Aunque la ley exige que el Presidente de la República dirija las reuniones –que se deben de realizar al menos dos veces al año– o bien envíe al titular de la Secretaría de Gobernación, el mandatario Andrés Manuel López Obrador nunca ha asistido a una de estas sesiones donde se dialoga sobre las acciones de los gobiernos en todos sus niveles para el futuro y presente de la niñez.
Ciudad de México, 17 de febrero (SinEmbargo).– Organizaciones de la sociedad civil como la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) acusaron al Estado mexicano de desatender a las infancias y a los adolescentes en el país, entre otros motivos, por no cumplir con los lineamientos para el funcionamiento adecuado de los Sistemas de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna).
Incluso, a nivel nacional este organismo lleva casi dos años sin un titular del Secretariado Ejecutivo, y aunque la ley exige que el Presidente de la República dirija las reuniones –que se deben de realizar al menos dos veces al año– o bien envíe al titular de la Secretaría de Gobernación, el mandatario Andrés Manuel López Obrador nunca ha asistido a una de estas sesiones donde se dialoga sobre las acciones de los gobiernos en todos sus niveles para el futuro y presente de alrededor de una cuarta parte de la población mexicana.
La directora ejecutiva de la asociación, Tania Ramírez, remarcó que la falta de presencia del Presidente López Obrador en las sesiones de los Sipinnas y la falta de un titular en la Secretaría Ejecutiva es una señal política que no existe una seriedad en la atención de los derechos de niñas, niños y adolescentes en México.
"Esto envía una señal muy poderosa de desinterés, de desconocimiento y de desatención. Si el Presidente no se sienta en la mesa, el resto de los actores políticos no se van a sentar con la misma disposición, y eso tiene su impacto también en los estados", acusó. "En una cultura política en donde gran parte de las personas servidoras públicas no tienen un enfoque de derechos, y menos un enfoque de derechos de la niñez, en su quehacer, mucho más les desincentiva el trabajar en favor de la niñez, entonces sí hace falta ese respaldo político para sentar a todas las voluntades a la mesa y al quehacer".
¿POR QUÉ IMPORTAN LAS SIPINNAS?
La directora de Redim detalló que la importancia de los Sipinnas radica en que son la materialización de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, publicada en el 2014, y los convenios internacionales en materia de derechos de la niñez a los cuales ha suscrito México. Es decir, estos sistemas tienen en México el cargo de coordinar todas las instituciones de Gobierno para garantizar los derechos y la protección de niñas, niños y adolescentes del país.
"Para que esa ley no se quedara en papel o en letra muerta, la propia ley tenía prevista la creación de un sistema que articule el accionar del Estado, de todas las instituciones", explicó. "Habla de la necesidad de tener una cobertura integral, una protección integral que tiene que ver con que haya acceso a servicios de educación, de salud, de agua potable, de vivienda, de caminos y puentes, de acceso a una vida libre de violencia. Para que todo eso se instale necesitas pensar en sistémico y no pensar que sólo a una institución le va a tocar la agenda de la niñez".
Actualmente, no existe una titular del Sistema nacional de Protección, sino únicamente una "encargada del despacho de la Secretaría Ejecutiva del Sipinna", la licenciada María Constanza Tort San Román; y en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2023 se definió un monto de 73 millones 449 mil 570 pesos para "Coordinación con las instancias que integran el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes".
En México, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), al 2020 había 31 millones 755 mil 284 personas entre 0 y 14 años de edad, lo cual representa el 25.2 por ciento de la población nacional.
Ya en repetidas ocasiones durante el 2021 y 2022, el Presidente López Obrador anunció que eliminaría estos sistemas para que el Sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) se hiciera cargo de sus funciones, pero la directora de Redim rechazó que esta propuesta fuera benéfica.
"En México, las instituciones no se hablan, no se coordinan entre sí, o al menos no lo suficiente y no adecuadamente. Entonces, la importancia de que existan estos Sipinnas es que articulan el quehacer público con un enfoque de derechos; no nada más si estás dando becas, no nada más si estás construyendo escuelas, sino con diagnósticos más acertados y con acciones que vayan dirigidas a garantizar derechos", argumentó.
Y aunque la figura de Sipinna existe en los diversos niveles de Gobierno, Redim y organizaciones como Melel Xojobal, la Red por los Derechos de las Infancias y Adolescencias en Chiapas (Redias), entre otras, identificaron fallas en sus acciones e implementación.
Por ejemplo, sólo el 31.3 por ciento de los Sistemas estatales contaban con un Programa de Protección Integral de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes para consulta pública y que estuviera vigente, de tal manera que se desconoce si el restante 68.7 por ciento tienen o no este plan de acción en sus instituciones. "Más de la mitad de los Sipinnas estatales no contaban aún con Programa, representados por el 53.1 por ciento, siendo principalmente los estados en donde hubo cambio de administración. El 12.5 por ciento estaba pendiente por aprobarse y el 3.1 por ciento contaba con Programa vigente, pero no estaba publicado", indicaron las ONGs en un comunicado con motivo del "Datatón sobre niñez y adolescencia en México, 2023".
Ramírez profundizó que estos programas marcan las acciones para las infancias y adolescentes a nivel estatal, considerando las necesidades de cada localidad.
"Los Sipinnas construyen un plan de trabajo junto con todas las instituciones. Es decir, le dicen, 'A ver, de todo esto que tiene que ver con los derechos de la niñez, este pedazo que te toca', digamos, y lo que se comparte con otras instituciones para saber cómo lo van a abordar para garantizar estos derechos en su planeación", indicó. "Las planeaciones suelen ir asociadas, entonces tener un programa quiere decir haberse sentado a hacer la tarea con esas instituciones que forman parte del sistema, haber construido y consensuado un programa de acción y haberlo publicado y transparentado".
Por otro lado, en el 2022 el 71.9 por ciento de los Sipinnas no cumplieron con el número de sesiones ordinarias señaladas en su ley. El 71.9 por ciento de las leyes estatales que rigen la Sipinna local establecen que se deben de realizar al menos dos sesiones ordinarias al año, 15.6 por ciento indican que deben ser mínimo cuatro y el 3.1 por ciento que al menos tres sesiones.
"Sin embargo durante el 2022 el 46.9 por ciento sólo tuvo una sesión ordinaria, seguido por el 21.9 por ciento que tuvieron dos sesiones, en tercer lugar lo representa el 18.8 por ciento que no tuvieron ninguna sesión y tan sólo el 12.5 por ciento tuvieron tres reuniones", señalaron las organizaciones en su comunicado.
Finalmente, uno de los puntos más importantes de la creación de estos Sistemas es que establecen la participación de niñas, niños y adolescentes en las reuniones para conocer sus necesidades de primera mano, lo cual a su vez permite reconocerles como sujetos de derechos con voz y voto en políticas públicas que les competen.
Sin embargo, más de la mitad de los Sipinnas no contaban con lineamientos o mecanismos de participación, hallaron Redim y las demás ONGs, frente al 40.6 por ciento que sí lo hacen; y sólo el 12.5 por ciento cuentan con la figura de consejo consultivo o red de niñas, niños y adolescentes, en contraste con el 87.5 por ciento de los Sipinnas que no cuentan con ninguna de estas dos figuras.
"La Convención sobre los Derechos del Niño [de la Organización de Naciones Unidas] tiene distintos pilares rectores: la vida, supervivencia, desarrollo, protección; la no discriminación y el cuarto es el derecho a la escucha, y el derecho a la participación. ¿Qué quiere decir eso? Generar los mecanismos que garanticen que niñas, niños y adolescentes sean escuchados y que sus opiniones sean tomadas en cuenta e incorporadas en la acción pública, entonces la participación de niñas y niños en estos consejos de los Sipinnas es fundamental porque les reconoce como titulares de derechos número, e instala en el quehacer de las instituciones que se sientan a la mesa en estos consejos a habituarse a trabajar de la mano de niñas y niños; y número tres representa al mismo tiempo un espacio, un mecanismo con el cual el Estado mexicano y los gobiernos en los estados garantizan el derecho a la participación", apuntó Ramírez.