México se acerca al pleno empleo pero con un gran desafío: reducir los niveles de informalidad que permean en el país, donde más de la mitad de trabajadores lo hacen bajo estas condiciones, que además ha impactado sobre todo a las mujeres en el último año.
Ciudad de México, 26 de febrero (SinEmbargo).– México alcanzó una de sus mejores cifras hasta ahora desde que se tiene registro en cuanto a la tasa de desempleo que mide el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la cual bajó a tres por ciento, para diciembre de 2022, pero también reportó récords de informalidad en el país, que afecta en este periodo sobre todo a las mujeres.
Los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi indican que, en el cuarto trimestre de 2022, la suma de las personas en todas las modalidades de empleo informal fue de 32.2 millones. Esto es el 55.1 por ciento del total de la población ocupada, que fue de 60.1 millones de personas.
Esto quiere decir que hubo un incremento de 548 mil personas que entraron a la informalidad con respecto al mismo periodo de 2021. Las cifras indican que, mientras entre los hombres se reducía el empleo informal de un año al otro, el de las mujeres creció a sus máximos históricos.
Del cuarto periodo de 2021 al de 2022, hubo un aumento absoluto de 736 mil 426 mujeres en la informalidad a nivel nacional, ya que pasaron de los 12 millones 541 mil 043 trabajadoras informales el año pasado a 13 millones 277 mil 469. Entre los hombres, la cifra se redujo: fue de 19 millones 068 mil 276 el año pasado a 18 millones 879 mil 871 trabajadores informales hombres, una diferencia de 188 mil 405 menos.
La Tasa de Informalidad Laboral fue del 56.1 para mujeres en el cuarto trimestre de 2022, luego de registrar 56.2 en el mismo periodo de 2021; para hombres, fue de 54.4 con respecto a los 55.6 del mismo periodo del año anterior.
Específicamente en el sector informal –sin contar el trabajo doméstico remunerado; las empresas, gobierno e instituciones; y el ámbito agropecuario— hay 16 millones 402 mil 184 personas en total, 9.5 millones de hombres y 6.9 millones de mujeres. En este apartado, también hubo un crecimiento de 248 mil 766 trabajadoras del tercer trimestre de 2021 al mismo periodo de 2022 y una caída entre trabajadores hombres de 168 mil 105.
El total de trabajadores del sector informal específico sin contar las otras áreas de informalidad significa el 28.1 por ciento de la población ocupada, de acuerdo con el Inegi, con un aumento bruto de 81 mil personas del mismo periodo de 2021 a 2022.
La buena noticia: al eliminar el factor estacional, la Tasa de Informalidad Laboral, señaló el Inegi, disminuyó 0.4 puntos porcentuales y la Tasa de Ocupación en el Sector Informal cayó 0.2 puntos porcentuales, en el cuarto trimestre de 2022 con respecto al trimestre previo.
La Tasa de Ocupación en el Sector Informal fue de 29.3 para mujeres en el cuarto trimestre del 2022 y del 27.3 en hombres; en 2021, fue de 30.0 y de 28.1, respectivamente.
Con respecto a las entidades, Oaxaca encabeza la tasa más alta del país con personas que laboran en la informalidad, con el 81.2 por ciento del total laborando bajo esta modalidad. Guerrero, con el 79 por ciento y Chiapas, con el 75 por ciento, le siguieron.
Por otra parte, Nuevo León tuvo la tasa más baja de la república, con el 35.8 por ciento de informalidad en la entidad, segudio de Baja California (36.6 por ciento) y Chihuahua (36.8 por ciento).
¿QUÉ IMPLICA LA INFORMALIDAD LABORAL?
El trabajo informal en México está extendido a lo largo del panorama laboral. Oficialmente, el Inegi define el concepto en dos dimensiones: cuando se producen «bienes o servicios a partir de los recursos de un hogar sin llevar los registros contables básicos» o de «negocios a pequeña escala que no están registrados», pero también se refiere una «perspectiva laboral que se refiere a todo trabajo que se esté realizando sin contar con el amparo del marco legal o institucional, no importando si la unidad económica que utiliza sus servicios son empresas o negocios no registrados de los hogares o empresas formales».
Esto quiere decir que, por ejemplo, los puestos ambulantes son comercio informal, pero también aquellos donde los trabajadores se encuentran fuera del amparo legal con respecto a derechos como las prestaciones laborales o incluso un contrato básico.
«La Informalidad, entendida en su sentido más amplio, es el conjunto de actividades económicas realizadas por los individuos que, por el contexto en que lo hacen, no pueden invocar a su favor el marco legal o institucional que corresponda y será entonces ocupación informal todo el espectro de modalidades ocupacionales, ya sea dependientes o independientes», ahonda el Inegi.
Por lo tanto, el Inegi incluye dentro del empleo informal el trabajo no protegido en la actividad agropecuaria, el servicio doméstico remunerado no protegido, así como las y los trabajadores subordinados quienes, aunque trabajan para unidades económicas formales, lo hacen sin seguridad social.
De acuerdo con un reporte del Banco de México (Banxico), publicado a mediados de 2021, «México presenta altas tasas de informalidad laboral que difieren a nivel regional», pero un modelo citado detalla que, incluso calibrado para cada región de México, «en todas las regiones se pueden obtener incrementos en el PIB per cápita y en el tamaño de establecimientos al disminuir la informalidad laboral».
Y es que, para 2021, la aportación de la economía informal al PIB en 2021 fue de más de una quinta parte: el 23.7 por ciento del total, por 76.3 por ciento que generó la economía formal del país.
En un informe de abril de 2021, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estimó que dos mil millones de personas trabajan en la economía informal en el mundo, lo que representa el 61.2 por ciento del empleo mundial. De ellos, 140 millones de trabajadores residen en América Latina y el Caribe.
Aunque el porcentaje de empleo informal de la región se ha reducido a partir de 2005, en América Latina y el Caribe, el 53.8 por ciento del empleo, tanto agrícola como no agrícola, es informal, y un mayor porcentaje de mujeres que de hombres se encuentra en esta situación, concluyó la OIT.