización cinematográfica se mantuvo en la misma proporción que en los últimos cuatro años.
"Cualquier persona que sepa algo de México sabe que es un país con problemas de género súper fuertes, y claro que eso es algo que infecta como la industria, yo por suerte tengo dos productoras que son mujeres y que llevan su productora que para mí es la ideal y sueño trabajar con ellas, pero definitivamente siento que es una industria que está un poco plagada de esos mismos problemas de género que están en todo el país", acentúa Auza.
Durante 2021 se estima que 111 mujeres estuvieron involucradas en tareas de producción, es decir un 43 por ciento del total estuvieron a cargo de proyectos, y 87 mujeres escribieron guiones.
Este año se contabilizaron 12 mil 209 personas involucradas en la actividad cinematográfica, del total, 44 por ciento de estos trabajadores fueron mujeres.
Los principales temas desarrollados en estos filmes fueron: relaciones de pareja, migración, identidad cultural, violencia sexual, feminicidios, diversidad sexual, desaparición forzada, machismo, prácticas culturales, entre otros.
Sin embargo, uno que también pareció marcar tendencia en la pasada edición del Festival Internacional de Cine de Morelia, que de hecho contó con el 45 por ciento de selección 2022 dirigidos por mujeres, fue el de la maternidad.
De hecho, en esta edición, el filme que obtuvo el premio del público el de Huesera, de Michelle Garza Cervera, su ópera prima que viaja entre el drama y terror que busca romper con los estereotipos impuestos a las mujeres por la sociedad y que nos habla de nuevas narrativas con la historia de Valeri, un personaje que experimenta un terror que la carcome mientras transcurre su embarazo.
"A las madres se les culpa de todos los males del mundo y para mí [con esta película] era darles un poco de amor, porque creo que hay mucho ahí que está silenciado y que no tendría porqué estarlo porque es válido lo que sientes. [...] Sí hay una imposición social de querer cumplir con un rol como de la virgen como esta imagen sagrada, protectora, siempre buena que es inhumana, y que si la queremos llenar, vamos a tener frustración toda la vida porque no va de acuerdo a habitar un cuerpo humano. Tratar de ser una súper mujer maternal, perfecta todo el tiempo, obviamente va a haber un conflicto brutal si tratamos de llenar esas expectativas", recalcó Michelle Garza
Aunque afirman que hacen falta más voces y narrativas contadas por mujeres que las hagan sentir representadas, las cineastas siguen luchando por abrirse paso en medio de una industria liderada por los hombres donde aún deben defender su trabajo, sin embargo pisan fuerte y abren el paso para sus sucesoras.
"Creo que eso va a cambiar mucho en los los próximos años. Este festival [de Berlín] es un claro ejemplo de que las voces están ahí y las historias se están escribiendo y se están haciendo", culmina Auza.