Por 500 pesos, este Día de San Valentín se puede comprar un trabajo de «amarre» con un colibrí sin vida (ave en peligro de extinción), un acto ilegal que Animal Heroes ha detectado en el Mercado de Sonora de la CDMX.
Ciudad de México, 14 de febrero (SinEmbargo).– Los colibríes, una especie en peligro de extinción clave para la polinización, son regalados en fechas como San Valentín como un «amarre» al ser querido, afirmó Animal Heroes. Esta práctica, actualmente ilegal, encuentra sus orígenes en la época prehispánica cuando se le consideraba un símbolo de la sexualidad, de acuerdo con artículos académicos.
En América Latina, única región del mundo donde habitan estas aves, se tiene el registro de 330 especies de colibríes, 58 de ellas en México, algunas de ellas protegidas bajo la NOM-059 por su riesgo de desaparición. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), nueve de estas especies en la región se encuentran en peligro crítico de extinción, otras nueve se consideran vulnerables y 11 han sido catalogadas como en peligro de desaparecer por invasión humana a sus hábitats y por ataques de felinos en las ciudades.
«Hay un foco rojo sobre la caza ilegal y venta de estos animales en peligro de extinción que desde hace muchos años se le ha considerado un ave mágica. Cuando los capturan, los utilizan para ritos como hoy, en el Día del Amor y la Amistad. Los utilizan para rituales denominados de ‘amarre’, que entiendo es para ‘mantener’ a la persona a un lado», dijo Adriana Buenrostro, de Animal Heroes, quien destacó que los colibríes ayudan a polinizar y al equilibrio del ecosistema.
Animal Heroes lleva dos años investigando en el Mercado de Sonora, en la Alcaldía Venustiano Carranza, y ha detectado ahí su venta a pesar de que en la Ciudad de México está prohibido por Ley de Protección Animal. Este centro de venta, ante la falta de aplicación de la ley, es conocido por el maltrato a otros animales como los gatos negros también ofertados para actos de brujería.
«Estos colibríes en el Mercado de Sonora pueden llegar a costar entre 400 y 500 pesos, a parte del llamado ‘trabajo’ que les hacen», afirmó Buenrostro. Y lamentó: «A diferencia de otras situaciones donde la magia o lo hermoso es respetado y protegido, en México hemos tomado la triste decisión de cazar y matar animales para hacer rituales».
En noviembre del 2021 un incendio que inició en el área de cocina del Mercado de Sonora destapó las deplorables condiciones en las que se encontraban los animales silvestres y domésticos que yacían hacinados para su venta en varios de los locales. En ese momento, la Alcaldesa de Morena, Evelyn Parra Álvarez, se comprometió a realizar un plan gradual para que los locatarios cambiaran de giro comercial. Actualmente, la actividad persiste.
COLIBRÍ COMO SÍMBOLO SEXUAL
En el artículo «El Colibrí como símbolo de la sexualidad masculina entre los mexicas», investigado por Miriam López Hernández de la UNAM, se expone que los indígenas en la era prehispánica eran quienes tenían el control de la producción y distribución de los colibríes como «objetos mágicos», pero todos los grupos coloniales conocían la práctica y la usaban: español, mestizo, mulato y negro.
«La utilización del ave seguía instrucciones precisas: se escogía el sexo del ave contrario al de la persona que realizaba la consulta. Así, para una mujer se ocupaba un macho y para un hombre una hembra. En su preparación se utilizaba sal, pero se cuidaba de no estropear sus plumas que eran lo más preciado del animal. Después de disecarlo le colocaban en el pecho hierbas mágicas y lo envolvían con hilo de seda de todos los colores. Terminaban el adorno con perlas, corales y otras piedras. Su uso más frecuente era hacerlo un amuleto envuelto en una tela o bolsa. Los nidos y los huevos del pájaro también se consideraban cargados con virtudes mágicas», plantea la investigación.
Mitos mesoamericanos recientes muestran una amplia creencia del colibrí como amuleto para atraer al ser deseado. En Zinacantán un hombre puede cargar un colibrí muerto atado con un moño verde cuando visita a su amante; asimismo, los colibríes serían calientes como el sol y podrían calentar el corazón de una mujer.
El artículo expone que el acto de libar la miel de las flores realizado por el colibrí simboliza la unión sexual. «La flor es representación de la sexualidad femenina debido a que sus pétalos simbolizan la vulva, vulva que es penetrada por el colibrí, símbolo de la sexualidad masculina», dice.
El dios Quetzalcoatl y esta ave, por ejemplo, estaban relacionados con el sacrificio, la fertilidad y la potencia de la sexualidad masculina. Incluso en el Códice Borgia, Quetzalcoatl aparece con disfraz de colibrí. Igualmente, el colibrí es un ave territorial, sobre todo los machos. Entre los mayas el ave era una manifestación del sol en la Tierra e imagen de los guerreros muertos, así como de los sacrificados. Entre los nahuas, se pensaba que los hombres muertos en batalla vivirían como mariposas y colibríes en gozo y abundancia eterna, que andarían libando las diferentes flores.
Otro artículo, «Recetas y secretos para hacerse amar» de Irma Carrillo, agrega que en la Colonia los colibríes muertos eran usados como símbolos de buena suerte y fortuna en amores. Existía la creencia común de que portar collares con plumas de colibrí servía para invocar la llegada de un nuevo amor. Esta práctica llegó a ser prohibida por la Inquisición y existen recuentos de mujeres juzgadas por utilizar al colibrí en rituales y amuletos.
Sin embargo, la práctica continúa realizándose en lugares como el Mercado de Sonora ante la falta de aplicación de la ley, lamentó Adriana Buenrostro, de Animal Heroes.